domingo, 23 de noviembre de 2014

EL MARAVILLOSO DESPERTAR DE LA CONSCIENCIA Por Sergio Lipp

TIEMPOS IN, IM... TIEMPOS DE INCERTIDUMBRE 
(N° 121)
Estos son tiempos inciertos, imprevisibles, insondables, insólitos, incómodos, intratables, invisibles, ingobernables, inconservables, inoportunos, impostergables, inmediatos,  indefinibles, indescriptibles, inmoldeables, irrepetibles, invisibles, impenetrables, inconvenientes, inseguros, insensatos, ininteligibles, improbables, increíbles, inimaginables, inigualables, insospechables e impensables.
Tenemos que evitar que sean insoportables, inviables, inaceptables, imposibles, incontables, infelices, impasables, intolerables, invalorados, inaguantables, injustificables, impracticables e inhumanos.
Tenemos que tratar de que sean incansables, inmutables, inseparables, importantes, intrépidos, integrales, infatigables, inteligentes, intuitivos, inspiradores, impertérritos, imperturbables e impermeables.
Estamos transitando los primeros años de un nuevo y gran ciclo terrestre y nos toca vivir, si se puede definir de alguna manera, “Tiempos de Incertidumbre”, de tal forma que la incertidumbre pasa a ser la constante y la normalidad, y todo lo que conocíamos hasta ahora ya forma parte del pasado que quedó inexorablemente atrás en el tiempo y no va a volver a repetirse de igual manera. El problema que tenemos es que el futuro aún no llegó y los seres humanos no tenemos en verdad, ni la menor idea de cómo va a ser, porque paradójicamente, al transitar este presente, es que vamos a ir dándonos cuenta hacia donde nos dirigimos.
Lo que sí hay que tener muy en claro, es que el pasado ya fue y no volverá de la misma forma nunca más, aunque sigamos in-tentando aferrarnos a lo conocido.
Para poder ejemplificar lo que estamos viviendo (y queridos amigos... mejor que nos acostumbremos a esto porque no hay ningún tiempo definido de cuanto tengamos que transitar hasta que sepamos nosotros mismos  hacia dónde vamos) Kryon nos pone como ejemplo que este tiempo es cómo manejar un auto, nosotros sabemos manejar, pero resulta que cuando nos subimos al mismo la llave de contacto y la palanca de cambios no se encuentra ubicada en el lugar en el cual estaba. Debemos primero sintonizarnos y concentrarnos y buscarlas, hasta que nos damos cuenta que la llave está ahora a un costado y los cambios más abajo, entonces podemos arrancar y manejar el auto, porque sabemos hacerlo. El tema es que cuando lo estacionamos y al otro día nos subimos, no estarán tampoco en el lugar en el que las dejamos en el día anterior, por lo que nuevamente deberemos primero encontrar donde están, pero al otro día, nos sucederá lo mismo, y así sucesivamente. Lo normal pasa a ser lo anormal, cada momento es una gran sorpresa, pero así y todo siempre podremos seguir adelante, pero de otra manera.

Otro ejemplo que se me ocurre para graficar estos tiempos es el de una persona que perdió su trabajo, ya no va a volver a hacer ese mismo trabajo porque ya no se fabrica más eso en lo cual trabajaba. Por lo que para paliar la situación comienza a hacer changas y un día le toca hacer determinada cosa, y otro día vaya a saber qué. Lo único que sabe es que va a seguir trabajando para obtener la subsistencia que necesite, pero aún no sabe, ni puede saber, cuanto tiempo va a estar así, ni tampoco cual es el trabajo definitivo y constante que va a desarrollar. Tampoco tiene manera de saber cuánto tiempo va a estar así. La normalidad pasa a ser esa incertidumbre y así se manifiesta constantemente. Lo que si debe aprender y aceptar es que va a seguir viviendo y que sus necesidades serán saciadas. En este tiempo, y tal vez sea lo más difícil, es que somos nosotros los que tenemos que aceptar que así son las cosas ahora y adaptarnos a ellas. Hasta que no lo hagamos, lo único que lograremos es tener la sensación de chocar constantemente con una pared y sufrir por ello, pero así son estos tiempos. No tenemos otra alternativa que evolucionar o involucionar. Es parte de nuestro libre albedrío.


No hay comentarios:

Publicar un comentario