miércoles, 28 de agosto de 2013
UNA GOTA HACE LA DIFERENCIA (Nº 106)
(De: www.luzysabiduria.com)
Había un incendio en un gran bosque de bambú. Se habían formado unas llamaradas impresionantes, de una altura extraordinaria.
Una pequeña ave, muy pequeñita, fue al río, mojó sus alas y regresó sobre el gran incendio, y las empezó a agitar para apagarlo; y volvía a regresar y volvía a ir una y otra vez.
Los dioses que la observaban, sorprendidos la mandaron a llamar y le dijeron:
- Oye, ¿Por qué estás haciendo eso? ¿Cómo es posible? ¿Cómo crees que con esas gotitas de agua puedas tú apagar un incendio de tales dimensiones? Date cuenta: No lo vas a lograr.
Y el ave humildemente contestó:
- El bosque me ha dado tanto, le amo tanto… Yo nací en él, este bosque me ha enseñado la naturaleza. Este bosque me ha dado todo lo que soy. Este bosque es mi origen y mi hogar, y me voy a morir lanzando gotitas de amor, aunque no lo pueda apagar.
Los dioses entendieron lo que hacía la pequeña ave y le ayudaron a apagar el incendio.
Cada gotita de agua apacigua un incendio. Para cada acción que emprendamos con amor y entusiasmo, su reflejo será un mejor mañana.
No subestimes las gotas, porque millones de ellas forman un océano. Todo acto que realizamos con amor, regresa a nosotros… multiplicado.
No subestimes las gotas, porque millones de ellas forman un océano. Todo acto que realizamos con amor, regresa a nosotros… multiplicado.
"EL MARAVILLOSO DESPERTAR DE LA CONSCIENCIA" Por Sergio Lipp (Nº 106)
¿Y PARA QUÉ?
Una vez mantuve la siguiente
conversación con mi mamá, al ver que ni bien se levantaba prendía un canal de
noticias, el cual se mantenía encendido casi todo el día.
-
Mamá,
¿para qué ponés las noticias desde temprano?-
-
¿Cómo
para qué? Para estar informada – me contestó.
-
¿Y
para qué necesitás estar informada? – le pregunté.
-
Pero…
imagínate, yo salgo de casa y me comentan algo que está pasando y si no, no
tengo de que hablar.-
-
¿Y
para qué te sirve eso?-
-
Pero
hijo… no puedo parecer una tonta, tengo que saber qué es lo que está pasando.-
-
¿Y
para qué?-
-
¿Cómo
para qué?, para poder hablar con la gente.-
-
¿Y
por qué no hablás de la vida, de lo hermoso de la naturaleza, de la paz
interior, etc., etc., etc.-
-
…
No sé…-
Esta conversación
casi textual, representa lo que el ser humano dice que es la realidad. La gran
mayoría de las personas terminan hablando sobre los temas, que quienes manejan la
opinión pública nos ponen sobre el tapete, y así, tristemente nos manipulan en
todo, y nosotros, caemos en la trampa una y otra vez. Todo está estudiado muy
prolijamente para que nuestra personalidad responda a ciertos parámetros
preestablecidos y además, para que nuestro ego se sienta complacido. Por ello,
en realidad lo que todo el tiempo estamos haciendo es un “culto a la
personalidad”, todo el día buscamos conversar con quien sabemos que va a
coincidir con nuestras apreciaciones sobre algo, y si no intentamos que
coincida, y como la mayoría de las veces lo logramos, porque el otro hace
exactamente lo mismo, nos vamos satisfechos, aunque nuestros puntos de
coincidencia sean las más atroces o estúpidas conclusiones.
Parecería que vamos
por la vida buscando ser “creíbles”, y ello se logra formando parte de la
mayoría, ¿pero cuando buscamos la verdad?. Hay un concepto generalizado de que
la “mayoría” detenta la verdad, desde que los griegos inventaron la democracia,
y no hay duda que no pudiendo determinar qué es lo mejor, la mayoría por lo
menos nos da una manera legítima. Lo que sucede es que con el tiempo la
aplicamos a casi todos nuestros conceptos, dando por hecho que estando con la
mayoría estamos representando la verdad. Pero eso no es cierto, porque hace
mucho que la verdad ha sido manipulada. No tenemos ninguna otra forma que
descubrirla, abstrayéndonos un poco de todo y preguntarnos a cada paso que
damos, ¿y para qué hacemos cada cosa?, ¿y para qué hablamos eso que hablamos?,
¿y para qué tomamos determinada decisión?.
Cuando pongamos
sobre el tapete de nuestra vida cada vez más el ¿y para qué?, podremos darnos
cuenta claramente que en gran parte de nuestra vida terminamos haciendo o
diciendo lo que al otro le complace y eso muy pocas veces tiene verdaderamente
que ver con lo que en verdad nosotros queríamos.
No existe ninguna
posibilidad de encontrar la verdad sobre todas las cosas si no es apartarnos de
lo que hace o dice el otro y preguntándonos a nosotros mismos ¿y para qué? Y si
nosotros mismo no encontramos la respuesta a esa pregunta, mi querido amigo, es
porque no tiene ningún sentido que lo hagamos.
INFORMES DE LA NUEVA TIERRA (Nº 106)
LA TÉCNICA DE LA NO INTERVENCIÓN O EL WU WEI DE MASANOBU FUKUOKA
Principios básicos de la Agricultura Natural (De: www.ecoagricultor.com)
No arar: En su estado natural la tierra no se ara a sí misma y los bosques siguen siendo cada año más fértiles si se les deja evolucionar. Al remover la tierra estamos modificando parte de la estructura y composición del suelo y destruyendo microscópicas comunidades de nemátodos, bacterias y hongos que hacen que una tierra sea rica y variada.
No usar abonos ni fertilizantes: De
igual forma, los bosques no se abonan a base de compuestos
concentrados. El simple aporte de materia vegetal que se descompone por
acción de los citados habitantes de los suelos es suficiente para
recuperar los nutrientes que en su día captaron las plantas a distintas
profundidades del suelo. Todo esto y muchas más partículas procedentes
de la fauna animal y lo que trae el viento hacen que la capa vegetal
concentre una fertilidad inmensa.
No eliminar malas hierbas ni usar herbicidas:
Las malas hierbas no existen si las conocemos y aprendemos a
controlarlas con métodos naturales. Fukuoka propone estudiarlas para
sacar partido de ellas y que interacciones con otras especies vegetales y
la fauna del suelo para enriquecer el agrosistema. Una invasión de
trébol deja de serlo cuando pensamos que evita el crecimiento de otras
plantas de mayor porte y enriquece el suelo fijando nutrientes como el
nitrógeno gracias a la simbiosis con determinadas bacterias del suelo.
No usar pesticidas: Las
plagas en los monocultivos sólo se saben controlar a base de venenos.
El método Fukuoka evita este tipo de cultivo intensivo, que agota el
suelo, y prefiere sistemas con varias especies, donde es posible
equilibrar de forma natural las poblaciones de insectos con el fin de
que no resulten perjudiciales.
No podar: El propósito
es permitir a las plantas alcanzar el porte para el que la naturaleza
las diseño. Puede podarse una rama enferma o una que moleste en exceso a
otra planta que nos interese, pero no resulta interesante modificar la
forma original de un árbol a base de podas drásticas.
Esta forma natural de cultivar ha sido englobada en las técnicas de la llamada Permacultura
y en definitiva se basa en observar e imitar a la naturaleza, que es
bastante más sabia que nosotros, en vez de intentar controlar todos y
cada uno de los factores de un ecosistema a base de productos químicos,
tratamientos mecánicos o alteraciones genéticas.
Aunque muchos pueden pensar que se trata
de la locura de un japonés idealista, hay que saber que el método
Fukuoka ha sido usado con éxito en muchos países y que él mismo ha
conseguido plantaciones de arroz con granos el doble de grandes que los
grandes monocultivos de arroz de su país. Eso sí, sus plantaciones de
arroz pueden estar mezcladas con manzanos, plantas de centeno y tapices
de trébol blanco. Esto es lo mejor de todo, que su sistema funciona.
Incluso se ha utlizado con éxito para reverdecer áreas desprovistas de
vegetación.
La técnica del no hacer
El Wu Wei (no hacer nada) no se trata de
sentarse y esperar a que la tierra se convierta en el jardín del edén.
Muchas veces requiere años de observación y estudio de la tierra, hasta
dar con las especies adecuadas y conseguir un estado de fertilidad
óptimo para lograr una buena producción.
Lo que es seguro es que los frutos obtenidos son de un sabor insuperable por cualquier explotación agrícola moderna, donde se llegan a recoger las manzanas muchos meses antes de su maduración
para poderlas guardar largos tiempos y transportarlas por barco a sus
destinos finales. Cuando lleguen lo harán sin el sabor que tienen las
manzanas recien cogidas en su punto exacto de maduración, además de con
unos precios inflados a causa de los intermediarios.
Bolas de arcilla o Nendo dango,
este sistema de plantación también resulta sorprendente por su
sencillez. Para evitar que los pájaros se coman gran parte de las
semillas, las envuelve en bolitas de arcilla de 2-3 cm y las esparce por
el campo. Con las lluvias, las bolas que protegen a la semilla se
deshacen y permiten a la semilla crecer.
Los restos vegetales sobrantes de la
cosecha del año anterior sirven para cubrir la tierra, proporcionarle
protección contra la erosión, conservar la humedad y servir de compost
al suelo. Así ocurre en la naturaleza y este sistema tan eficaz tiene
una eficacia más que probada por cientos de miles de años.
El método Fukuoka o la Agricultura
Natural se podría considerar como una forma de Agricultura ecológica
llevaba al extremo. Además también es Permacultura porque busca en igual
grado el cuidado de la tierra y de las personas para obtener un
rendimiento justo. Este acercamiento a la naturaleza hay que tomarlo muy
en serio porque además de su eficacia es una forma de producir
alimentos sin exprimir el ecosistema.
“La senda natural del cultivo” es uno de lo libros que han hecho a Masanobu Fukuoka universalmente conocido.
APRENDIENDO A VIVIR EN UN NUEVO MUNDO Por Ruth Ross (Nº 106)
LA PERFECCIÓN DIVINA EN NUESTRA VIDA
¡Qué momentos excitantes, mágicos y
plenos para vivir estamos viviendo!, para
estar intensamente en el aquí y el ahora, permitiéndonos liberarnos, entregando
nuestra vida y confiar en que la sabiduría divina nos traerá todo aquello que necesitemos
para nuestro viaje, todo aquello que contribuya a acompañar nuestro proceso de
crecimiento evolutivo de la mejor manera. En lo que transcurrió desde que
escribí mi artículo de julio hasta el momento, hemos visto esta realidad de la
que te estoy hablando, en forma casi te diría que, permanente.
Por empezar te relataré que nuestra
computadora, nuestra herramienta de trabajo, venía presentando un problema, se
apagaba varias veces por día y en un momento en que mis hijos la estaban
utilizando, la pantalla se puso negra por completo. Cuando Sergio llevó la CPU
a revisar, le dijeron que el problema por el cual se apagaba estaba en el disco
rígido, pero que lo de la pantalla negra, no tenía nada que ver con esto, sino
que el monitor había cumplido su ciclo.
Para serte sincera, en ningún momento
tuve miedo de que no se solucionara el tema, sabía que de una u otra forma el
Universo nuevamente iba a golpear a nuestra puerta con sus regalos. Entonces,
nuestros hijos mayores nos dijeron que ellos nos regalaban un plasma para la
compu. ¡Como verás, el milagro llegó!
Así que seguimos trabajando y juntando
dinero para comprar una nueva CPU. Pero la prueba de fe y confianza iría más
profundo aún, ya que un día, cuando recién habíamos llegado a juntar cerca de
la tercera parte del valor de una CPU, de la noche a la mañana, nuestra compu
se apagó por completo. Sergio la llevó al técnico y este le dijo que el aparato
había detonado por todos lados, literalmente se había muerto nuestra
herramienta de trabajo y era necesario comprar una nueva urgente, para
traspasar toda la información que teníamos en la anterior y continuar así con
nuestra tarea de hacer esta nuestra revista, y que, como todos los meses la
recibas y la lleves en tu corazón.
La magia hizo que las cosas se
acomodaran armoniosamente y, finalmente la CPU nueva ya está en casa, funciona
en excelencia y desde ella estamos en nuestro presente haciendo esta revista
que quizás en algún momento de agosto, o cuando sea que el Universo la haga
llegar a vos, la tendrás ante tus ojos.
La cosa no terminó allí. La semana en
la que estuvimos sin computadora, el trabajo interior fue más que intenso, en
el medio de ese proceso, me surgió la manera de pintar un espejo y eso hice.
Fueron dos días de intenso trabajo, y como el diseño que le hice fue muy
especial me transportó por completo. Allí mismo me surgió que iba a pintar “espejos
para el ser”.
Lo último que puedo contarte de las
cosas más llamativas y fuertes que hemos vivido en estos tiempos es que en el
día de ayer, fui a entregar las revistas y a cobrar la publicidad a uno de nuestros auspiciantes y me encontré
con que el negocio había sido vendido. De golpe de un taxi bajó una hermosa
mujer, y me dijo:- discúlpame por llegar tarde a abrir-
A lo que yo le respondí que no se
hiciera problema, que yo solo quería dejarle unas revistas, y ofrecerle
publicidad.
La mujer se emocionó cuando supo que
la revista que yo llevaba era “Mensajeros de Luz”, me dijo que hacía mucho
tiempo que había querido conocerme. Estuvimos conversando un rato, fue un lindo
encuentro de almas. Y finalmente ella me abonó la publicidad que me había hecho
el anterior dueño del local y por supuesto sigue como auspiciante de la
revista.
Lo que quiero transmitirte con todo
este relato, es que en estos tiempos, si logras estar en paz, si logras estar
en armonía, en equilibrio, si no priorizas la voz de tu ego hablando sin ton ni
son y, solo logras discernir con tu Ser Superior, la Perfección Divina se
manifiesta, siempre, inexorablemente, para nuestro mayor bien. Puesto que si
tus intenciones son de amor, del bien, si estás haciendo el trabajo de entrega
que corresponde, la magia se desata e irrumpe en tu vida, trayendo solo lo
mejor para vos. Sólo tenés que permitirte probarlo.
Namasté!
CUANDO CREAS QUE TODO ESTÁ PERDIDO Por Sergio Lipp (Nº 106)
Cuando creas que todo está perdido… simplemente deja de
pensar por un instante y levanta tu mirada hasta el cielo.
Déjate llevar por el recorrido de una nube cualquiera, sigue
el aleteo de los pájaros, observa los rayos del sol iluminando todo, siente la
suave brisa del viento golpeando tus mejillas. Si es de noche, contempla la
luna que siempre está sonriente, distráete con el titilar de alguna estrella y
quien te dice, por ahí justo se te cruza una estrella fugaz.
Luego, solo piensa que en la vida siempre hay una solución,
recapacita sobre cómo es que llegaste hasta este momento, cuantas cosas pasaron
hasta hoy, cuanto es lo que superaste que en ese instante creíste no poder.
Por último recuerda que Dios o en lo que creas nunca nos va
a dar una carga más pesada que la que podemos soportar, aunque si, es cierto,
en cada uno de esos momentos nosotros no confiamos en superar lo que nos está
sucediendo. A diferencia de Él que si sabe que sí.
Y nunca te olvides, que la vida se vive dirigiéndose hacia
adelante, nunca para atrás por eso nuestros ojos están al frente, así como
nuestros pies.
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