domingo, 26 de agosto de 2012

LO MEJOR DE "MENSAJEROS DE LUZ"


DE  SAN FRANCISCO DE ASÍS (Del Nº 62)

Aquel amor que vuela muy alto tiene una gran característica: que vuela alto pero vuela para todos. Y vuela alto pero todos lo pueden alcanzar. Pero se hace sentir también en lo bajo. Y le puedes oír y ver  a pesar de su altura. Y vuela tan alto que llega a todos los tiempos, a todas las razas, a todos los credos, y a todos los hombres y a toda la creación. Y todos pueden conocerle solamente con el agua del espíritu, el agua de tu cuerpo ya lo conoce. Pero tu cuerpo no puede remontar tan alto y tan sublime como la cúspide de su luz. Cuando la desgracia toca un corazón el amor la erradica. Cuando un dolor llega a tu pecho el amor lo limpia. Cuando un enemigo llega a tu vida el amor lo hace amigo. Y cuando el amor llega al temor no hace más que darte la fe, esa que tú buscas quizás no en el amor sino en la ansiedad,  no en el amor sino en la expectativa, no en el amor sino en el cumplimiento de tus sueños.


EL PERRO Y EL CONEJO (Del Nº 60)


Un señor les compró un conejo a sus hijos.
A su vez, los hijos del vecino le pidieron una mascota a su padre.
El hombre compró un cachorro Pastor Alemán.
El vecino exclamó:
- ¡Pero él se comerá a mi conejo!
- De ninguna manera, mi pastor es cachorro. Crecerán juntos, y serán amigos. Yo entiendo mucho de animales. No habrá problemas.
Y parece que el dueño tenía razón. El perro y el conejo crecieron juntos y se hicieron amigos. Era normal ver al conejo en el patio del perro y al revés.
Un viernes, el dueño del conejo se fue a pasar un fin de semana en la playa con su familia.
El domingo en la tarde el dueño del perro y su familia tomaban una merienda, cuando entró el perro a la cocina.
Traía al conejo entre los dientes, sucio de sangre y tierra, y además muerto. Casi matan al perro de tanto agredirlo.
Decía el hombre:
- ¿El vecino tenía razón, y ahora que haremos?.
La primera reacción fue echar al animal de la casa como castigo, además de los golpes que ya le habían dado.
En unas horas los vecinos iban a llegar. Todos se miraban, mientras el perro afuera lamía sus heridas.
Uno de ellos tuvo la siguiente idea:
- Bañemos al conejo, lo dejamos bien limpiecito, después lo secamos con el secador y lo ponemos en su casita en el patio.
Así lo hicieron; hasta perfume le pusieron al animalito. Quedo lindo! ‘parecía vivo’, decían los niños, y allá lo pusieron, con las piernitas cruzadas como si estuviese durmiendo.
Luego al llegar los vecinos se sintieron los gritos de los niños.
No pasaron cinco minutos cuando el dueño del conejo vino a tocar a la puerta, algo extrañado.
- ¿Que paso?, le dijo su vecino.
- El conejo murió.
- ¿Murió?
- Si, murió el viernes.
- ¿Murió el viernes?
- Si, fue antes de que viajáramos. Los niños lo habían enterrado en el fondo del patio…

¡Qué bueno sería, que alguna vez nos demos cuenta que las apariencias engañan!



¿QUÉ QUIERE EL HOMBRE? Por Jaime Barylko (Del Nº 75)


Uno nace y quiere ser feliz. Pero ¿en qué consiste ser feliz?
El religioso es feliz cuando reza y siente un contacto con lo  trascendente. El ateo es feliz en su piel, en su cuerpo, en el  cumplimiento de sus instintos. Yo era feliz, en mi soledad  sonora de pensar, estudiar, escuchar a Bach.
Ser feliz es cumplir con un designio. Ese designio se vuelve propio, pero en un principio es ajeno, es de los otros, de la  tradición, de la trama del tiempo en que vivimos y de la  educación que recibimos. Miguel Ángel no significa nada para quien no se haya formado en los valores estéticos de  Occidente, y la pintura china no nos emociona demasiado cuando la enfrentamos.
Por otro lado, están el sufrimiento, el dolor injustificado, los accidentes de la existencia, los seres queridos que se van y no vuelven. La muerte acecha como el ocaso del sol.
Caminar es enfrentar retos y superar escollos. Vivir es autodefinirse constantemente. Hasta el fin, es decir, hasta que se de el fin.
Pensar es vivir. Vivir auténticamente, con conciencia de lo que yo quiero y de lo que otros quieren que yo quiera. Pensar  es detener la parafernalia en la que estamos insertos,  retirarnos un poquito, contemplar, formular preguntas e  intentar hallar respuestas.
Pensar es una manera de colocarse frente al mundo, al otro, a las cosas; es una postura. Y también, un ejercicio, una práctica, un aerobismo del alma. Pensando es como tomamos nota de nuestra circunstancia actual y de nuestra circunstancia  pasada, y de nuestro origen, y del origen de tantas ideas, imágenes y sentimientos.
Se necesita del pensamiento humano para saber por qué vivimos, por qué morimos, para que estamos, y por qué se  sufre, inútilmente, injustamente, y cómo consolarnos de tanta pérdida intermitente. Algo que nos contenga, que nos consuele, que nos explique.
Esto es el hombre. Un ser que pregunta, que se pregunta, y que nunca dejará de preguntarse por mas respuestas que reciba.
                

GRANDES SERES DE LUZ (Del Nº 47)

Sri Sri Ravi Shankar (1956 - India) Es un líder humanitario y espiritual. Sus principales actividades son promover la paz y restaurar los valores del individuo. Es mediador y negociador por la paz en zonas de conflicto; otorga ayuda en zonas de desastre y presta auxilio en zonas de pobreza.  En 1981 fundó la ONG “El Arte de Vivir”, hoy presente en más de 140 países.  En 1987 funda la Organización Internacional para los Valores Humanos. Fue tres veces nominado al Premio Nobel de la Paz.

“Si haces el bien a los demás, lo haces debido a tú naturaleza.  Olvida como se comportan ellos, como reaccionan contigo. Eso es asunto de ellos. Que carguen ellos su cruz. Mantén tu mente libre”.
“Todo está cambiando. Y todo esto existe sólo para molestarte, para cocinarte. Te cocinas en felicidad y te cocinas en dolor. Te cocinas con este asunto y también con ese otro asunto. De modo que todo en el mundo te cocina. Y si metes el dedo más profundo, te quemarás. Y entonces... Muévete liviano”.
“Cuesta entender que el mundo entero es nuestra casa”.
“Lo más importante es experimentar ese Algo que no cambia, ese Algo que no muere, ese Algo en ti que no se descompone”.
“La vida es un paquete lleno de obsequios, de sorpresas para ti”.
“Hay un lugar para cada persona en el corazón de la Divinidad”.
“Solemos pensar en la antigüedad en términos de barbarie; pero basta con mirar los juguetes que usan los chicos de hoy y preguntarse : ¿Representan, en verdad, tales objetos, una sociedad civilizada o refinada?”.
“Mira los motivos que hay detrás de tus acciones. A menudo no vas tras las cosas que realmente quieres. Vas hacia ellas porque hay alguien que quiere que lo hagas, o por lo que otros pueden pensar, hacer o decir acerca de ello”.
“Nos identificamos como alguien - pertenezco a esta religión, a esta cultura, a esta tradición, pero nos olvidamos que la identidad básica es que somos seres humanos.  Cuando colocamos esto en primer término, todas las demás identidades se encolumnan detrás.  Es ahí cuando pienso que podemos lograr aquello que realmente estamos buscando”.
"Al ofrecer toda la negatividad, te liberas. Al ofrecer todas las virtudes que crees posees, te vuelves libre”.
“Sueles limpiar tus ventanas, limpiar tus mesas, lavar tu ropa, pero se te olvida lavar tu mente”.
“Es la manera de involucrarte con lo que “ves”, el perderte en las escenas externas, eso es lo que causa las ataduras. Si no te pierdes, la mente está libre”.
“Sentimos ansias por lo que no tenemos, y siempre habrá alguna cosa que no tengamos”.
“¿Cómo puedes ser siempre feliz? Olvídate del siempre y entonces serás feliz”.

“Solo información no es educación. Culturizar nuestro comportamiento, culturizar nuestra actitud y la habilidad para percibir las cosas de una mejor manera, es educación”.
“A todos les gusta hablar de los problemas, pero difícilmente proponen soluciones”.
“Es fundamental que comencemos a vernos como seres espirituales que comparten una experiencia humana en común”.
“Cuando los sentidos están en calma, el alma también lo está”.
“Cuando uno se desconoce a sí mismo, y queda atrapado en su pasado, se obsesiona con la culpa. Y así nunca podrá abrirse, florecer”.
“Somos muy pobres si tenemos una sonrisa frágil”.
“La religión es la cáscara y la espiritualidad es el fruto”.


LA VAQUITA     (Del Nº 32)

Un maestro de la sabiduría paseaba por un bosque con su fiel discípulo, cuando vio a lo lejos un sitio de apariencia pobre, y decidió hacer una breve visita al lugar. Durante la caminata le comentó al aprendiz sobre la importancia de las visitas,  también de conocer personas y las oportunidades de aprendizaje que tenemos de estas experiencias. Llegando al lugar constato la pobreza del sitio, los habitantes, una pareja y tres hijos, la casa de madera, vestidos con  ropas sucias y rasgadas, sin calzado, entonces se  aproximó al señor, aparentemente el padre de familia y le preguntó: ¿cómo hacen el señor y su familia para sobrevivir?          
 El señor calmadamente respondió: amigo mío, nosotros tenemos una vaquita que nos da varios litros de leche todos los días.  Una parte del producto la vendemos o la cambiamos por otros  géneros alimenticios en la ciudad vecina y con la otra parte producimos queso, cuajada, etc., para nuestro consumo y así es como vamos sobreviviendo.    

                                                                                             El sabio agradeció la información,  contempló el lugar por un momento, luego se despidió y se fue. En el medio del camino, se volvió hacia su fiel discípulo y le ordenó al aprendiz: busque la vaquita, llévela al precipicio de allí enfrente y empújela al barranco. El joven espantado miró  al maestro y lo cuestionó sobre el  hecho de que la vaquita era el medio de subsistencia de aquella familia, más como percibió el silencio absoluto del  maestro, fue a cumplir la orden. Aquella escena quedo grabada en la memoria de aquel joven durante algunos años.
 Un día el joven resolvió abandonar todo lo que había aprendido y regresar a aquel lugar y contarle todo a la familia, pedir perdón y ayudarlos.  A medida que se aproximaba al lugar veía todo muy bonito, con árboles floridos, todo habitado, con carro en el garaje de tremenda casa y algunos  niños jugando en el jardín. El joven se sintió triste y desesperado imaginando que aquella  humilde familia hubiese tenido que vender el terreno para sobrevivir, así que aceleró el  paso y llegando allá, fue recibido por un señor muy  simpático; el joven preguntó por la familia que vivía allí hacía unos  cuatro años, por lo que  el señor respondió que seguían viviendo aquí. Al  confirmar  que era la misma familia, elogió el lugar y le preguntó al señor: ¿Cómo hizo para mejorar este lugar y cambiar de vida?
El señor entusiasmado le respondió: nosotros teníamos una vaquita que cayó por el precipicio y murió, de ahí en  adelante nos vimos en la necesidad de hacer otras cosas y   desarrollar otras habilidades que no sabíamos que teníamos, así alcanzamos el éxito que sus ojos vislumbran ahora.


EL CONSEJO DE LAS 13 ABUELAS INDÍGENAS  (Del Nº 59)

(www.arboledadegaia.es)     

En Octubre de 2004 trece abuelas indígenas procedentes de distintos lugares del planeta se reunieron en Phoenix, Nueva York. Asistieron allí para dar cumplimiento a las antiguas
profecías comunes a todos sus pueblos que anunciaban que llegaría un tiempo de grave crisis en que ellas serían llamadas a unirse para salvar la Tierra y a todos sus hijos. En ese encuentro, y bajo el amparo del Center for Sacred Studies, ellas crearon el Consejo Internacional de las Trece Abuelas Indígenas, cuyo manifiesto reproducimos a continuación: “Somos el Consejo Internacional de las Trece Abuelas Indígenas. Venimos de la selva Amazónica, del Círculo Polar Ártico de Norte América, del gran bosque del noroeste americano, de las vastas planicies de Norte América, de los altiplanos de América Central, de las Blacks Hills del sur de Dakota, de las montañas de Oaxaca, del desierto del sudoeste de América, de las montañas del Tibet y de la selva de África Central.
”Afirmando nuestras relaciones con las comunidades de todo el planeta, hemos sido reunidas por la visión común de formar una nueva alianza global”.
”Nos hemos unido como una sola mujer en una alianza de oración, educación y sanación para la Madre Tierra. Trabajamos por todos sus habitantes y por todos los niños de las próximas siete generaciones.”Estamos profundamente horrorizadas por la destrucción sin precedente de la Madre Tierra, por la contaminación del aire, agua y suelo; por las atrocidades de la guerra, el azote global de la pobreza, la amenaza de las bombas nucleares, el derroche de la prevaleciente cultura del materialismo, las epidemias que amenazan la salud de los seres de la Tierra, la explotación de las medicinas indígenas, y la destrucción de nuestros modos de vida.”Nosotras, el Consejo Internacional de las Trece Abuelas Indígenas, creemos que nuestras maneras pacíficas de gestión y modos ancestrales de oración y sanación son vitalmente necesarios hoy.”Nos hemos unido para nutrir, educar y formar a nuestros niños. Para defender la práctica de nuestras ceremonias y declarar públicamente nuestro derecho a usar nuestras plantas medicinales libres de restricción legal. Nos hemos unido para proteger las tierras donde nuestras gentes viven y de la que dependen nuestras culturas, para salvaguardar la herencia colectiva de las medicinas tradicionales. En resumen, para defender la Tierra misma. Creemos que las enseñanzas de nuestros ancestros iluminarán el camino por este futuro incierto.”Nos unimos con todos aquellos que honran al Espíritu, con todos aquellos que trabajan y oran por nuestros niños, por la paz mundial, y por la sanación de la nuestra Madre Tierra. Por todas nuestras relaciones."Declaración fundacional del “Consejo Internacional de las Trece Abuelas Indígenas”. Nueva York, Octubre de 2004.

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