domingo, 24 de abril de 2011

EL MARAVILLOSO DESPERTAR DE LA CONSCIENCIA Por Sergio Lipp (Nº 77)


El Efecto Taladro
Esto que voy a compartir con ustedes, se que tal vez no es para muchos. Pero también es cierto, que con seguridad habrá quienes se podrán sentir identificados con lo que desde estas líneas puede llegarles, y con ello, ayudarles a comprender como se están sintiendo.
Muchas veces siento como si sobre mis espaldas se apoyara la huma- nidad. Por momentos puedo sentir el dolor de todo lo que le está sucediendo a los seres humanos en su conjunto. 


Percibo enojo, tristeza, sufrimiento y mucha incomprensión, pero por sobre todo, tal vez, la percepción más profunda es la de una inmensa soledad.
Cuando me ilumino, veo las cosas con más claridad. Es en esos instantes donde fluyen líneas como estas, una comprensión más elevada que me lleva a tener una visión más abarcativa, más totalizadora. Y entonces fluyen ejemplos como para intentar explicar más claramente lo que puedo percibir.
Estamos en un vertiginoso proceso de asención planetaria. Lo puedo sentir claramente. Pero también veo como cada uno lo vive de distinta manera, de acuerdo a que parte está jugando en este juego, proporcionalmente a cual es su misión y cual su responsabilidad.
Es como que la evolución hacia dimensiones más elevadas fuera un gran taladro energético, un gran torbellino que se eleva girando constantemente y agrandándose proporcionalmente hasta llegar al piso de nuestro amado planeta Tierra. 
En este gran taladro hay quienes se encuentran en la parte superior haciendo el mayor esfuerzo, porque son quienes vinieron a perforar el túnel ascendente hacia arriba.
Estos, por un lado, son quienes asumieron una mayor responsabilidad en este gran juego de seis mil y pico de millones de seres humanos, y a la vez son los que hacen el mayor desgaste, así como también son los que se encuentran más solos. Son la avanzada, la que abre el camino para que después pueda avanzar el resto.  Por otra parte también son los más incomprendidos. Esto es lógico porque son los primeros que pueden ver lo que los otros aún no ven.
Luego, de acuerdo a su propio estado vibracional, se acomodan infinidad de almas, agrupándose todos unidos con el pelotón de avanzada, pero en distintas posiciones.
A medida que se alejan de la punta del taladro, tienen menos noción consciente del juego, inclusive hasta llegar a negar su existencia o desconocerlo.
No por ello, esto significa que no estén incluidos en este gran juego.
Pero volviendo al principio, que es lo que me interesa contarles en este momento, quienes están en la punta superior  del torbellino son quienes están encargados de abrir el camino con toda su luz para que finalmente puedan pasar los otros.
Sé que esto no es de fácil comprensión. Sé que la única manera de sentirlo es vivirlo, y quien no lo vivencia, no puede sentirlo. Y como buenos humanos, si no sentimos, aún cuando creemos que lo sabemos todo, en realidad no sabemos nada. Y la verdad, es que es muy complejo tratar de transmitirlo. Lo cierto es que si en la vida no existieran quienes abren los caminos, estos no se abrirían nunca. 
No obstante todo lo antedicho, también sé que así tiene que ser, y por eso... Simplemente es.

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