jueves, 1 de agosto de 2013

EL MARAVILLOSO DESPERTAR DE LA CONSCIENCIA Por Sergio Lipp

LOS CICLOS , LA ACCIÓN Y REACCIÓN Y EL EFECTO RESORTE (Nº 105)

Todo en la vida son ciclos que van y que vienen; y estos son ondulantes, toman impulso, tienen su momento de expansión y luego decaen, volviendo al mismo punto de donde surgieron. Más o menos como un resorte. Cuando hacemos fuerza comprimiéndolo, este saldrá disparado con mucha fuerza para luego inexorablemente volver a su posición original.
Todo en la vida es como lo que las leyes físicas denominan “ley de acción y reacción”, cada acción que hacemos produce una reacción en consecuencia. Y esto es en el plano de las realidades físicas, las que son tangibles por nuestros sentidos, pero también sucede lo mismo de acuerdo a las intangibles, las que no se pueden ni ver ni tocar, pero que sin embargo, marcan y conducen la vida de todos y de cada uno de los seres humanos, de nuestro planeta y del Universo entero. Leyes universales, por ejemplo, como la de “causa y efecto” determinan lo que nosotros llamamos pasado, presente y futuro. Cada acción, pensamiento o decisión que tomemos en cualquier momento de nuestra vida inexorablemente tiene una consecuencia que va a modificar nuestro futuro a cada instante, por ello es que también lo estamos cambiando todo el tiempo, pero así mismo es verdad que lo que es mejor para nosotros también lo podemos modificar conscientemente si queremos. Por algo los orientales nos dicen aquello de que el más pequeño aleteo de una mariposa, produce modificaciones en todo el Universo.
Aunque a nosotros nos parezca imperceptible y no podamos percibirla, cada pieza de este complejo Universo está unida y concatenada a otra, cada movimiento por pequeño que sea, produce un reacomodamiento de las infinitas piezas de aquel engranaje al cual pertenecemos.
Decía anteriormente que podemos conscientemente modificar nuestro futuro, y para ello, es prioritario que comencemos a “leer” los ciclos de una vez, por lo menos de alguna manera, aunque no podamos ver la totalidad. Decía que cada ciclo es ondulante y tiene un impulso, una expansión y una contracción, como si fuera un resorte. Por lo tanto, si aprendemos a percibir en que momento y lugar nos encontramos en este preciso instante, podremos favorecernos con el movimiento ondulante. Si en este momento sentimos que estamos como en una expansión, si alimentamos lo que estamos haciendo, será el momento preciso para acrecentarlo. Es como alimentar una racha positiva. Pero si estamos en un período donde todo se contrae, lo que deseamos lograr se posterga, no tenemos eco en nuestras acciones, por ejemplo, muy probablemente será mejor que tranquilamente esperemos a que pase ese ciclo y que vuelva a su origen.
Si somos capaces de sentirlo, también sabremos que luego llegará el instante mágico en el cual podremos tomar fuerza para lanzarnos a correr, y es en ese instante donde también podremos comenzar a cambiar de dirección como apuntando hacia otro lado, también existe la posibilidad de seguir en la misma dirección, entonces simplemente deberemos fortalecerla con más fuerza aún.
El efecto resorte se cumple siempre, como el día y la noche, las mareas que van y vienen, el ying y el yang, las leyes físicas y las leyes universales. Solo es una cuestión de aprender a leer los tiempos que uno va viviendo a cada paso y moverse lo más coherentemente posible con esa energía, y no con los meros deseos humanos que nos llevan muchas veces a la no concreción y al desgaste excesivo.
Todo tiene que ver con la lectura correcta de los tiempos y de la energía que se mueve con ellos.




 


No hay comentarios:

Publicar un comentario