domingo, 28 de octubre de 2012

APRENDIENDO A VIVIR EN UN NUEVO MUNDO

(Nº 96) Por Ruth Ross

TIEMPO DE SENTIR Y PERCIBIR



¡Cuánto tiempo, cuanta vida, cuanto desgaste nos llevaba el tratar de remar siempre nuestro bote, el tratar de controlar los pasos a seguir, para ir cumpliendo paso a paso lo que nuestra mente y nuestro ego creían que era lo mejor para nosotros en la vida!.
Luego,  muchos de nosotros, corroboramos cada vez más que somos muchos más de los que creíamos ser,  a lo largo y a lo ancho de todo nuestro amado planeta. Y que llegó el momento de darnos cuenta de que las cosas no eran por el lugar del “pensar” sino más bien por el del “sentir y percibir” y comenzamos a vivir nuestras vidas de otra manera.
Siempre siendo conscientes de que llegaría un momento culmine de todo lo que veníamos trabajando con tanto amor, con tanto ahínco. Y ese tiempo llegó y está aquí y es este precioso presente.  El aquí y ahora que a mí me encuentra escribiendo en la computadora  la columna correspondiente al mes de octubre y que vos leerás en tu “aquí y ahora” cuando llegue el momento y este presente ya se haya convertido en mi pasado.
Ser conscientes. Vivir en entrega. Vivir el esplendor.  Vivir sin preocupaciones, con ACEPTACIÓN, expandiendo continuamente la LUZ Y EL AMOR, que están albergados en nuestro corazón. Agradecer cada instante, cada respiración, cada momento de esta vida, haya sido bueno o malo según nuestro punto de vista humano, pero siendo conscientes de agradecer, porque cada momento nos ayudó a pararnos en el lugar en el que hoy estamos y nos ayudó y ayuda a ser quienes somos. Siendo conscientes y agradecidos de que cada persona que interactuó junto a nosotros en algún momento de nuestra vida, participando en esta gran obra de teatro universal, con el personaje requerido para la gran trama de nuestra existencia, lo ha hecho para nuestro mayor bien, para nuestro total aprendizaje y expansión.
Viendo pasar de largo a muchas personas que estuvieron muy cerca nuestro y que hoy deben seguir su camino, ya que su crecimiento personal las sitúan lejos de nosotros y de nuestra energía.
Aliviar la carga emocional, nuestros miedos, nuestros viejos sistemas de creencias y limitaciones, que nos mantenían aferrados a una realidad que no era real, que era condicionante y que solo nos aferraba a la tercera dimensión. Entregar, soltar, vaciar nuestra mochila… Para permitirnos ver y saber que en nuestro aquí y ahora, y luego de tantos años de “control”, de tantos años de sentir que teníamos que ocuparnos de “hacer”, para manifestar lo que necesitábamos, ahora llegó el maravilloso tiempo de sentir el remanso que da el
recostarse en paz en la palma de la mano de Dios, el remanso que da entregar por completo la totalidad de la vida al Universo. El ver las manifestaciones y los regalos de la luz materializados casi aún antes de que nuestros pensamientos, deseos o necesidades pudieran llegar a esbozarlos.
Las sincronicidades están a la orden del día. De la nada aparecen los pequeños y los grandes “milagros” que producen encuentros, reencuentros y acercamientos a aquellas personas que por alguna razón no contemplada por nuestras mentes, teníamos que conocer o teníamos que conectar, o bien, tenían alguna solución para algún problema que nos pudiera estar ocurriendo, y recíprocamente de nosotros hacia los demás.  Es simple, tan solo tenemos que estar vacios y dispuestos a oír, a ver, a sentir, aquello que el Universo nos quiere decir o mostrar.
Quítate los pesos, desátate las ataduras que te retienen y que no te dejan encontrar el mundo maravilloso que se está empezando a vislumbrar. Apresúrate a soltar tu mochila, apura tu paso en la liberación de tu ser, porque todo lo que puedo asegurarte es que no hay palabras humanas para describir la magnificencia  y el esplendor de este momento, si es que te lo permites vivir.
 Ojalá no te lo pierdas!!!



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