Si pones un buitre en un cajón que mida 2 metros cuadrados y que esté
completamente abierto por la parte superior, esta ave, a pesar de su habilidad
para volar, será un prisionero absoluto. La razón es que necesita un espacio
para tomar carrera. Al no tener ese espacio ni siquiera lo intenta y puede
quedar prisionero en esa cárcel sin techo.
Algo parecido le pasa al murciélago que para volar necesita no estar en
el suelo (donde solo puede arrastrarse) sino en algún lugar elevado desde donde
puede despegar rápidamente.
Lo mismo le ocurre a la abeja si la dejamos en esa caja destapada,
quedará entrampada en ella, sin darse cuenta que puede salir ya que su
paradigma de escape es sólo por los laterales y chocará contra ellos hasta
lastimarse.
En muchas formas las personas somos como el buitre, el murciélago y la
abeja obrera.
Lidiamos con nuestros problemas y frustraciones, sin darnos cuenta que todo lo que tenemos que
hacer es mirar hacia arriba. La ruta de escape y la solución a cualquier
problema está arriba!
Podríamos decir que la tristeza y el resentimiento miran hacia atrás,
la preocupación y el sin sentido hacia los costados, la depresión y el enojo
hacia abajo, pero los sueños y la esperanza aparecen solo cuando podemos mirar
hacia arriba!
En este momento , y en cada área de tu vida: ¿Vos hacia dónde estás mirando?
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