miércoles, 24 de junio de 2015

APRENDIENDO A VIVIR EN UN NUEVO MUNDO Por Ruth Ross

COMPÁS DE ESPERA (N°128)
Para cuando esta nota salga a la luz todo lo que acá relato ya será algo más para contar en
nuestras vivencias, tanto personales como familiares, y siempre de crecimiento y evolución. Lo cierto es que ya desde fines del mes de abril y hasta un cierto tiempo del mes de mayo, hemos estado casi como “congelados”, “invisibles” o el adjetivo que se te pueda ocurrir. Nos mantuvimos alineados durante ese período dado nuestro trabajo espiritual y ocupando nuestro tiempo; en el caso de Sergio en pintar nuestra casa y en el mío, en ser canal de murales que ahora pasaron a formar parte de las paredes de nuestro hogar. Hacia fines de abril escribí lo que sigue a continuación: “Mis guías y mi Ser Superior me dicen que estoy en un período de “compás de espera”.  ¿Qué significa eso? Significa FLUIR y  entregarnos completamente confiados sabiendo que todo está en perfecto orden divino y que la excelencia está y se manifestará en el momento sublime para el cual el Universo todo, tiene contemplado que aquello que es, tome la forma para ser realizado en completud. Mientras tanto solo resta despojarme de mi mente, de mi ego y personalidad y entrar en ese mundo de alineación total con mí ser único y perfecto, manteniendo un silencio total desde mí y también evitando escuchar a todos cuantos me rodean. Cualquier comentario con buena o mala intensión puede lograr hacerme perder mi eje.
Voy intentando aprender a vibrar en la quinta dimensión. De a poco intento traer a la realidad las manifestaciones creadas por mí, viendo donde las sincronías abren las puertas para que yo pueda entrar sin ningún esfuerzo. Tratando de no volver a proceder ya, como lo he venido haciendo en la tercera dimensión. Mirando atentamente las señales y fluyendo a los dictados de mi corazón que aparecen a modo de intuición. Los caminos se muestran lejanos aún, pero las señales van intentando refulgir cual carteles de neón para llamar mi atención.
Mi vida está mutando, solo que sé que el camino se irá manifestando en la medida en la que cada uno de mis pasos pueda avanzar. Nunca más de un paso a la vez. La transformación va llegando, pero de a poco. Y al ir avanzando, nos iremos dando cuenta que el pasado ha quedado muy lejos y que ya no hay una vuelta atrás. La marcha hacia lo nuevo tiene que seguir y el próximo paso que demos nos irá mostrando con mayor certeza como sigue nuestra historia.
Hace años que siento que vivo confiada y entregada y que el “compás de espera” ha estado presente en mi vida y en la vida de mi familia, pero, en estos tiempos de quinta dimensión a donde somos totalmente conscientes de nuestras creaciones, a donde somos responsables de manifestar y traer los milagros a nuestras vidas, nuestra labor es solamente plasmar nuestra creación. ¿Cómo queremos que siga nuestra historia? ¿Cómo se construye nuestra vida y que cambios hay que hacer en estos tiempos? Imaginando o visualizando, siendo conscientes, agradeciendo, repitiendo.
Si he de describir mi estado, casi podría decirte que estoy despojada de mí y de todo… Sin ganas de nada.  Miro sin ver, sin involucrarme. Vuelo por la vida como observadora sin participación. Nada me motiva, ni un paseo, ni un programa de televisión, ni una comida… nada me da un motivo válido para entrar en juego. Si estuviera en un partido de fútbol, te diría que estoy pre calentando para salir a jugar, pero aún no ha llegado el momento. Entonces, como mi desafío, mi prueba aún no comenzó, yo estoy calma, respirando profundo y sintiendo la conexión que me une a la luz divina. Pero sin participar. Por lo menos sin participar a modo consciente, puesto que desde otro lugar, mi participación está. La maestra divina que soy en otro plano está trabajando por mí para la concreción de la excelencia y perfección de mi nuevo rumbo”.
El ciclo de espera para mi familia y yo terminó. Hemos pasado nuestra prueba con creces y ahora seguimos avanzando hacia lo nuevo que continuamente fluye para nuestra evolución.

Si te encontrás en una situación similar a la que acabo de contarte, no pierdas tu alineación, fluí, se creativ@, respirá profundo, mantené  tu conexión con la Fuente, y verás que cuando termine tu “compás de espera” las manifestaciones de lo nuevo comenzarán a llegar. ¡Namasté!



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