LO MÁS IMPORTANTE QUE EL SER HUMANO PUEDE HACER (Nº 107)
Cuando era chico recuerdo que me pasaba mucho tiempo solo con la única
compañía de un libro o simplemente descansando. Había personas y familiares que
me juzgaban opinando que era “demasiado tranquilo”.
Hoy, con 55 años a cuestas y mucho camino recorrido, muchas
experiencias humanas,
espirituales y de las “otras”
vividas, se positivamente que en realidad fui un chico muy sabio, que trataba
de encontrar un sentido a la vida y que se sentía fuera del mundo que lo
rodeaba, un poco ajeno al vértigo y a las búsquedas incesantes hacia ningún
lugar.
Hoy sé, y de eso se trata la vida, que lo más importante que el ser
humano alguno puede hacer es encontrarse consigo mismo, porque en lo más
profundo de su Ser se encuentra su espíritu, y con él su sabiduría interna,
aquella que nos viene acompañando durante todas nuestras vidas. La vida en este
mundo, es como el juego de la búsqueda del tesoro, donde se buscan las pistas
(señales) para que cada una nos conduzca hacia otra y otra, y al fin del camino
uno tiene la posibilidad de encontrar el tesoro. En este caso, el tesoro está
escondido muy dentro nuestro, allí donde Dios lo escondió para que luego de
mirar y experimentar todo lo externo, en algún momento nos diéramos cuenta que
en verdad la llave mágica para abrir el tesoro la tenemos nosotros mismos en
nuestro interior.
¿Qué sucede cuando encontramos el tesoro?: Fundamentalmente,
mágicamente tenemos la increíble posibilidad de cambiar toda nuestra
perspectiva de la vida, somos nosotros quienes podemos ver lo que no veíamos,
sentir lo que no sentíamos y la verdad se nos comienza a mostrar como
auténticamente es.
Es como si nos sacáramos los anteojos oscuros que teníamos hasta ese
momento.
Todo comienza a ser diferente, empezando por uno mismo y ya no hay
vuelta atrás, porque al ser distintos nosotros automáticamente todo va a ser de
otra manera.
Nuestra perspectiva es otra y podemos ver más allá y va a ser muy común
que nos encontremos que a veces solo nosotros la veamos, porque la gran mayoría
de las personas que nos rodean siguen viendo todo como si tuvieran las gafas
oscuras siempre puestas. ¡Pero qué importa!, ¿acaso no es el camino de la evolución?.
Muchas veces hay a quienes nos toca en la vida ser una especie de avanzada para
poder mostrarle el camino a otros, que uno sabe y hoy comprende que en algún
momento llegarán y nos verán como ejemplos y nos consultarán sus inquietudes y
sus dudas y serán a los que podremos ayudar, simplemente por el solo hecho de habernos
anticipado a ellos.
Y como avanzamos evolutivamente podremos diferenciar entre sentir y
pensar, saber y conocer, amor y pasión, soñar y desear, verdad y mentira, paz y
tranquilidad, y tantas otras cosas...
En lo personal, como cuando era chico, cada vez más me encuentro solo
conmigo mismo, encontrándome cada vez más cómodo con esa situación y teniendo
en claro que cuanto más tiempo pase en contacto con mi “tesoro”, más sabio seré
y por lo tanto, más podré evolucionar, y con ello, más cerca podré estar del verdadero propósito
de la vida, que es, en definitiva reencontrarse con la sabiduría interna que
todos tenemos dentro nuestro y que en general, poco descubrimos de ella,
demasiado ocupados con las distracciones del mundo que nos rodea.
No hay comentarios:
Publicar un comentario