domingo, 26 de octubre de 2014

TAPA REVISTA N° 120 OCTUBRE 2014


EL MARAVILLOSO DESPERTAR DE LA CONSCIENCIA Por Sergio Lipp

ESTADO DE GRACIA (N° 120)
Hay en nuestra vida momentos sublimes. Instantes donde nos sentimos parte del todo. Donde tocamos el cielo con las manos. Donde todo nuestro ser vibra al unísono.
Momentos, donde todo fluye de acuerdo a la maravillosa perfección del Universo. Donde uno, desde su imperfección humana, puede casi ver la perfección de Dios, aunque sea como si la viéramos por el ojo de la cerradura. En esos instantes todo es inspiración, bienestar, plenitud. Somos capaces de solucionar todos y cada uno de los problemas, de nuestros acertijos humanos, de nuestras dudas y también de nuestras confusiones. Somos nosotros mismos, pero en estado de iluminación. Nuestra claridad mental es tal, que parecemos en esos momentos superdotados. Casi podríamos decir que nos acercamos al amor incondicional, aquel que se puede sentir en un estado vibracional muy elevado. Somos uno con nuestra alma, aquella que pugna continuamente en todo instante por salir, porque la dejemos aflorar. Y nuestra sabiduría interna se muestra. Y comenzamos a exteriorizar iluminadamente conceptos, comprendemos mucho más allá de lo común, nuestra consciencia se expande más y más y la auténtica verdad se manifiesta sin ningún temor y con una incontenible fuerza capaz de romper cualquier barrera a su paso, como si fuera un barco que supera la mayor tempestad que le puede tocar en un mar embravecido.
La luz se intensifica en su máximo esplendor y todo lo que nos rodea se ilumina, sin importar lo que esté a nuestro alrededor, ni donde, ni con quien o en que  circunstancia nos encuentre.
Es, simplemente, un “estado de gracia” y todas nuestras células responden a ese estado. Es allí, cuando, aunque sea por una pequeñísima fracción de tiempo, podemos ser verdaderamente quienes somos, de dónde venimos y a dónde vamos. Somos ese “todo”, somos “Dios”, somos “amor”, somos “paz”.
El maravilloso esplendor de la consciencia se manifiesta haciéndonos sentir increíblemente elevados espiritualmente. En esos momentos, es cuando debemos dejar que fluya nuestra mayor inspiración. Es cuando el artista debe poner manos a la obra, cuando el pintor puede plasmar sus mejores pinturas, cuando el músico es capaz de transformar en acordes la música celestial, cuando el escritor llena hojas con una sublime combinación de palabras, cuando al inventor se le ocurren las creaciones más maravillosas, cuando el científico encuentra las respuestas que buscaba desde hacía mucho tiempo, en definitiva, cuando la persona es capaz de crear y resolver todo lo que se encontraba a su alrededor y no encontraba las respuestas.

El “estado de gracia” existe, no es ni va a ser un estado constante, porque nuestra vida transcurre en la imperfección, pero puede aparecer en cualquier instante y nos demuestra que somos capaces de tocar, aunque sea muy circunstancialmente, la perfección de Dios, de la cual somos parte y está ahí a nuestro alcance, cuando somos capaces de alcanzarla, para  poder ser, la mejor versión de nosotros mismos... Y es maravillosamente fascinante cuando la podemos sentir, aunque sea  un instante.

APRENDIENDO A VIVIR EN UN NUEVO MUNDO Por Ruth Ross


SOLO SE TRATA DE ENTREGAR (N° 120)
Sinceramente tratar de escapar a los embates energéticos y a la intensidad de la vibración que nos está afectando a todos de una u otra manera, no es la tarea más fácil de este ciclo planetario en el cual estamos inmersos. Es por ello que para sentarme a escribir esta, mi columna mensual, me demoré mucho más tiempo que el acostumbrado en otras oportunidades.
Sucede que estamos transitando un período por demás abrumador, caótico si se quiere. Cuando miramos hacia afuera encontramos el desconcierto, el miedo, el temor y por supuesto, las grandes transformaciones en cada ser que habita este hermoso planeta que es nuestra casa. Ni que hablar de lo que socialmente está ocurriendo a lo largo y a lo ancho de toda la superficie terrestre. ¡Si hasta pareciera que en algunos lugares ha vuelto la barbarie!.
Es notorio cuando uno observa en derredor, el reconocimiento de la velocidad de respuesta traída por la ley de causa y efecto. Un ejemplo de esto, lo he podido comprobar  recientemente, viendo, como  algunas de aquellas personas que aún no han despertado y permanecen en sus diferentes roles de “victimización y culpa”, pueden llegar a co - crear  futuros desastrosos para sus vidas. Una vez que hubieron plasmado  algo hermoso, que podría haberlos regocijado, que podría haberlos hecho felices, antepusieron todos los “no”, los “pero”, hicieron surgir todos los “miedos”, entonces, el mensaje enviado al Cosmos fue:  “eso hermoso no es para nosotros… mejor sigue enviándonos más de lo mismo”… y entonces, en ese pide y se te concederá, el más de lo mismo llega, tan rápidamente como un abrir y cerrar los ojos, ya que la energía que estamos recibiendo actualmente trabaja de manera tan rápida que casi no da tiempo a nada.
Lo lamentable es que aquellos que aún no se hallan alineados con esta vibración tan fuerte y poderosa, no pueden llegar a comprender que lo que están recibiendo es el efecto de la causa que ellos mismos generaron, y terminan con una mayor victimización aun diciendo frases como: “el diablo metió la cola”, sin percibir que lamentablemente, si hubieran procedido desde otro lugar, el futuro que hubieran creado para sus existencias, seguramente hubiera sido muy diferente y se hubiese generado un gran cambio para sí mismos.
Si bien te lo vengo repitiendo en esta columna, en estos momentos tenemos que tratar de mantenernos más para adentro que en cualquier otro ciclo de nuestras vidas. Solo se trata de entregar a la luz cada respiración, cada parpadeo, cada instante de nuestra permanencia en la Tierra. Sé que muchas veces no es fácil. Pero, hoy más que nunca, tenemos que convertirnos en nuestro propio guía, en nuestro propio maestro, evitando escuchar  e involucrarnos con el afuera, sin hacernos eco de los miedos de los demás (para que no se conviertan en nuestros propios miedos). Y confiar. Sabiendo que la Luz Divina, Dios, el Universo, el Cosmos o como quieras llamarlo, solo quiere lo mejor para nuestra evolución. Y teniendo en cuenta que cada experiencia que nos va tocando vivir ha sido planeada por anticipado, inclusive por nuestro propio Ser Superior, para que logremos trascender nuestros karmas y podamos cumplir en excelencia la misión que nos trajo en esta encarnación. Si nos entregamos, si nos sentimos continuamente vibrando sin mochilas, libres, livianos, sin que nuestra mente, ego o personalidad se interpongan, podremos sentir la felicidad de simplemente “ser”, podremos darnos cuenta de la permanente
asistencia que nos es otorgada  y podremos fluir en la vida resonando con la música de la luz.

¡Namasté!

PAPÁ: ¿QUÉ ES EL HUMANO? (N° 120)

El mono chico le preguntó al grande: - Papá: ¿Qué es el humano? - 


- Son monos sin pelo que piensan que son los dueños de todo lo que les rodea.
Construyen cuevas de piedra que llegan al cielo.
Su ego, su codicia, no tiene límites, toman de la tierra más de lo que necesitan.
Destruyen la selva, ensucian los mares, contaminan el aire.
Los humanos esclavizan a los humanos y dejan que parte de la manada muera de hambre para que unos pocos sean más ricos.
Construyen máquinas para matar a otros humanos.
Tarde o temprano se exterminarán a sí mismos.
LOS HUMANOS SON MONOS LOCOS. -

NIÑOS ÍNDIGO (N° 120)

LAS ESCUELAS LIBRES EXISTEN, AUMENTAN Y REVOLUCIONAN AL MUNDO
Entrevista a Cristina Romero - Miralles  (De: www.elblogalternativo.com)
“Las escuelas libres son una oportunidad para cambiar el sistema de futuro. Si apostamos por esto, el mundo que viene será más respetuoso con los humanos y todo lo que no rodea”
“Libre no significa que se pueda hacer cualquier cosa. Sí existen normas que regulan la convivencia. Libre significa que los niños tienen el tiempo que necesitan para sus actividades. En las escuelas convencionales los niños siguen un programa que viene del adulto y aquí siguen su propio programa interno de aprendizaje”
“Lo más importante para que el dragón despierte es encontrase en un entorno amoroso de respeto. Al dragón se le despierta uno mismo, desde adentro, en un entorno de amor, donde no sea juzgado, donde se le escuche, donde haya presencia, mirada verdadera de otro adulto que ama”
Cristina Romero
1. ¿Qué es una escuela libre?
Hay pocos niños para cada acompañante (maestro o adulto) y se permite que el niño explore su aprendizaje desde su programa interno. El niño se dedica a lo que le interesa. Se permite que juegue libremente y se cuida mucho su afectividad. Se da mucho valor a que esté arropado emocionalmente.
Es importante el contacto con la Naturaleza como fuente de salud, auto regulación para el niño y entorno apropiado para el aprendizaje.
2. ¿En qué se diferencia de la educación convencional?
Libre no significa que se pueda hacer cualquier cosa. SI existen normas que regulan la convivencia. Libre significa que los niños tienen el tiempo que necesitan para sus actividades. En las escuelas convencionales los niños siguen un programa que viene del adulto y aquí siguen su propio programa interno de aprendizaje.
La confianza se pone en él porque el niño sabe lo que necesita aprender.
En la escuela “normal” el adulto cree saber lo que necesita el niño y le guía, y la escuela libre favorece que el niño busque respuestas y encuentre lo que más le motive.
3. ¿Venimos con un programa interno?
Este tipo de mirada hacia el niño es muy respetuoso con la escucha del niño consigo mismo porque sabe lo influenciable que es y evita que se le empuje, modele a lo que otros creen que le conviene aprender.

Los adultos no tenemos ni idea del futuro que les espera a los niños, pero les moldean, y la escuela libre considera que cada uno ha venido a este mundo con una unicidad, tiene una llave para abrir una puerta determinada y cada niño puede conocer qué le motiva desde su propia biología que le dota de una curiosidad innata y sus propias capacidades. Se trata de descubrir lo que le hace feliz.


4. ¿Usáis aulas con mesas y sillas?
Permitimos el movimiento libre y los alumnos puedan estar en las aulas o fuera y ambos son lugares valiosos. Matemáticas es tan valioso como estar subido al árbol porque ambos corresponden a lo que necesita el niño en ese momento y expresa su momento evolutivo.
5. ¿Y así aprenderán los niños a leer y escribir y una cultura media?
No aseguro nada pero estoy totalmente confiada en que los niños que siguen su programa interno, y aprenden desde adentro y hacen las conexiones neuronales desde adentro, tienen gran facilidad para aprender todo lo necesario.
Los niños que juegan con arena, suben trepan, etc. hacen, a nivel invisible para los adultos, un desarrollo muy importante para la lectoescritura y comprensión lectora. Los niños no tienen por qué leer/escribir a los 3 años cuando madurativamente tienen su momento y es importante que NO QUEMEMOS ETAPAS cuando la biología les ha dotado de ganas de jugar, y eso es sabio.
Pero luego, cuando se ponen a leer, lo hacen sin ningún tipo de esfuerzo.
6. ¿Por qué la sociedad tiene tanto miedo a la LIBERTAD, sobre todo en la infancia? ¿Se puede aprender disciplina, valores, esfuerzo, a ser un “ciudadano de provecho”,… también desde la libertad o existe algún peligro?
La sociedad tal y como está ya no nos sirve. Los niños ya no necesitan de este sistema limitante y es tiempo de que los niños dejen de convertirse en ovejas para el rebaño y que empiecen a recuperar su poder, se escuchen a sí mismos, se respeten a sí mismos, respeten a los demás.
Libertad entendida como respeto profundo, no es hacer lo que les da la gana sino darles el valor que se merecen para que de adultos puedan ver cuando no se les respeta y puedan decir “basta” a situaciones que no les convienen.
La libertad es algo a proteger, como la infancia, y a fomentar. Nos da miedo porque no la hemos vivido. Me encantaría que las personas viesen experiencia de aprendizaje en libertad y que contemplasen la escucha, el respeto que se da por naturaleza en los niños, sin castigos, sin broncas.
7. ¿Las escuelas libres son una tendencia “exótica” y pasajera o han venido para quedarse?
Lo veo como una oportunidad para cambiar el sistema de futuro. Si apostamos por esto, el mundo que viene será más respetuoso con los humanos y todo lo que no rodea. No es exótico sino una oportunidad para una sociedad  en crisis.
8. ¿La Naturaleza es un elemento importante en las escuelas libres?
Yo creo que todas las escuelas, libres o no, deberían estar en entornos lo más naturales posibles, no se debe aprender de la naturaleza con libros y ordenador. Y los patios no deberían ser espacios de alquitrán, donde no crece nada vivo, todo aséptico. Los niños no ven la vida y la naturaleza forma parte de nosotros y deberían vivirlo desde bebés.


9. ¿Cuál es el mensaje de tu libro “Una revolución en la escuela. Despertando al dragón dormido”?
El mensaje principal es que es tiempo de revolución, tiempo de cambios. Los niños no necesitan más este sistema limitante en la familia y en la sociedad. Todos somos dragones con potencial para ser felices y ser lo que queramos en esta vida y que es tiempo de proteger eso, acompañarlo y si está dormido, permitir que florezca.
10. ¿Está el mundo preparado para tantos dragones despiertos?
Claro que está preparado, por eso estamos en la revolución del AMOR, no es tiempo de luchas ni de renegar de dónde venimos, sino que, con profunda conciencia de comprender el antiguo sistema de desconfianza en los niños y en la vida, hay que pasar a otro de confianza en la vida y donde lo afectivo se valore en la escuela como algo de primer orden.
11. Y los padres que no llevamos a nuestros hijos a escuelas libres ¿cómo podemos despertar a nuestros pequeños dragones?
Nos hemos creído que los niños necesitan profesionales de la educación para que aprendan cosas pero si aten-demos sus necesidades y no lo que necesita la sociedad productiva, su madre y padre, familia cercana, también lo pueden hacer. Aunque parezca algo extraño, los niños necesitan estar con su familia y hay muchas experiencias de niños que están en casa hasta al menos los 6 años y no se están perdiendo nada, no necesitan estar en la escuela. A partir de cierta edad sí necesitan estar con otros niños pero esto no es una excusa para que los niños estén horas y horas fuera. En nuestra escuela las familias son siempre bien recibidas y pueden estar allí.
En las casas, homeschooling o unschooling, se viven  muy buenas experiencias y es muy válido. También a partir de los 6 años si se quiere. 
12. ¿Cómo despertar los dragones dormidos de niños mayores escolarizados?
Dar valor a cada una de sus micro decisiones, permitir que se escuchen. Hay niños que se aburren infinitamente a quienes se les llena su “aburrimiento” con actividades porque siempre han estado dirigidos y se les ha dicho lo que les conviene aprender. No se han escuchado.
Podemos hacer cosas pequeñas y muy valiosas: dejarles decidir, apoyar lo que sea de su interés, atenderles.
Lo más importante para que el dragón despierte es encontrase en un entorno amoroso de respeto. Al dragón se le despierta uno mismo, desde adentro, en un entorno de amor, donde no sea juzgado, donde se le escuche, donde haya presencia, mirada verdadera de otro adulto que ama.
13. ¿Dónde despertó Cristina Romero?
No digo que yo sea un dragón despierto, pero me siento en el camino. Y cada vez hay más adultos como yo (en mi caso gracias a la maternidad) que retomamos el dragón y damos importancia a la escucha interna. Lo mismo que escuchamos a nuestros hijos también a nosotras mismas.
14. ¿Cuál es tu deseo para la crianza y enseñanza de los niños?
Para mi hay que cambiar de ideas, se necesita un cambio de mentalidad para el futuro. Me gustaría que empezásemos a ver que la criatura humana lo que más necesita es estar con su mamá, que se protegiera la maternidad a nivel político, económico, tribu, organización de las ciudades, pueblos, para que el bebé pueda estar muuuucho más de 6 meses con su madre, también con 3 años. Y esto es muy importante. Con su madre o figuras de apego, su padre, alguien de la familia que le aprecie muchísimo, porque si no los niños se desconectan de sí mismos por no padecer y creen que no merecen ser atendidos.
Mi deseo que es se diera facilidades y que las mujeres podamos reservarnos ese tiempo de la crianza y vivirlo como una contribución al mundo maravillosa, no hay nada más importante.




TEMAS (N° 120)

ACEPTACIÓN Y RENDICIÓN    Por Eckhart Tolle


Cuando puedas, echa una «mirada» a tu interior para ver si estás creando conflicto inconscientemente entre lo interno y lo externo, entre las circunstancias externas del momento —dónde estás, con quién y lo que estás haciendo— y tus pensamientos y sentimientos.
¿Puedes sentir lo doloroso que es oponerse internamente a lo que es?
Cuando reconoces este hecho, también te das cuenta de que ahora eres libre de renunciar a este conflicto fútil, al estado interno de guerra.
Si verbalizaras tu realidad del momento, ¿cuántas veces al día tendrías que decirte: «No quiero estar donde estoy»? ¿Cómo te sientes cuando no quieres estar donde estás: en el embotellamiento, en tu puesto de trabajo, en la sala de espera del aeropuerto con la gente que te acompaña?
Sin duda es cierto que lo mejor que se puede hacer en ciertos lugares es salir de ellos, y a veces eso es lo más apropiado.
No obstante, en muchos casos, no tienes la opción de irte.
En esas situaciones, el «no quiero estar aquí», además de inútil, es disfuncional. Te hace infeliz y hace infelices a los demás.
Ha sido dicho: dondequiera que llegues, allí estás.
En otras palabras: estás aquí. Siempre. ¿Es tan duro de aceptar?
¿Realmente necesitas etiquetar mentalmente cada percepción sensorial y cada experiencia? ¿Necesitas tener esa relación reactiva de gusto o de disgusto ante la vida, que te lleva a estar continuamente en conflicto con personas y situaciones? ¿O se trata únicamente de un hábito mental profundamente arraigado que puedes romper? Sin hacer nada en particular; simplemente, dejando que este momento sea como es.
El «no» habitual y reactivo fortalece el ego. El «sí» lo debilita. Tu identidad en la forma, el ego, no puede sobrevivir a la rendición.
«Tengo muchas cosas que hacer.» Sí, pero ¿cuál es la calidad de tu hacer?
Conducir yendo al trabajo, hablar con los clientes, trabajar en el ordenador, hacer recados, atender las innumerables cosas que constituyen tu vida... ¿Hasta qué punto eres total en lo que haces? ¿Es tu acción una rendición o una resistencia?
Esto es lo que determina el éxito que consigues en la vida, no la cantidad de esfuerzo que pongas.
El esfuerzo implica estrés, tensión, necesidad de alcanzar cierto punto en el futuro o de conseguir algún resultado.
¿Puedes llegar a detectar en tu interior la más leve sombra de no querer estar haciendo lo que estás haciendo? Eso es una negación de la vida, y por ello no puedes conseguir un resultado verdaderamente exitoso.
Si has sido capaz de detectar esa negación en ti ¿puedes también dejarlo y ser total en lo que haces?
«Hacer una cosa cada vez»; así es como un maestro Zen definió la esencia del Zen.
Hacer una cosa cada vez significa ser total en lo que haces, prestarle toda tu atención. Eso es acción rendida, acción poderosa.
Tu aceptación de lo que es te lleva a un nivel más profundo, donde tanto tu estado interno como tu sentido del yo no dependen ya de que la mente los juzgue «buenos» o «malos».
Cuando dices «sí» a la vida tal como es, cuando aceptas este momento como es, puedes sentir dentro de ti un espacio profundamente pacífico.
Superficialmente puedes seguir sintiéndote feliz cuando hace sol y menos feliz cuando llueve; puedes sentirte feliz si ganas un millón de euros e infeliz si pierdes todas tus posesiones. Sin embargo, la felicidad y la infelicidad ya no calan tan hondo. Son olas en la superficie de tu Ser. La paz de fondo que hay dentro de ti permanece inmutable en cualesquiera que sean las condiciones externas.
El «sí a lo que es» revela una dimensión de profundidad en ti que no depende ni de las condiciones externas ni de la condición interna de los pensamientos y emociones en constante fluctuación.
La rendición se vuelve mucho más fácil cuando te das cuenta de la naturaleza efímera de todas las experiencias, y de que el mundo no puede darte nada de valor duradero.
Entonces sigues conociendo gente, sigues teniendo experiencias y participando en actividades, pero sin los deseos y miedos del ego. Es decir, ya no exiges que una situación, persona, lugar o suceso te satisfaga o te haga feliz. Dejas ser a su naturaleza pasajera e imperfecta.
Y el milagro es que, cuando dejas de exigirle lo imposible, cada situación, persona, lugar o suceso se vuelve no sólo satisfactorio, sino también más armonioso, más pacífico.
Cuando aceptas este momento completamente, cuando ya no discutes con lo que es, el pensamiento compulsivo mengua y es remplazado por una quietud alerta. Eres plenamente consciente, y sin embargo la mente no pone ninguna etiqueta a este momento. Este estado de
no-resistencia interna te abre a la conciencia incondicionada, que es infinitamente mayor que la mente humana. Entonces esta vasta inteligencia puede expresarse a través de ti y ayudarte, tanto desde dentro como desde fuera. Por eso, cuando abandonas la resistencia interna, a menudo
descubres que las circunstancias cambian para mejor.
¿Estoy diciendo: «Disfruta este momento. Sé feliz»? No.
Permite que se exprese este momento tal como es.  Eso es suficiente.
Rendirse es rendirse a este momento, no a una historia a través de la cual interpretas este momento y después tratas de resignarte a él.
Por ejemplo, puede que estés tullido y que ya no puedas caminar. Tu estado es lo que es. Tal vez tu mente esté creando una historia que diga:  «A esto se ha reducido mi vida. He acabado en una silla de ruedas. La vida me ha tratado con dureza, injustamente. No me merezco esto.»
¿Puedes aceptar que este momento es como es y no confundirlo con la historia que la mente ha creado a su alrededor?
La rendición llega cuando dejas de preguntar; « ¿Por qué me está pasando esto a mí?»
Incluso en las situaciones aparentemente más inaceptables y dolorosas se esconde un bien mayor, y cada desastre lleva en su seno la semilla de la gracia.
A lo largo de la historia, siempre ha habido mujeres y hombres que, cuando tuvieron que hacer frente a grandes pérdidas, enfermedades, prisión o muerte inminente, aceptaron lo aparentemente inaceptable, y así hallaron «la paz que supera toda comprensión».
La aceptación de lo inaceptable es la mayor fuente de gracia en este mundo.
Hay situaciones en las que todas las respuestas y explicaciones fracasan. La vida deja de tener sentido. O alguien que está pasando un apuro viene a pedirte ayuda, y tú no sabes qué decir ni qué hacer.
Cuando aceptas plenamente que no sabes, renuncias a esforzarte por encontrar respuestas con la mente pensante y limitada, y es entonces cuando una inteligencia mayor puede operar a través de ti. En ese instante, hasta el pensamiento puede beneficiarse, porque la inteligencia mayor puede fluir a él e inspirarlo. A veces, rendición significa renunciar a tratar de comprender y sentirse cómodo en el desconocimiento.
¿Conoces a ese tipo de persona cuya principal función en la vida parece ser la de ser desgraciada y hacer desgraciados a los demás, la de extender la infelicidad? Perdónales, porque ellos también forman parte del despertar de la humanidad.
Representan una intensificación de la pesadilla de la conciencia egótica, del estado de
no-rendicíón.
En su función no hay nada personal. Ellos no son eso.
Uno podría decir que rendirse es la transición interna de la resistencia a la aceptación, del «no» al «sí».
Cuando te rindes, tu sentido del yo pasa de estar identificado con una reacción o juicio mental a ser el espacio que rodea a la reacción o al juicio. Es pasar de identificarte con la forma —el pensamiento o emoción— a ser y reconocerte como aquello que no tiene forma, la conciencia espaciosa.
Lo que aceptes completamente te hará sentirte en paz, incluyendo la aceptación de que no puedes aceptar, de que te estás resistiendo.

Deja la Vida en paz.

Déjala ser!                 

sábado, 4 de octubre de 2014

TAPA REVISTA N° 119 SEPTIEMBRE 2014

CUMPLIMOS 10 AÑOS!!!!!


DALE VIDA A LOS SUEÑOS (N° 119)

Por Mario Benedetti 

Dale vida a los sueños que alimentan el alma,
no los confundas nunca con realidades vanas.
Y aunque tu mente sienta necesidad, humana,
de conseguir las metas y de escalar montañas,
nunca rompas tus sueños, porque matas el alma.

Dale vida a tus sueños aunque te llamen loco,
no los dejes que mueran de hastío, poco a poco,
no les rompas las alas, que son de fantasía,
y déjalos que vuelen contigo en compañía.

Dale vida a tus sueños y, con ellos volando,
tocarás las estrellas y el viento, susurrando,
te contará secretos que para ti ha guardado
y sentirás el cuerpo con caricias, bañado,
del alma que despierta para estar a tu lado.

Dale vida a los sueños que tienes escondidos,
descubrirás que puedes vivir estos momentos
con los ojos abiertos y los miedos dormidos,

con los ojos cerrados y los sueños despierto.


INTERLUDIOS MUSICALES DEL ALMA (N° 119)

Por Ruth Ross

Cuando estamos perceptivos, hay momentos en los que nuestra alma vibra en colores, dimensiones, paisajes, figuras, sonidos. Tiempos en los cuales si estamos receptivos podremos escuchar nuestra voz interior contando un hermoso cuento, más claro aún que aquellos que se encuentran en cualquiera de las representaciones artísticas que tanto nos hacen gozar. Esa hermosa historia va tomando forma, realzando diferentes imágenes de nosotros mismos en otras vidas, va uniendo todas las piezas del rompecabezas que da origen al verdadero ser que somos y que nada tiene que ver con nuestro ego y personalidad. Cuando sabemos leer todos los jeroglíficos que se van presentando desde nuestro interior, resurge ante nosotros la totalidad de quienes somos en realidad, se nos presenta  nuestra verdadera misión, y todas las respuestas empiezan a llegar claras y simples a modo de una gran “epifanía”, cuyo significado en el sentido filosófico, expresa una profunda sensación de realización, en el sentido de comprender la esencia de las cosas, trayendo hacia afuera aquello que estaba dentro de nuestro corazón, haciendo que a partir del presente uno se sienta como completado, solucionado y logrado. Por supuesto que para que esto ocurra en nuestras vidas, tenemos que encontrarnos absolutamente alineados, en paz y en la luz y sin ningún tipo de adicciones que controlen nuestra mente y ego. De lo contrario, lo que llegara solo serán distorsiones de uno mismo que solo llevaran a una profunda crisis, depresión y hasta locura.
Una vez que uno arma ese rompecabezas espiritual y comprende quien es y para que está en estos momentos en la Tierra, ha “despertado” a una nueva realidad de su Ser Superior y ya nada volverá a ser como antes. A partir de ese momento la claridad para emprender la vida solo viene desde adentro. Y todo lo que llegue del afuera, las voces de los demás, incluyendo nuestra propia voz mental quedaran excluidas de nuestra vida.
Comenzamos a vincularnos con los grandes “interludios musicales del alma”, que si nos dejamos fluir por completo, nos irán mostrando el camino verdadero por el cual tenemos que transitar, uno que seguramente nos convertirá en diferentes a los demás pero que día a día nos envolverá con más luz y nos llevara a ser a cada instante más felices puesto que estaremos siendo completamente “conscientes” de quienes somos.

 ¡Namaste!                                                                                 

TE TRANSFORMARÁS EN SABIO (N° 119)

Por Sergio Lipp 


Cuando seas capaz de sentir, aunque sea de a ratos, el amor incondicional, que es el verdadero amor, el más puro que pueda existir y que no tiene nada que ver con la manipulación, el control, los celos, las obsesiones, la culpa, la pasión o la contraprestación.
Cuando la mayoría de tus pensamientos sean constructivos y expresen a tu sabiduría interior.
Cuando hagas en cada momento lo mejor que puedas hacer.
Cuando seas consciente que Dios no es algo externo a vos, sino que sos parte de él y está dentro tuyo.
Cuando te hagas cargo de que la verdad siempre está para manifestarse, sin excepción ni acomodamiento alguno.
Cuando puedas diferenciar claramente conocimiento de sabiduría y puedas darte cuenta que los años o el acopio de cursos y diplomas, no necesariamente te hace sabio.
Cuando tengas la paciencia suficiente como para dejar que te baje la solución perfecta a cada problema o circunstancia y no los resuelvas con la lógica de tu mente.
Cuando comprendas que el único sentido de tu vida es evolucionar y que ese es el verdadero fin de tu existencia en la Tierra, todo, pero todo lo demás, es un medio para poder lograrlo.
Cuando descubras la diferencia entre lo que creés que sos y lo que sos en realidad.
Cuando puedas ver claramente que sos una parte más del todo.
Cuando logres abstraerte del exterior, sin importar lo que esté sucediendo.

Cuando asumas que nada es lo que parece.

LAS LETRAS DE MICHAEL JACKSON (N° 119)

Heal The World   (Curar al Mundo)
Hay un lugar en tu corazón y yo sé que es amor, y este lugar puede ser mucho más brillante mañana. Y si tu realmente intentas, encontrarás que no hay necesidad de llorar, en este lugar sentirás que no hay dolor ni penas.
Hay maneras de llegar allí si te preocupas suficiente por la vida, haz un pequeño espacio,  haz un lugar mejor...
Cura al mundo, hazlo un lugar mejor por ti y por mi y por toda la raza humana. Hay gente muriendo, si te preocupas suficiente por la vida, haz un mejor lugar por ti y por mi.
Si quieres saber, hay un amor que no puede mentir, el amor es fuerte, solo importa que sea dado alegremente.
Si tratamos podemos ver que hay felicidad,  que no debemos sentir miedo o pavor, porque dejaremos de existir y debemos comenzar a vivir.
Entonces siento que siempre el amor es suficiente para nuestro crecimiento, así que hagamos un mundo mejor,  haz un mundo mejor...
Y el sueño que estamos concibiendo nos revelará una cara alegre y el mundo en el que creíamos brillará una vez más.
Entonces por que mantenemos esta sofocante vida que hirió este planeta y
crucificó su alma, aunque esto es sencillo de ver, este mundo celestial existe por el brillo de Dios.
Podemos volar tan alto sin dejar que alguna vez mueran nuestros espíritus,
en mi corazón yo siento que todos ustedes son mis hermanos.
Creemos un mundo donde no haya miedos,
juntos lloraremos lágrimas felices y veremos a las naciones convertir sus espadas en rejas de arado.
Podemos realmente llegar allí.  Si te preocupa lo suficiente la vida haz un pequeño espacio para hacer un lugar mejor...

Cura al mundo, hazlo un lugar mejor por ti y por mi y por toda la humanidad ...

Cry (Llora)
Alguien tiembla cuando sopla el viento.
Alguien echa de menos a un amigo, resiste.
Alguien carece de un héroe.
Y no tiene ni una pista de cuando va a acabar todo.
Historias enterradas y no contadas.
Alguien está ocultando la verdad, resiste.
¿Cuando se develará el misterio  y brillará el sol  en los ojos del hombre ciego cuando llora?.
Puedes cambiar el mundo (no puedo hacerlo yo solo).
Puedes tocar el cielo (alguien me ayudará).
Son los elegidos (necesitaré alguna señal).
Si, todos lloramos a la vez esta noche.
La gente ríe cuando se siente triste.
Alguien se lleva una vida, resiste.
Ten respeto para creer en tus sueños.
Dime ¿dónde estabas cuando tus hijos lloraron anoche?.
Caras llenas de locura.
Milagros que no se conocen, resiste.
La fe se encuentra en los vientos.
Todo lo que debemos hacer es alcanzar la verdad.
Y cuando esa bandera flameé,  no habrá más guerras.
Y cuando todos llamen,  contestaré todas vuestras oraciones.
¡Cambia el mundo!

De “EL ALQUIMISTA ” (N° 119)

Por Paulo Coelho
Cierto mercader envió a su hijo con el más sabio de todos los hombres para que aprendiera el Secreto de la Felicidad. El joven anduvo durante cuarenta días por el desierto, hasta que llegó a un hermoso castillo, en lo alto de una montaña.  Allí vivía el sabio que buscaba.
Sin embargo, en vez de encontrar a un hombre santo, nuestro héroe entró en una sala y vio una actividad inmensa; mercaderes que entraban y salían, personas conversando en los rincones, una pequeña orquesta que tocaba melodías suaves y una mesa repleta de los más deliciosos manjares de aquella región del mundo. El sabio conversaba con todos, y el joven tuvo que esperar dos horas para que le atendiera.
El sabio escuchó atentamente el motivo de su visita, pero le dijo que en aquel momento no tenía tiempo de explicarle el Secreto de la Felicidad. Le sugirió que diese un paseo por su palacio y volviese dos horas más tarde.
Pero quiero pedirte un favor- añadió el sabio entregándole una cucharilla de té en la que dejó caer dos gotas de aceite-. Mientras camines lleva esta cucharilla y cuida de que el aceite no se derrame.
El joven comenzó a subir y bajar las escalinatas del palacio manteniendo siempre los ojos fijos en la cuchara. Pasadas las dos horas, retornó a la presencia del sabio. ¿Qué tal? -preguntó el sabio-. ¿Viste los tapices de Persia que hay en mi comedor? ¿Viste el jardín que el Maestro de los Jardineros tardó diez años en crear? ¿Reparaste en los bellos pergaminos de mi biblioteca?
El joven, avergonzado, confesó que no había visto nada. Su única preocupación había sido no derramar las gotas de aceite que el Sabio le había confiado.
Pues entonces vuelve y conoce las maravillas de mi mundo -dijo el Sabio-. No puedes confiar en un hombre si no conoces su casa.
Ya más tranquilo, el joven cogió nuevamente la cuchara y volvió a pasear por el palacio, esta vez mirando con atención todas las obras de arte que adornaban el techo y las paredes. Vio los jardines, las montañas a su alrededor, la  delicadeza de las flores, el esmero con que cada obra de arte estaba colocada en su lugar. De regreso a la presencia del sabio, le relató detalladamente todo lo que había visto.
¿Pero dónde están las dos gotas de aceite que te confié? -preguntó el Sabio.
El joven miró la cuchara y se dio cuenta de que las había derramado.
Pues éste es el único consejo que puedo darte -le dijo el más Sabio de los Sabios-. EL SECRETO DE LA FELICIDAD ESTÁ EN MIRAR TODAS LAS MARAVILLAS DEL MUNDO, PERO SIN OLVIDARSE NUNCA DE LAS DOS GOTAS DE ACEITE EN LA CUCHARA.


LA BIFURCACIÓN DEL CAMINO (N° 119)

por Jordi Morella

(De:  jordimorella.blogspot.com)

Una vez, un discípulo estaba con su maestro cuando éste le explicó una historia:
Una vez había un ser humano que decidió empezar a andar por el camino de la luz.
Cuando se adentró en él y llevaba un tiempo avanzando se encontró con una bifurcación. El camino se dividía en dos direcciones. En una había un letrero que indicaba: “Camino de la Riqueza”, en la otra, había un cartel que podía leerse: “Camino del Autoconocimiento”.
El ser humano, que siempre había tenido dificultades para sobrevivir, y viendo las dos opciones, eligió el camino de la riqueza. Habiéndose adentrado en él, se dio cuenta como su vida iba llenándose del mayor bienestar material que hubiera llegado a imaginarse: joyas, dinero, oportunidades de trabajo con grandes ingresos, éxito en sus proyectos, en fin, la vida empezó a sonreírle.
Este humano vio cómo su familia dejó de pasar hambre y pudiéndose comprar una nueva casa, grande, justo en el lugar que él quería. Aquello que tocaba se convertía en éxito. Todos iban a él a consultarle como hacer prosperar sus empresas, o sus pequeños comercios.
Vivía en la más absoluta riqueza material. El hombre se sentía satisfecho y contento. Cada vez tenía más cosas a hacer y menos tiempo para dedicarlo a su familia. Invertía parte de sus ganancias y éstas se multiplicaban. Puso oficinas por todo el país para orientar a todos aquellos que querían ser como nuestro hombre, porqué todo lo que tocaba se convertía en beneficios. Los precios que tenía establecidos para aconsejar no eran nada económicos, de manera que su patrimonio iba en aumento cada vez más.
Llegó un momento que se dio cuenta que hacía dos días que no iba por su casa y que no sabía cuándo lo podría hacer. Estaba tan ocupado con sus negocios que empezó a olvidarse de sí mismo y de los seres, que desde no hace mucho, eran lo más importante para él. Aquel ser humano se fue consumiendo en la rueda de la ambición, en el olvido de quien era, hasta que llegó a un punto que cayó enfermo. Su familia tuvo que ir a buscarlo para traerlo a casa y se recuperara. A su mujer le costó trabajo encontrarlo por qué no sabía en qué oficina se encontraba.
Después de mucha asistencia por parte de su familia y una buena alimentación, nuestro hombre se levantó un buen día y volvió a desaparecer.

Mientras, socios de él se llevaron gran parte del capital que tenía en alguna empresa y desaparecieron del país. Nuestro ser humano tuvo dificultades para reflotar su negocio. Con el tiempo pudo recuperar aquellas empresas que salieron afectadas, a la vez que empezó a haber personas que tenían envidia de su capital, a la vez que se creó enemistades  por no poder atender y solucionar situaciones de amigos y gente amada hasta hace poco. Todo se le acumulaba, incluso trabajadores de algunas de sus empresas querían hacer huelga porqué creían que debían de cobrar más por sus servicios.
La situación creó dolor en el cuerpo de aquel ser humano, cayendo nuevamente enfermo y habiendo de coger la baja temporal hasta que se recuperase del todo. En aquellos momentos en su vida sólo había dolor y abatimiento.
Aquel ser humano continuó caminando por el camino de la riqueza hasta que llegó a un punto donde convergía con otro sendero paralelo al suyo. Aprendió de la experiencia del dolor y el malestar. Continuó andando, y más adelante volvió a encontrarse con una nueva bifurcación.
Había nuevamente dos direcciones. En una había un cartel que ponía: “Camino de la Riqueza”, y en el otro, un cartel que indicaba: “Camino del Autoconocimiento”.
Esta vez se decidió por este último.
Una vez, ya encontrándose en él, se dio cuenta qué había sido su vida hasta el momento y sintió tanta pena y dolor interior que se puso a llorar. Se dio cuenta que él no era como se pensaba que era y que podía hacer muchas más cosas de las que creía que podía hacer.
Aprendió a amarse, dándose cuenta que cuanto más lo hacía, más amaba a los demás y éstos le correspondían con creces.
Nuestro ser humano empezó a perdonar, a aceptar las cosas como venían ya a aprender de todo lo que le pasaba. Con el tiempo se fue dando cuenta que siempre que tenía que comer o necesitaba algo en su vida, lo conseguía por obra de “magia”.
El hombre empezó a dejarse ir por la vida, relajándose, sabiendo que no estaba solo y que era guiado y protegido por una esencia poderosa no visible.
Sintió, también, dolor, al no hacer aquello que le decía el corazón, y sobre todo, cuando se dejaba llevar por sus miedos. Con el tiempo aprendió a controlar su mente y a poner paz en su interior.
Llegó un momento, después de mucho caminar, que sentía el amor puro y creador de toda vida en su interior, permanentemente; dándose cuenta que aquello que quería lo podía conseguir. Se dio cuenta de cuál era su verdadero poder y empezó a utilizarlo para su propia bien y el de los demás.
Andando, vio que el camino que ahora seguía se juntaba con otro que no había elegido.
- Pero, Maestro – le preguntó el discípulo – en los dos caminos ha sentido dolor, no ha podido evitarlo, y es más, si en la primera vez hubiese elegido el camino del autoconocimiento, ¿qué hubiera pasado en la próxima vez que se hubiera encontrado con una bifurcación?

- ¿Quién dice que hubiera encontrado una nueva bifurcación?

Del libro “SOLO EL AMOR ES REAL” (N° 119)

Por Brian Weiss 

Nuestros corazones conocen el camino de la felicidad y la paz interior.
Prácticas espirituales como la meditación y la oración nos recuerdan lo que ya sabemos.
Cuando nos olvidamos del mensaje de nuestro corazón y caemos en la rutina y en los baches de la vida, nos sentimos insatisfechos y desdichados.
Nuestra perspectiva está borrosa, hemos olvidado nuestro plan de vida, nos hemos perdido.
El remedio es sencillo.
Dedica tiempo a recordar tu divinidad, tu naturaleza espiritual.
Recuerda por qué estás aquí.
La meditación es una forma de despertar la memoria.
La meditación es el arte de poner la mente en blanco para acallar la cháchara perpetua que normalmente llena nuestra conciencia.
En la tranquilidad de la mente silenciosa, empezamos a ser observadores, a tomar distancia y, con el tiempo y la práctica,
a darnos cuenta de que existe un nivel de conciencia superior.

SI (N° 119)

Por Rudyard Kipling



Si puedes conservar la cabeza cuando a tu alrededor todos la pierden y te echan la culpa; si puedes confiar en tí mismo cuando los demás dudan de tí, pero al mismo tiempo tienes en cuenta su duda; si puedes esperar y no cansarte de la espera, o siendo engañado por los que te rodean, no pagar con mentiras, o siendo odiado no dar cabida al odio, y no obstante no parecer demasiado bueno, ni hablar con demasiada sabiduria.
Si puedes soñar y no dejar que los sueños te dominen; si puedes pensar y no hacer de los pensamientos tu objetivo; si puedes encontrarte con el triunfo y el fracaso (desastre) y tratar a estos dos impostores de la misma manera; si puedes soportar el escuchar la verdad que has dicho: tergi-versada por bribones para hacer una trampa para los necios, o contemplar destrozadas las cosas a las que habías dedicado tu vida y agacharte y re-construirlas con las herramientas desgastadas.
Si puedes hacer un hato con todos tus triunfos y arriesgarlo todo de una vez a una sola carta, y perder, y comenzar de nuevo por el principio y no dejar de escapar nunca una palabra sobre tu pérdida; y si puedes obligar a tu corazón, a tus nervios y a tus músculos a servirte en tu camino mucho después de que hayan perdido su fuerza, excepto La Voluntad que les dice "!Continuad!".

Si puedes hablar con la multitud y perseverar en la virtud  o caminar entre Reyes y no cambiar tu manera de ser; si ni los enemigos ni los buenos amigos pueden dañarte, si todos los hombres cuentan contigo pero ninguno demasiado; si puedes emplear el inexorable minuto reco-rriendo una distancia que valga los sesenta segundos tuya es la Tierra y todo lo que hay en ella, y lo que es más, serás un hombre, hijo mío.