TEMAS (Nº 94)
"HAY EMOCIONES QUE PUEDEN MATARTE”
Entrevista a: Stella Maris Maruso, terapeuta
(De:www.elblogalternativo.com)
Entrevista a: Stella Maris Maruso, terapeuta
que aplica la psiconeuroendocrinoinmunología:
Educo a personas que atraviesan crisis severas. Estoy casada y he
criado cuatro hijos. ¿Política? Ayudar a los demás a vivir hasta el último
instante. ¿Dios? No soy religiosa, soy espiritual: experimentar la trascendencia
me sana
¿Cuántos pacientes?
Casi 30.000 en los últimos 30 años, con enfermedades de todo tipo,
cánceres...
¿Cómo los ayuda?
No tratando de no morir, sino de vivir hasta morir. De morir bien.
¿Qué es morir bien?
Vivir hasta el último instante con plenitud, intensamente. Vivir más no
es más tiempo, sino sentirte alegre por estar aquí y ahora.
¿Acaso no vivían antes de enfermarse?
¡Muchos agradecen que su cáncer les haya enseñado a ser felices, a
vivir! La enfermedad es una oportunidad de enriquecerse.
Mejor que no llegue.
¡Pero llega! El dolor entra en todas las casas. ¡Y esto hay que saberlo!
Deberíamos aprender desde niños que morir es parte de la vida, y a fortalecernos
en cada contrariedad.
No nos lo enseñan, es verdad.
Al no aprender a dominar la mente, vivimos arrastrados por ella. Eso es
malvivir. ¡La mente es demasiado loca para confiarle tu vida! Confíale tus
negocios, ¡pero no tu vida!
¿Por qué no?
La mente va de excitación en excitación, te impide gozar la vida. Los
médicos dicen que padecemos "síndrome de déficit de deleite": ¡no
sabemos gozar de lo que nos da la vida! Yo lo procuro. Un 10% es lo que te pasa y un 90% es lo que
haces con lo que te pasa.
Cuestión de actitud. ¿Cuál es la mejor?
Sentir pasión ante la incertidumbre de la vida, ante lo que sea que
vaya a traerte.
¿Sea lo que sea?
Sí. Los psiquiatras detectan que hoy padecemos de neurosis noógena:
falta de responsabilidad y sentido de la propia existencia.
Pues sí que andamos mal.
Sí, pero la ciencia vanguardista trae buenas noticias: acudiendo a tu
interior puedes obtener todo lo que necesites, producir endógenamente todas las
drogas analgésicas, euforizantes... ¡Puedes aprender a sanarte!
¿Y prescindir de la medicina?
Hablo de la tercera revolución de la medicina: después de la cirugía y
los antibióticos, llega la psiconeuroendocrinoinmunología.
A ver si me cabe la palabra en una línea.
Es la disciplina que integra psiquismo y biología, tras treinta años de
investigaciones de sabios como Carl Simonson, Robert Ader, Stanley Krippner...
¿Qué postulan?
La interconexión del sistema nervioso central, el nervioso periférico,
el endocrino y el inmunológico. Te lo resumo: ¡las emociones modifican tu
capacidad inmunológica!
¿O sea que una emoción puede enfermarme?
La angustia ante lo incierto, el miedo, la desesperanza, el
remordimiento, la rabia... ¡Cada una tiene su bioquímica! Y es venenosa, es
depresora del sistema inmunológico.
¿De un día para otro?
La salud no es un estado: es un proceso, y muy dinámico. ¡Por tanto,
siempre puedes reforzar tu salud si trabajas tus emociones!
¿Las trabaja usted con sus pacientes?
Sí. Hay pacientes ordinarios, sumisos a creencias establecidas, y
pacientes extraordinarios, que generan creencias sanadoras.
Creer que puedes curarte... ¿puede curarte?
Hay un viejo experimento famoso: a cuarenta mujeres con con cáncer de
mama, el médico les contó que la quimioterapia las dejaría calvas. Luego, sólo
suministró quimioterapia a veinte mujeres y dejó que las otra veinte creyesen
recibirla...
Y no me diga que...
Sí, sí: el 60% de las segundas quedaron tan calvas como las tratadas
con quimioterapia. ¿Qué modificó la bioquímica interna de esas mujeres? ¡Sus
propias creencias!
Inducidas por el médico.
Lo que demuestra el enorme poder del médico. ¡El médico puede estimular
con su actitud la capacidad auto curativa del paciente! Un hijo mío es médico:
a él y a todos los médicos les ruego que jamás le digan a un paciente que su
condición biológica es irreversible. Ese es el único pecado médico.
Pues hay diagnósticos que desahucian.
Son condenas: matan más que el tumor. Acepta el diagnóstico que sea,
¡pero jamás aceptes un pronóstico! Jamás: si abandonas la esperanza de mejorar,
de luchar por tu propia salud..., activas el suicidio endógeno.
Pero sembrar falsas esperanzas...
¿Falsas? A mi padre le pronosticó el médico tres meses de vida por un
diagnóstico de cáncer de próstata diseminado al hígado. Trabajamos juntos con
amor, relajación, meditación, nutrición... y al año no tenía células
cancerosas. Vivió 18 años más.
¿Qué dijo su médico?
“Milagro", dijo. Remisión espontánea. Desde ese día cerré mi
empresa y me volqué a ayudar a otros como a mi padre. Y yo hoy vivo en la
frontera del milagro: la remisión es un efecto colateral en enfermos que han
abrazado las fuerzas de la salud, la vida.
¿Cómo han dado ese abrazo?
Sintiendo que la enfermedad enriquece su vida y que morir no es un
castigo, ampliando el círculo de lo que les importa y poniéndose al servicio
con amor por la vida que nos traspasa, escapando de su cabeza y empezando a
sentir: a reír, a llorar... Se han permitido asombrarse y han experimentado
estados de trascendencia.
¿Qué entiende por trascendencia?
Liberarte de tu historia pasada y del temor por la futura. La
meditación ayuda mucho. Y eso cambia tu bioquímica: estás sano, ¡vives! Por el
tiempo que sea, estás vivo.
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