Para cuando esta nota salga a la luz todo lo que acá relato ya será
algo más para contar en
nuestras vivencias, tanto personales como familiares, y siempre de
crecimiento y evolución. Lo cierto es que ya desde fines del mes de abril y
hasta un cierto tiempo del mes de mayo, hemos estado casi como “congelados”,
“invisibles” o el adjetivo que se te pueda ocurrir. Nos mantuvimos alineados
durante ese período dado nuestro trabajo espiritual y ocupando nuestro tiempo;
en el caso de Sergio en pintar nuestra casa y en el mío, en ser canal de
murales que ahora pasaron a formar parte de las paredes de nuestro hogar. Hacia
fines de abril escribí lo que sigue a continuación: “Mis guías y mi Ser
Superior me dicen que estoy en un período de “compás de espera”. ¿Qué significa eso? Significa FLUIR y entregarnos completamente confiados sabiendo
que todo está en perfecto orden divino y que la excelencia está y se manifestará
en el momento sublime para el cual el Universo todo, tiene contemplado que
aquello que es, tome la forma para ser realizado en completud. Mientras tanto
solo resta despojarme de mi mente, de mi ego y personalidad y entrar en ese
mundo de alineación total con mí ser único y perfecto, manteniendo un silencio
total desde mí y también evitando escuchar a todos cuantos me rodean. Cualquier
comentario con buena o mala intensión puede lograr hacerme perder mi eje.
Voy intentando aprender a vibrar en la quinta dimensión. De a poco
intento traer a la realidad las manifestaciones creadas por mí, viendo donde
las sincronías abren las puertas para que yo pueda entrar sin ningún esfuerzo.
Tratando de no volver a proceder ya, como lo he venido haciendo en la tercera
dimensión. Mirando atentamente las señales y fluyendo a los dictados de mi
corazón que aparecen a modo de intuición. Los caminos se muestran lejanos aún,
pero las señales van intentando refulgir cual carteles de neón para llamar mi
atención.
Mi vida está mutando, solo que sé que el camino se irá manifestando en
la medida en la que cada uno de mis pasos pueda avanzar. Nunca más de un paso a
la vez. La transformación va llegando, pero de a poco. Y al ir avanzando, nos
iremos dando cuenta que el pasado ha quedado muy lejos y que ya no hay una
vuelta atrás. La marcha hacia lo nuevo tiene que seguir y el próximo paso que
demos nos irá mostrando con mayor certeza como sigue nuestra historia.
Hace años que siento que vivo confiada y entregada y que el “compás de
espera” ha estado presente en mi vida y en la vida de mi familia, pero, en
estos tiempos de quinta dimensión a donde somos totalmente conscientes de
nuestras creaciones, a donde somos responsables de manifestar y traer los
milagros a nuestras vidas, nuestra labor es solamente plasmar nuestra creación.
¿Cómo queremos que siga nuestra historia? ¿Cómo se construye nuestra vida y que
cambios hay que hacer en estos tiempos? Imaginando o visualizando, siendo
conscientes, agradeciendo, repitiendo.
Si he de describir mi estado, casi podría decirte que estoy despojada
de mí y de todo… Sin ganas de nada. Miro
sin ver, sin involucrarme. Vuelo por la vida como observadora sin
participación. Nada me motiva, ni un paseo, ni un programa de televisión, ni
una comida… nada me da un motivo válido para entrar en juego. Si estuviera en
un partido de fútbol, te diría que estoy pre calentando para salir a jugar,
pero aún no ha llegado el momento. Entonces, como mi desafío, mi prueba aún no
comenzó, yo estoy calma, respirando profundo y sintiendo la conexión que me une
a la luz divina. Pero sin participar. Por lo menos sin participar a modo
consciente, puesto que desde otro lugar, mi participación está. La maestra
divina que soy en otro plano está trabajando por mí para la concreción de la
excelencia y perfección de mi nuevo rumbo”.
El ciclo de espera para mi familia y yo terminó. Hemos pasado nuestra
prueba con creces y ahora seguimos avanzando hacia lo nuevo que continuamente
fluye para nuestra evolución.
Si te encontrás en una situación similar a la que acabo de contarte, no
pierdas tu alineación, fluí, se creativ@, respirá profundo, mantené tu conexión con la Fuente, y verás que cuando
termine tu “compás de espera” las manifestaciones de lo nuevo comenzarán a
llegar. ¡Namasté!
No hay comentarios:
Publicar un comentario