viernes, 20 de febrero de 2015

"EL MARAVILLOSO DESPERTAR DE LA CONSCIENCIA" Por Sergio Lipp

CUENTOS, PARÁBOLAS Y METÁFORAS  (N° 124)
 Segunda Parte

LOS DESIGNIOS DEL FUTURO
Érase un hombre que sabía que podía adivinar el futuro con mucha claridad.
Era continuamente consultado por la lectura perfecta que hacía, él cerraba los ojos, se dejaba llevar y leía claramente el libro de la vida de la persona. Pero era muy común que muchas cosas no pasaban como él les decía a quienes lo consultaban.
Un día llegó una mujer que le reclamó airadamente por-que casi nada de lo que él le había predicho se había cumplido, a lo que el sabio respondió: “yo no me equivoqué. Cuando viniste a verme, en ese preciso instante ese era tu futuro; pero no te olvides que Dios nos dio el libre albedrío, con este, cada decisión que tomes, modifica constantemente tu futuro. Por eso, en realidad no se puede predecir el futuro. Este cambia constantemente, porque continuamente las personas toman distintos caminos. Es tan sabio esto, que Dios nos demuestra a cada instante, que nuestra vida en realidad es como una página en blanco, que cada día puede ser llenada y renovada. Eso es para que podamos aprender de nuestros errores, experimentar nuevas cosas y cambiar lo que no nos ha gustado. En realidad deberías estar agradecida porque tu futuro no fue como yo te he dicho, porque así puedes cambiarlo nuevamente. Triste son, en verdad, aquellos seres humanos y que son la mayoría, que creen que vienen a este mundo para no poder cambiar nada y estar como en una prisión, cumpliendo la pena de vivir su vida, aferrados constantemente a los designios de su existencia, como si fuera un castigo y así, se van de este mundo sin haber aprendido nada.

¿QUIÉNES SOMOS EN REALIDAD?
¿Cómo podemos saber qué tenemos que cambiar, qué camino tenemos que seguir, qué decisiones tomar, si nunca nos  cuestionamos quienes somos en realidad?
Si todo el tiempo de nuestra existencia hemos aprendido y nos convencimos que somos “esa” personalidad y “ese” ego que nos acompaña, porque es lo que aflora primero, desconociendo por completo a nuestra alma, no dándole la mayoría de las veces la mínima oportunidad de exteriorizarla. Nunca podremos responder acabadamente esa pregunta básica. Entonces, como consecuencia, es como si toda la vida viviéramos equivocados, construyéndonos a nosotros mismos basados en otra realidad que no es la nuestra. Y de ahí, la infelicidad, el estrés, la confusión, la depresión, la incomodidad, el sacrificio y tantos otros sentimientos y emociones encontradas.
La única verdad, es que vivimos toda nuestra vida como si esta fuera un teatro, el gran teatro de la vida, con múltiples actores, todos representando el papel de su vida, y la mayoría absolutamente convencidos que los distintos roles que le tocan representar son “su vida”, cuando en verdad son solo “roles” que están para ser representados, muchas veces durante toda su existencia, pero no son la vida. Nuestra vida, en realidad, es mucho más vasta, profunda e importante, tan simple porque nuestra alma es mucho más vasta, profunda e importante. Dentro de nuestra alma podemos hallar nuestra sabiduría interna, y con ella, solamente con ella, ya nos daremos cuenta que lo que creemos que somos, en realidad es para desempeñar nuestros roles, pero somos mucho más que eso.
Por ello, solamente cuando podamos darnos cuenta es que hallaremos la auténtica verdad de quienes somos en realidad.


LA TRAMPA DE DIOS
Cuentan que un remoto origen, todos éramos perfectos y estábamos unidos con el “Todo”. Y entonces, Dios creó un planeta llamado Tierra, y nos hizo a todos diferentes, para que
encontráramos, con el libre albedrío que nos otorgó, cada uno un camino distinto, pero para que cada uno descubriera para qué estaba en este planeta. Y entonces, nos dio los sentidos para que pudiéramos percibir el exterior, y escondió dentro nuestro lo más sabio con lo que contamos. Y entonces, el hombre se dedicó especialmente a vivir para el exterior y a remarcar nuestras propias diferencias, sin comprender que lo que tenía que buscar era lo que nos unía y nunca lo que nos separaba, y por sobre todas las cosas encontrar su propia sabiduría y percibir los sentimientos más puros que llevaba dentro suyo. Y el hombre siguió andando distraído por la vida durante mucho tiempo. Sin embargo, siempre hubo seres humanos que pudieron descubrir “la trampa de Dios” y les habló a los otros sobre el amor, la verdad, la felicidad, la unión y tantas cosas más, y el hombre, descreyó de todo esto.
Hoy llegó el momento de descubrir definitivamente quienes somos y para qué estamos. Solo basta con mirar para adentro.

EL EVENTO MÁGICO
Había llevado muchos años, pero finalmente, gran parte de la humanidad se había puesto de acuerdo. Se había decidido que el 12/12/12 a las 12 hs. sincronizadas perfectamente en todo el planeta, los seres humanos detendrían lo que estarían haciendo, toda acción, todo movimiento. Simplemente por el término de un minuto cerrarían los ojos en absoluto silencio y solo tendrían pensamientos positivos.
Durante ese lapso sonreirían en paz sintiendo amor y solo experimentarían energía positiva. Le habían puesto de nombre “El Evento Mágico” y sabían que si lograban que lo llevaran a cabo las dos terceras partes de la humanidad, a partir de ese instante el mundo daría un salto evolutivo transformándose en un mundo de paz y de amor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario