COMO UN FRAGMENTO DE UNA PÁGINA DE UN LIBRO
(N°133)
La gran mayoría de los seres humanos está en este hermoso planeta llamado
Tierra jugando un juego, el gran juego de la vida, del cual ni siquiera conoce
sus verdaderas reglas, y como no las conoce, ha puesto sus propias reglas. Lo extrañamente loco es
que estas, las que creo el ser humano, no se cumplen en general, pero
tozudamente el género humano sigue insistiendo a rajatabla en que las cosas son así.
La verdad, mis queridos lectores, es que todos está manejado en forma
perfecta por quien sí sabe cómo son las cosas, Dios, el Gran Hacedor de este
juego, y nosotros, simples humanos, ni siquiera podemos acercarnos a su
comprensión.
Nosotros, con nuestro pequeño porcentaje de conocimiento, juzgamos todo
como bueno o malo y nos enojamos y nos ponemos muy tristes y confusos cuando
vemos manifestarse lo peor del ser humano, nos enfervorizamos defendiendo a
ultranza nuestros ideales o en lo que creemos y por sobre todas las cosas,
perdemos la vida enfocándonos en gastar nuestra energía, sin darnos cuenta, que
en el campo de las probabilidades, lo más probable es que estemos equivocados
en la gran mayoría de las veces.
Todo, porque no podemos comprender aunque sea mínimamente, como es el
juego de la vida.
Partamos de una diferente comprensión, les pido que hagan el esfuerzo.
En principio esta vida, este pequeño lapso de existencia de 80 años promedio,
que para nosotros lo es todo, para Dios solo es un brevísimo lapso perteneciente a un pequeñísimo porcentaje
de las diferentes vidas que vive nuestro alma, que es el que le da sustento no
solo a esta vida sino a todas. Entonces,
nuestra alma, que es eterna, tiene una existencia “vivida” de miles de
vidas, por lo cual, si nosotros fuéramos un poco parte de la mente de Dios,
¿cómo deberíamos tomar esta vida? En realidad como lo que es, como un
pequeñísimo fragmento de una página perteneciente a un gran libro, donde solo
tiene importancia para llenar una partecita de esa página. El problema es que
para nosotros esa página es todo lo que podemos ver, nosotros existimos
conscientemente solamente en ese fragmento, entonces para nosotros esa página
lo es todo y es por eso que lo transformamos en un verdadero drama.
Pero que sucedería si pudiéramos comprender que aunque no podamos ver,
ni sentir, ni otra cosa que no sea vivir
en esa página del gran libro de la vida, en realidad somos parte de la
totalidad. ¿Sería tan importante lo que nos sucede en esta vida?
Amigos, aunque desde nuestra perspectiva lo es y nos duele todo lo que
vemos que sucede en este bendito mundo, la auténtica verdad es que nos falta
una gran comprensión de la totalidad. En verdad no podemos ni podremos
comprenderla, somos una parte demasiado pequeña para ello, por ello solo podemos
hacer el esfuerzo de intentar elevarnos a una comprensión más profunda, un poco
tal como nos decía el gran Einstein: “Dios no juega a los dados con el
Universo”; tal como nos han dicho siempre los grandes sabios de la antigüedad:
“Todo es perfecto en el Universo”; tal como nos han enseñado los grandes
maestros en toda la historia: “No hay errores, no hay culpas, todo es una
cuestión de aprendizajes”.
Para terminar, no nos es posible comprender lo que verdaderamente es la
vida, pero si podemos intentar comprender que si el Universo es perfecto lo que
nos sucede también, aunque nos parezca incomprensible, y eso es absolutamente
lógico cuando solo basamos nuestra existencia en sólo una pequeñísima parte,
aunque, repito, para nosotros lo sea todo.
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