viernes, 24 de abril de 2015

APRENDIENDO A VIVIR EN UN NUEVO MUNDO Por Ruth Ross

SOMOS (N° 126)

Las energías que se perciben en nosotros mismos y en el entorno más cercano y más lejano, son bastante pesadas en estos momentos. Las caretas van cayendo una a una como las capas de una cebolla, dejando al descubierto el verdadero rostro de la realidad, mostrando quienes somos y quienes son los demás. La maya está llegando a su fin, pero para eso, tanto la ilusión propia como la ajena se aferran con uñas y dientes a través de los egos heridos y mutilados para sostenerse en un mundo que va iluminándose cada vez más y más con el inmenso e intenso reflejo de la luz.
Días pasados, recibí desde mi Ser Superior un mensaje que habla de estos tiempos y de cómo tenemos que estar para vivir esta intensidad con total excelencia de nuestro Ser.
“Permanecer en el aquí y el ahora en estos momentos en que todo parece mutar hacia lo nuevo es la premisa de vivir en paz, sosiego y felicidad.
Aceptando los nuevos comienzos, las actuales realidades que acompañan nuestro ser. Todo fluye, todo nos guía, nos transporta y nos sitúa en el lugar y momento exacto a donde nuestro ser tenga que estar para continuar su gran proceso metamórfico.
Cada vez todo es menos lo que parece, y siempre el momento y lugar a donde la energía de la luz nos sitúa, termina siendo mucho más maravilloso que cualquier cosa que hubiéramos imaginado con antelación para nosotros y nuestro futuro inmediato.
De pronto sentimos que casi sin darnos cuenta podemos ser el pasado y el futuro dentro de este mismo instante mágico en que todo se une, se sana, se ilumina, se llena de amor. En el pulso de una respiración simplemente “somos” la luz de la verdad divina sostenida en cada latido de nuestro corazón. En cada respiración, en cada palabra. El sol está vivo en nuestro ser, como lo está la luna, la Gaia en su integridad con cada uno de nuestros hermanos que aquí habitan y también el Cosmos en su totalidad. Somos la expansión divina de nuestro ser. Simplemente “somos” mucho más de lo que siempre hubiéramos creído ser.
Pero“somos”.
Y… cuando descubro que “Soy” la felicidad es completa. Siento la perfección, vivo la perfección, canalizo perfección, vibro perfección, respiro perfección, expando perfección, entrego perfección, agradezco perfección.
Soy una en este inmensurable Cosmos. Soy una fluyendo en el éter de la vida, en el intenso regocijo que es este vivir. Un logro místico que me ha traído a esta encarnación para reencontrarme aquí con cada pedacito de quien fui, de quien soy y de quien seré. Para reencontrarme también con todos aquellos que han vibrado en este canto de luces mágicas en distintas etapas evolutivas junto a mí. Para cantar juntos esta nueva canción y para bailar juntos esta danza. La danza de la reunión, de la entrega, del renacer y la sanación. La danza mágica de la ascensión humano planetaria. El baile que nos lleva a recordar nuestros tiempos juntos en tantos lugares, empezando en muchos casos desde la misma Lemuria.
Somos los que fuimos y los que seremos.
Somos la intensidad misma brillando en el éter de la vida, entregándonos al servicio cósmico de la evolución. Entregándonos a los cambios y a fluir con la vida. A creer, a sentir, a ser.
La liberación proviene de lograr separarnos por completo de nuestra mente inquisidora que todo lo ve y todo intenta saber, escudriñando a través de diferentes emociones que intentan hacernos perder el eje que nuestra verdadera realidad.
Pero somos mucho más que eso… SOMOS EL TODO!!!
Soy y somos la profundidad de la vida borbotando de luz a nuestro alrededor.
Soy, somos la expansión divina desde mi misma, desde nosotros hacia todo el que dirijamos nuestra atención.
Soy luz, soy paz, soy amor
Simplemente YO SOY!!!

¡NAMASTÉ!!!!


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