LA TÉCNICA DE LA NO INTERVENCIÓN O EL WU WEI DE MASANOBU FUKUOKA
Principios básicos de la Agricultura Natural (De: www.ecoagricultor.com)
No arar: En su estado natural la tierra no se ara a sí misma y los bosques siguen siendo cada año más fértiles si se les deja evolucionar. Al remover la tierra estamos modificando parte de la estructura y composición del suelo y destruyendo microscópicas comunidades de nemátodos, bacterias y hongos que hacen que una tierra sea rica y variada.
No usar abonos ni fertilizantes: De
igual forma, los bosques no se abonan a base de compuestos
concentrados. El simple aporte de materia vegetal que se descompone por
acción de los citados habitantes de los suelos es suficiente para
recuperar los nutrientes que en su día captaron las plantas a distintas
profundidades del suelo. Todo esto y muchas más partículas procedentes
de la fauna animal y lo que trae el viento hacen que la capa vegetal
concentre una fertilidad inmensa.
No eliminar malas hierbas ni usar herbicidas:
Las malas hierbas no existen si las conocemos y aprendemos a
controlarlas con métodos naturales. Fukuoka propone estudiarlas para
sacar partido de ellas y que interacciones con otras especies vegetales y
la fauna del suelo para enriquecer el agrosistema. Una invasión de
trébol deja de serlo cuando pensamos que evita el crecimiento de otras
plantas de mayor porte y enriquece el suelo fijando nutrientes como el
nitrógeno gracias a la simbiosis con determinadas bacterias del suelo.
No usar pesticidas: Las
plagas en los monocultivos sólo se saben controlar a base de venenos.
El método Fukuoka evita este tipo de cultivo intensivo, que agota el
suelo, y prefiere sistemas con varias especies, donde es posible
equilibrar de forma natural las poblaciones de insectos con el fin de
que no resulten perjudiciales.
No podar: El propósito
es permitir a las plantas alcanzar el porte para el que la naturaleza
las diseño. Puede podarse una rama enferma o una que moleste en exceso a
otra planta que nos interese, pero no resulta interesante modificar la
forma original de un árbol a base de podas drásticas.
Esta forma natural de cultivar ha sido englobada en las técnicas de la llamada Permacultura
y en definitiva se basa en observar e imitar a la naturaleza, que es
bastante más sabia que nosotros, en vez de intentar controlar todos y
cada uno de los factores de un ecosistema a base de productos químicos,
tratamientos mecánicos o alteraciones genéticas.
Aunque muchos pueden pensar que se trata
de la locura de un japonés idealista, hay que saber que el método
Fukuoka ha sido usado con éxito en muchos países y que él mismo ha
conseguido plantaciones de arroz con granos el doble de grandes que los
grandes monocultivos de arroz de su país. Eso sí, sus plantaciones de
arroz pueden estar mezcladas con manzanos, plantas de centeno y tapices
de trébol blanco. Esto es lo mejor de todo, que su sistema funciona.
Incluso se ha utlizado con éxito para reverdecer áreas desprovistas de
vegetación.
La técnica del no hacer
El Wu Wei (no hacer nada) no se trata de
sentarse y esperar a que la tierra se convierta en el jardín del edén.
Muchas veces requiere años de observación y estudio de la tierra, hasta
dar con las especies adecuadas y conseguir un estado de fertilidad
óptimo para lograr una buena producción.
Lo que es seguro es que los frutos obtenidos son de un sabor insuperable por cualquier explotación agrícola moderna, donde se llegan a recoger las manzanas muchos meses antes de su maduración
para poderlas guardar largos tiempos y transportarlas por barco a sus
destinos finales. Cuando lleguen lo harán sin el sabor que tienen las
manzanas recien cogidas en su punto exacto de maduración, además de con
unos precios inflados a causa de los intermediarios.
Bolas de arcilla o Nendo dango,
este sistema de plantación también resulta sorprendente por su
sencillez. Para evitar que los pájaros se coman gran parte de las
semillas, las envuelve en bolitas de arcilla de 2-3 cm y las esparce por
el campo. Con las lluvias, las bolas que protegen a la semilla se
deshacen y permiten a la semilla crecer.
Los restos vegetales sobrantes de la
cosecha del año anterior sirven para cubrir la tierra, proporcionarle
protección contra la erosión, conservar la humedad y servir de compost
al suelo. Así ocurre en la naturaleza y este sistema tan eficaz tiene
una eficacia más que probada por cientos de miles de años.
El método Fukuoka o la Agricultura
Natural se podría considerar como una forma de Agricultura ecológica
llevaba al extremo. Además también es Permacultura porque busca en igual
grado el cuidado de la tierra y de las personas para obtener un
rendimiento justo. Este acercamiento a la naturaleza hay que tomarlo muy
en serio porque además de su eficacia es una forma de producir
alimentos sin exprimir el ecosistema.
“La senda natural del cultivo” es uno de lo libros que han hecho a Masanobu Fukuoka universalmente conocido.
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