PULIENDO MI DIAMANTE (Nº 117)
Siento que en este momento el
Universo todo me está llevando a transitar por todos los caminos provechosos
que necesito, para dar un acabado perfecto a mi proceso evolutivo. Tomándome
por sorpresa a cada paso y llevándome a encontrar con mi pasado, para liberar
todas las emociones posibles, para terminar de sanar todos los karmas y
finalizar de pulir este diamante en bruto que he sido al comienzo de todo mi
proceso en esta vida terrestre, para que por fin mis alas se desplieguen en su
totalidad y pueda emprender mi vuelo
hacia la libertad plena de mi evolución, manifestando la totalidad de mi sabiduría
y de mi maestría.
Y yo me entrego y acepto gustosa
cada uno de estos desafíos. Son regalos que la vida me brinda, oportunidades únicas
de ver el amor y nada más que el amor en cada una de las personas que han
compartido conmigo o junto a mí los grandes momentos de estos 52 años de vida.
Siento que puedo agradecer a todo y a todos, perdonar, liberar y solo amar. En
algún punto vuelvo a sentirme esa niña que fui y con alegría puedo observarme
con sus ojos, en este rol de adulta que hoy soy, y sé que he llevado un muy
buen camino, sé que la niña que fui está en paz y orgullosa de esta mujer en la
que me he convertido.
También sé que es mucho aun lo
que tengo que aprender, pero también reconozco que estoy dispuesta a continuar,
siendo una de las mejores alumnas de este curso de la vida.
Voy desde la anestesia más
profunda al vértigo más loco, no hay un punto intermedio. De un estado total de
paz, de meditación, a sentirme arrastrada, impulsada dentro de la boca del
tornado más feroz. Los cambios benevolentes inesperados llegan de golpe,
sorprendiéndome con tantos regalos.
Creo que nunca he estado tan
entregada, tan confiada y en paz con lo que el Universo me da y manifiesta en
mi vida. Sé que todo lo que viene por delante son solo concreciones de sueños,
magia, milagros y regalos que la luz me entrega porque por fin desde hace un
tiempo a esta parte aprendí a considerarme merecedora y a aceptarlos y
disfrutarlos.
En este momento los grandes
portales están irradiando su energía para ayudarnos a acelerar nuestros procesos,
nuestras transformaciones. Para apoyarnos
en el rompimiento de nuestra crisálida y encontrarnos con nuestro
verdadero ser, transformado e iluminado vi-brando en la quinta dimensión de
consciencia.
El proceso de metamorfosis no es
fácil, y de hecho en muchos casos puede ser hasta doloroso, si es que la
persona opone resistencia a esos cambios que debe manifestar; y como “cuanto
más resistes, más persiste”, esa persona negada a modificar un solo ápice de su
vida, por más dura que esta sea, por el solo hecho de tener miedo a lo
desconocido o por negarse a dejar de
controlar cada persona o situación de su vida, entonces continuará inmersa en
un gran pozo de dolor, de angustia, enfermedad o depresión, sin poder sentir la
paz y la felicidad que le da el poder correrse de lugar, permitiendo que la luz
divina haga todo el trabajo. Es en este período que nuestros sueños cada vez se
irán manifestando con mayor intensidad y
eso se manifestará en nuestras vidas mucho antes de lo esperado y en
forma más perfecta aún que cualquier
cosa que se nos hubiera podido ocurrir manifestar.
Es la maravillosa oportunidad que
el ser humano tiene para dejar que la energía transformadora penetre en lo más
hondo de su ser, cortando de raíz con aquello que ya no le sirve e impide su
crecimiento y por ende le impide cumplir con la misión por la cual llegó a la
Tierra en esta encarnación. Si el humano puede vislumbrar de algún modo esta
energía, esta vibración, podrá darse cuenta de lo que es realmente importante
en su camino, podrá vislumbrar que cambiar es lo mejor que le podría pasar, que
recibir los regalos de la luz será un premio a su esfuerzo de crecimiento, que
nada de lo vivido hasta este momento ha sido malo, que no ha habido víctimas,
victimarios, culpables, sino que en su recorrido ha encontrado un cúmulo de
maestros que él/ella mismo se ha autoimpuesto para sus aprendizajes. Que sus
karmas han sido sus lecciones de vida, y
que en el aquí y ahora puede permitirse empezar a sentir que la felicidad es
posible y que de ahora en más un nuevo ser ha renacido para tener la vida que
siempre ha soñado. Namasté!
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