lunes, 2 de junio de 2014

¿PARA QUE SIRVEN LAS LEYES? (Nº 115)



Una mañana, cuando nuestro profesor de “Introducción al Derecho” entró en la clase, lo primero que hizo fue preguntarle el nombre a un alumno que estaba sentado en la primera fila. -¿Cómo te llamas?- -Me llamo Juan, señor.-
-¡Vete de mi clase y no quiero que vuelvas nunca más!- Gritó desagradablemente el profesor.
Juan estaba desconcertado. Cuando reaccionó se levantó torpemente, recogió sus cosas y salió de la clase. Todos estábamos asustados e indignados pero nadie dijo nada.
- Esta bien, ¡Ahora!, ¿para qué sirven las leyes?
Seguíamos asustados pero poco a poco comenzamos a responder: - Para que haya un orden en nuestra sociedad...  -Para cumplirlas... -Para que la gente mala pague sus actos... - Para que haya justicia-.
-¡Por fin!!! Y ahora ¿para qué sirve la justicia?
-Para salvaguardar los derechos humanos... -Para discernir entre lo que está bien y lo que está mal... Para premiar a quien hace el bien.
-No está mal, pero ¿actué correctamente al expulsar de la clase a Juan? Quiero una respuesta decidida y unánime- , a lo que respondimos NO todos a la vez. -Entonces ¿por qué nadie hizo nada al respecto? ¿Para qué queremos leyes y reglas si no disponemos de la valentía para llevarlas a la práctica?. Cada uno de ustedes tiene la obligación de actuar cuando presencia una injusticia. ¡Todos! ¡No vuelvan a quedarse callados NUNCA MÁS!
-Vete a buscar a Juan- dijo mirándome fijamente.


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