Soy solo un espejismo de mi misma. De esa que fui con un gran bagaje de
historias vividas. Algunas más recientes, dentro de esta vida en la que en mi
hoy fluyo regocijándome dentro de esta paz que adquirí como un gran derecho,
luego de tanto y tanto trabajo realizado y aún mucho más que sé que continuaré
trabajando. Sé que mientras esté en esta Tierra, en esta encarnación, la tarea
es ardua para lograr llevarme a mi ascensión. Pero dentro de todo mi proceso
tengo distintos flashes momentáneos de aquella que fui y que dentro de otros tiempos,
otras dimensiones, convive dentro de mí, y va apareciendo por momentos para
enseñarme lo que aún necesito aprender, aquello a lo que le hace falta
continuar puliendo para que la intensidad de mi diamante se manifieste cada vez
con mayor brillo.
Soy una mujer que alguna vez fue niña y adolescente, que tuvo muchas
historias compartidas a nivel familiar, junto a sus amigos y cerca de tantas
personas que a lo largo de todo el camino transitado se acercaron para tocar
algún ritmo musical en mi vida, dejando algún que otro aprendizaje. Algunas
historias de las que formé parte han sido muy felices y llenas de alegría, en
otras, me veo llena de tristeza y dolor, pero fue desde estas últimas de las
cuales aprendí más en este proceso de crecimiento. En algún momento de esta
existencia, mi espejo me devolvía la imagen de una niña, adolescente, mujer,
con una autoestima tan baja que sentía al mundo todo en contra de mí. Más
luego, mi proceso de despertar llegó y pude ir quitando las capas, tras capas
de ilusión, de ignorancia con las que me cubría, pudiendo ver y entender que
todo lo que había pasado hasta ese momento y que todo lo que viviría después,
había sido pactado por mi antes de encarnar. Entendí que eran mis materias pendientes,
esos aprendizajes que debía trascender para lograr la perfección.
En el medio de mi viaje, seguí viendo, entendiendo, y me encontré con
mis amados Seres de Luz de todas las jerarquías, supe de su amor, de su comprensión,
de su guía, y recibí de ellos y continúo recibiendo constantemente, todo
aquello que necesito para completar mis materias pendientes.
Luego comenzaron a agregarse mis vidas pasadas. Y fui viendo y
entendiendo que esta que hoy soy, es la suma de todas aquellas de las que formé
parte en algún tiempo, en algún lugar, en alguna dimensión. Soy la suma de
todas esas vidas trabajando en ésta, la trascendencia de la totalidad, para ser
mi yo real y fluir y volar en total plenitud, libre con la Fuente Divina,
siendo consciente de todo.
Voy en busca de lo que me falta aprender, de lo que me falta entregar y
de todos los regalos y milagros que aún sé que tengo que recibir. Esos premios
que sé que el Universo tiene preparados para entregarme.
Voy en busca de mi misma, de reencontrarme en forma permanente con esa
maestra que sé que mi Ser Superior es y con la que por ahora, tomo contacto
solo por momentos. Sé que no está lejos el instante de abrazarnos en forma
permanente, siendo una, unida a mi propia luz, trascendiendo por completo la
tercera dimensión y sintiendo durante todas las horas del día “el hogar” en mí,
dentro y fuera de mi misma, sin que nada ni nadie logre hacerme perder de ese
lugar.
Sé que el viaje aún sigue y las aventuras continúan para traer aún más
crecimiento, paz, felicidad y dicha a mi vida, desde lo más profundo de mí
misma hacia afuera, pero no tengo idea de la forma. Mi mente lógica ha llegado
al punto de no poder ya mostrarme el camino que debo recorrer. Solo tengo que
soltar, fluir y estar en paz. Y al hacerlo sé positivamente que iré solo hacia
donde tenga que ir, a vivir aquello que tenga que vivir y a lograr la tan
ansiada ascensión.¡Namasté!
No hay comentarios:
Publicar un comentario