TRANSFORMANDONOS EN EL TIEMPO
Te pareceré monotemática, ya que constantemente hago referencia a los tiempos que estamos viviendo, pero amad@ lector, los tiempos están realmente más que vertiginosos y acelerados y es necesario que uno logre tomar real consciencia, real dimensión de lo que está pasando con respecto a nosotros mismos a nivel personal, como así a nuestra Gaia y a nuestra humanidad.
Aquellas personas que aún permanecen dormidas ante tantas manifestaciones reales, ante tan majestuosa energía con la que vivimos permanentemente, ¿lograrán percibir aunque más no sea en su interior la importancia de lo que está ocurriendo? ¿Podrán permitirse, aunque sea, mirar de soslayo los grandes cambios que se están sucediendo? ¿Tomará la humanidad debida cuenta de los magníficos acontecimientos que se están dando en estos momentos en nuestro planeta a donde, y a modo de ejemplo, de golpe en los programas de televisión o de radio es común ver o escuchar individuos hablar de “otras vidas”, de “ángeles”, de “seres de luz”, de “extraterrestres”, de luchas entre la luz y la oscuridad? ¿Podrán sentir que el tiempo cronológico de 24 horas al que estábamos acostumbrados ya no les alcanza para prácticamente nada? ¿Sentirán en sus cuerpos algunos de los síntomas de los cambios haciéndose conscientes de ellos? ¿Percibirán está única e irrepetible oportunidad que nos está tocando vivir?
Cada día cuando me despierto me voy sorprendiendo más y más al ver como el cosmos va transformando nuestra vida, como afecta nuestras decisiones, como si nos dejamos fluir y nos entregamos mansa y confiadamente a la Voluntad Divina todo nos va colocando en el momento y lugar correcto. Si solamente nos detenemos a mirar a nuestro alrededor, a nuestro entorno más cercano, y luego a nuestro lugar de residencia para ir incrementando nuestro nivel de observación a nivel planeta / humanidad, veremos acontecer una gran movida constante, como si todos estuviéramos siendo sacudidos por una coctelera gigante o por el cubilete de los dados que se sacude para tirar y dar de nuevo… puesto que eso es lo que se ve… hermanos del camino y seres humanos en general que eligieron partir en estos tiempos para continuar su misión del otro lado del velo, cambios de lugar de residencia, fines de ciclos tanto laborales como personales… cortes abruptos de relaciones… Es un loco e interesante momento en el que en la mayoría de los hogares terrestres uno puede percibir algún tipo de caos y el caos no es otra cosa que transformación, que cambio.
Intenta respirar profundo, conéctate con la energía universal, siente la luz divina llenando todo tu ser y comienza a percibir. Hazte un observador. Observa, percibe y disfruta cada instante de tu jornada, de tu vida.
Aquellas personas que aún permanecen dormidas ante tantas manifestaciones reales, ante tan majestuosa energía con la que vivimos permanentemente, ¿lograrán percibir aunque más no sea en su interior la importancia de lo que está ocurriendo? ¿Podrán permitirse, aunque sea, mirar de soslayo los grandes cambios que se están sucediendo? ¿Tomará la humanidad debida cuenta de los magníficos acontecimientos que se están dando en estos momentos en nuestro planeta a donde, y a modo de ejemplo, de golpe en los programas de televisión o de radio es común ver o escuchar individuos hablar de “otras vidas”, de “ángeles”, de “seres de luz”, de “extraterrestres”, de luchas entre la luz y la oscuridad? ¿Podrán sentir que el tiempo cronológico de 24 horas al que estábamos acostumbrados ya no les alcanza para prácticamente nada? ¿Sentirán en sus cuerpos algunos de los síntomas de los cambios haciéndose conscientes de ellos? ¿Percibirán está única e irrepetible oportunidad que nos está tocando vivir?
Cada día cuando me despierto me voy sorprendiendo más y más al ver como el cosmos va transformando nuestra vida, como afecta nuestras decisiones, como si nos dejamos fluir y nos entregamos mansa y confiadamente a la Voluntad Divina todo nos va colocando en el momento y lugar correcto. Si solamente nos detenemos a mirar a nuestro alrededor, a nuestro entorno más cercano, y luego a nuestro lugar de residencia para ir incrementando nuestro nivel de observación a nivel planeta / humanidad, veremos acontecer una gran movida constante, como si todos estuviéramos siendo sacudidos por una coctelera gigante o por el cubilete de los dados que se sacude para tirar y dar de nuevo… puesto que eso es lo que se ve… hermanos del camino y seres humanos en general que eligieron partir en estos tiempos para continuar su misión del otro lado del velo, cambios de lugar de residencia, fines de ciclos tanto laborales como personales… cortes abruptos de relaciones… Es un loco e interesante momento en el que en la mayoría de los hogares terrestres uno puede percibir algún tipo de caos y el caos no es otra cosa que transformación, que cambio.
Intenta respirar profundo, conéctate con la energía universal, siente la luz divina llenando todo tu ser y comienza a percibir. Hazte un observador. Observa, percibe y disfruta cada instante de tu jornada, de tu vida.
Observa, percibe y disfruta lo que ves en los demás y en el planeta. Permítete darte cuenta de que “nada queda detenido en el tiempo, todo se transforma. Como un simple parpadeo, como el aleteo del colibrí. Con una respiración ya todo quedó atrás, y el cambio llegó”. Es en estos tiempos cuando debes aprender a soltar, a entregar, a liberar; porque cuanto más te aferres a la estructura, al pasado; a lo que fue y ya no volverá, sólo hallarás dolor y enfermedad. Recuerda la famosa frase: “cuanto más resistes, más persiste”, es por ello que es en estos tiempos cuando debemos aprender a sanar el pasado para liberarlo y dejarlo ir. Cierra tus ojos y respira. Y al hacerlo, despídete del mundo gris en el que viviste hasta hoy, del mundo de la Maya, de la ilusión, el mundo en tercera dimensión. Toma una respiración profunda y súmate al aleteo del colibrí, introduciéndote cada vez más dentro del arco iris al que los nuevos tiempos te irán dejando entrar. Da gracias por estar presente en estos tan importantes momentos.
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