El pasado mes de abril ha traído de todo para nuestra Gaia y sus pobladores. A nivel astronómico hemos transitado por dos eclipses, uno de luna y el otro de sol y, como si eso fuera poco, los planetas Urano, Júpiter, Marte y Plutón se alinearon en forma de cruz. Todos estos acontecimientos han servido para que cada uno de nosotros, tanto a nivel personal como planetario, continuáramos con nuestros grandes procesos de cambios. Aunque en el caso de abril, todos los procesos se vieron aumentados en formas más que considerables en todo sentido. Así, y solo por citarlo a modo de ejemplo, hemos podido observar en nuestro país hermano, Chile, un terremoto importante en algunas ciudades del norte entre las cuales se encuentra Iquique y luego un incendio de gran escala en la zona de Valparaiso. Las máscaras continúan cayendo por doquier, los desequilibrios han sido inmensos y los medios de comunicación han servido para aumentar los miedos de las personas, mostrando solo aquello que pudiera continuar controlando las mentes en la tercera dimensión de consciencia. Cada quien continuó eligiendo que hacer y de qué lado jugar en este juego de la vida. Algunos siguen optando por la victimización, la enfermedad, la tristeza y la violencia, permaneciendo atados a esta tercera dimensión conectada con una intensa rueda kármica evolutiva o bien han elegido partir para continuar su evolución del otro lado del velo.
En el medio de todo ello y como producto de todos los acontecimientos cósmicos que han servido de grandes portales de transformación incorporando más luz, amor y sanación a la vida de la humanidad, ha habido personas que han comenzado a replantearse el porqué de sus vidas, produciendo las transmutaciones esperadas, sintiendo en un principio el miedo de no entender que les estaba pasando, tratando de ver porqué todo aquello a lo que antes se aferraban ahora ya no les interesa, y empezando a “sentir” quienes son en realidad, conectándose con servidores de la luz que los han asistido en su despertar.
Pero si he de describirte mi estado, el de Sergio y el de muchos
hermanos, compañeros del camino, en el pasado mes de abril, te diré que hemos
estado sumidos en una faceta casi como imagino será el estado de una persona a
quien se anestesia para que no sienta el dolor en una cirugía. Puntualmente me
voy a referir a mi persona, tal cual hago siempre desde este lugar. He visto
todo lo que ocurría en el mundo, así como también en nuestro país y en Mina
Clavero, nuestro lugar de residencia. Nunca he sido ajena a nada, y he
disfrutado de las pequeñas grandes cosas. Pero todo ello sin salirme de mi eje.
Ninguno de esos acontecimientos ha podido sacarme de mi misma. He logrado estar
en mí y conmigo durante todo el tiempo, con lo cual el sentimiento profundo en
la metáfora de mi vida durante abril ha sido que fui anestesiada por el
Universo para que la transmutación en todo sentido de mi ser fuera llevada a
cabo. Fue como tener en claro todo lo que ocurría a mí alrededor, pero ante
todas y cada una de las cosas no había demasiada reacción o respuesta. Fue un
proceso en el cual sentía que miraba sin ver, estaba sin estar, comía sin
placer por la comida. No tenía ganas de nada realmente. Pero estaba totalmente
entregada, agradecida, confiada, en paz. Sabía que todo era perfecto como
estaba sucediendo y que ese estado corresponde a vivir en la quinta dimensión,
mientras aún hacemos pie en la tercera. Es vivir en otro plano sabiendo que aún
tenemos que estar aquí, que todavía tenemos una misión que cumplir, pero que no
podemos dejar que nada ni nadie de todo o de todos aquellos que aún persisten
en continuar sus vidas desde el mismo lugar, nos saquen de nuestro estado. Es aceptar
que cada uno elige hasta donde llevar su evolución y como vivir sus vidas. Pero
sobre todo aceptar lo que nosotros somos y lo que deseamos para nosotros
mismos. Abril ha sido solo una pequeña muestra gratis de lo que vendrá de ahora
en más.
Como siempre, cada quien elige si permitir que la anestesia haga efecto
en sus vidas y permanecer en la tercera dimensión casi sin pertenecer a ella, o
involucrarse.
Yo ya elegí. Y sé que durante este mes de mayo en que vos estarás leyendo esta nota, cada día todo será aún más perfecto, mágico y milagroso para mí…¿y para vos? Namasté
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