Constantemente se puede observar a simple vista, como la humanidad está
dividida entre quienes ven el lado positivo de la vida y entre quienes se dejan
llevar, generalmente, por lo que consideramos como negativo. No significa esto,
por supuesto, que como humanos que somos no tengamos asiduamente desniveles,
somos cíclicos y nos suceden cosas diferentes en todo momento. A todos nos
pasan infinidad de acontecimientos que nos ponen tristes, nos angustian, nos enojan,
a todos nos duelen acciones o dichos de otros, en definitiva, todos tenemos
problemas.
Lo que cada uno tiene que evaluar es mucho más profundo. Cada uno
debería preguntarse cuál es la actitud que tiene frente a la vida, porque de
eso depende si nos estamos equivocando o no, si verdaderamente estamos viviendo
como debemos vivir, o si no nos permitimos vivir y solo estamos existiendo. Es
muy sutil la diferencia y solemos no darnos cuenta, y sin embargo, allí radica
el gran secreto de la vida misma, que es si podemos disfrutar de la vida o no.
Y todo depende de nosotros, lo reitero, todo, pero todo, deriva de nuestra
actitud frente a la vida misma, todo es consecuencia de como la vemos, solo
nosotros somos los que hacemos la diferencia.
En este mundo que nos toca vivir, parecería que está de moda sufrir,
hacernos mala sangre, en definitiva potenciar lo malo. Y no es casualidad, en
realidad este es un mundo manejado por gente muy poderosa que nos tiene dominados
y que nos manipula constantemente, y esto, se logra fácilmente si nos tiene preocupados,
desconfiados y desalentados, simplemente
porque eso nos hace débiles, entonces somos fácil carnada de todo lo que
quieren lograr de nosotros.
El camino transitado de esta manera nos baja las defensas y nuestro
sistema inmunológico queda a expensas de cualquier mala energía, y de esa
manera, somos pasibles de cualquier enfermedad. Pero repito: Todo depende de
que actitud tenemos frente a la vida. NO NOS ES POSIBLE EVITAR LAS INFLUENCIAS
EXTERNAS, PERO SÍ PODEMOS HACER UN ESFUERZO CONSTANTE PARA QUE NO NOS AFECTEN.
Esto termina siendo lo más importante que podamos hacer en nuestra vida. Y para
ello, debemos todos los días de nuestra existencia recordar en forma consciente
quienes somos y que es lo verdaderamente
importante, y después, buscar algún mecanismo que nos haga dar cuenta lo más
rápidamente posible que podamos, de cómo son las cosas en realidad. Porque en
verdad venimos a este mundo a ser felices, sanos, plenos, y para ello, solo te
voy a hacer unas preguntas: ¿acaso no te diste cuenta, que lo importante son
tus afectos y todo lo que tenés adentro, como sentir amor, manifestar la
verdad, ser feliz, sentirte pleno, con fuerza de voluntad, con fe, con
optimismo y con alegría de vivir? ¿Es esto una novedad para vos?
Y entonces, ¿para qué te dejás llevar por lo negativo? No darle tanta importancia depende de que a
cada instante no te distraigas con lo que debería ser el maravilloso objetivo
de tu vida: buscar siempre el lado positivo de la vida. Y recién allí comenzarás
a sentirte diferente, la plenitud del bienestar será presente en tu vida y un
giro de 180° se manifestará.
No hay comentarios:
Publicar un comentario