sábado, 22 de agosto de 2015

CUENTOS (N° 130)

SABERLO O NO SABERLO
Un caminante llegó a un pueblo donde se anunciaba la actuación del “hombre maravilloso”,
un personaje que, según contaba el pregonero, era capaz de realizar milagros. El viajero se colocó en lugar de privilegio para ver el número, y, empezado éste, observó que, en efecto, aquel hombre realizaba prodigios tan grandes como el de crear objetos de la nada. Terminada la función, se acercó al «hombre maravilloso» y le preguntó:
-¿Dónde está el truco de los fenómenos que realizas?
-No hay ningún truco -contestó éste.
-¿Quieres decirme que eres capaz de crear de la nada? -volvió a inquirir.
-Así es -contestó de nuevo.
-Eso es imposible -gritó el viajero. Sólo puede crear Dios. ¿Es que acaso tú eres Dios?
-Así es -volvió a responder el “hombre maravilloso”.
Lleno de indignación ante aquella irrespetuosa manifestación, el viajero gritó
burlándose: -¡Tú eres tan Dios como puedo serlo yo!
-Así es también -respondió de nuevo-, sólo que hay una pequeña diferencia entre tú y yo. Que yo lo sé y tú no.

COMPRENDER LO QUE UNO MISMO DICE
Un maestro y su discípulo caminaban por un prado. En su paseo Iban oyendo las voces de distintas criaturas: el mugido de las vacas, el trinar de los pájaros, el balar de las ovejas, el relinchar de las caballerías.
-Si tan sólo pudiera comprender un instante lo que dicen -dijo en un suspiro el discípulo refiriéndose a los animales.
Mucho más importante para ti sería si tan sólo pudieras comprender un instante la verdadera
esencia y significado de lo que tú mismo dices -respondió el maestro.

No hay comentarios:

Publicar un comentario