(De: www.taringa.net)
Existe una fuerte correlación entre el consumo elevado de carne y la
corta esperanza de vida. Los Esquimales, los Lapones, los Groelandeses, y las tribus
Rusas Kurgi son las poblaciones que más consumen carne en el mundo y a la vez
son las poblaciones con la menor esperanza de vida, a menudo sólo 30 años.
Las culturas con la esperanza de vida más alta del mundo son los Vilca
Bombais que residen en los Andes del Ecuador, los Abkhazes, que viven en el Mar
Negro en la antigua Rusia, y los Hunzas que viven en el alto valle del
Himalaya, en el nordeste de Paquistán.
Los investigadores afirman que en estos pueblos la gente trabaja y
juega con más de 80 años; la mayoría de los que alcanzan los 100 años continúan
activos y su retirada no es muy habitual.
Su territorio se encuentra entre montañas de más de 6000 metros de altozano.
Debido al difícil acceso las tribus que habitan esta región, incluidos
los Hunzas. Vivieron ignorados por la civilización occidental hasta principios
del siglo XX.
En 1964, los doctores Toomey y White, destacados cardiólogos
norteamericanos, visitaron a los Hunzas. El Dr. White es muy conocido por su
famoso tratamiento del ataque al corazón del Presidente americano Eisenhower.
Ambos doctores realizaron varios estudios sobre los Hunzas para comprobar si
era cierto que estas personas vivían hasta edades centenarias sin ninguna
enfermedad cardiovascular. Los resultados de sus estudios se publicaron en el
American Heart Journal.
Después de estudiar a 25 hombres que tenían entre 90 y 110 años, los
citados doctores concluyeron que todos ellos tenían una presión arterial, un
nivel de colesterol y un electrocardiograma normales, y que era evidente la
estrecha relación entre su dieta vegetariana y su sorprendente falta de enfermedades
cardiovasculares.
Los Ingleses cuando colonizaron India enviaron a todas las provincias
destacamentos médicos para
ofrecer ayuda a la población.
Así fue como el Escocés Mac Carrison llego al territorio que habitaban
los Hunzas. Los Hunzas llamaron la
atención de Mac Carrison por su magnífica salud, y su resistencia al cansancio
, caminaban y recorrían grandes distancias sin sentir apenas cansancio .
Pero como médico resultó frustrado, pues los Hunzas no conocían la enfermedad,
salvo algunos accidentes o traumatismos las enfermedades de los hunzas eran
triviales y se resolvían con ayunos y yuyos.
Su estudio lo llevó a concluir que los Hunzas son el ideal de salud humana.
Se encuentran libres de enfermedades degenerativas, y poseen un fuerte sistema
inmune.
Dice Mac Carrison “….La vejez no debilitaba su visión ni su audición,
sus dientes se conservaban intactos, el corazón seguía siendo capaz de esfuerzos.
La vida solo se extingue a edad avanzada, a los 120 años…….”
Los Hunzas mantienen un estado de ánimo siempre igual y su carácter es
apacible y alegre, las enfermedades mentales tampoco existen entre ellos.
Dice la Dra . Kousmine: “ Si nuestro concepto de salud es correcto
habría que inventar para los Hunazas una noción de hipersalud.”
Mac Carrison llego a la conclusión que el factor clave para la salud
debía ser buscado en la alimentación. En Inglaterra Mac Carrison verifico los
resultados de sus conclusiones en experimentos de laboratorio. Alimentó a 1200
ratas con la comida típica de los barrios londinenses, a base de harina refinada, dulces, conservas
etc. Encontró en las ratas después de un tiempo las mismas enfermedades que en
los humanos, además comprobó que los animales e volvían más irritables y
agresivos. A otro grupo similar de ratas Mac Carrison le administró la comida
típica de los Hunzas y comprobó que se mantenían sanas y mucho más pacíficas.
Viven de la agricultura y la ganadería. Su suelo es pobre; la región
esta desprovista de bosques. Para cultivar las cuestas que caen casi ha pico
han debido disponer terrazas. Las lluvias son raras y para el riego han debido
construir acueductos, que canaliza el agua de los glaciares.
Han rechazado de forma obstinada
la importación de productos alimenticios industrializados y se alimentan de
productos del suelo.
La frugalidad de este pueblo es muy grande. Su régimen alimenticio se compone en esencia de cereales
y frutas y en ocasiones de legumbres. La carne es magra y rara, los productos
lácteos poco abundantes. Los cereales que cultivan son: Mijo trigo sarraceno,
la cebada y el trigo candeal.
Los cereales se conservan en granos, y se muelen a medida que hacen falta,
en molinos de agua, cuya muela inferior de piedra llamada yaciente, es fija .La
muela superior o corriente, es movida por una rueda de madera impulsada por una
corriente de agua. Una vez molidos los cereales se consumen enseguida.
Al comienzo de la primavera las reservas se encuentran casi agotadas. La
familia se alimenta entonces de brotes y de jóvenes plantas del huerto, y de
hierbas silvestres arrancadas en los trigales.
Esta sub-alimentación periódica y pasajera, ese ayuno relativo, no
produce perjuicio alguno en la salud de este pueblo sino todo lo contrario.
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