sábado, 21 de marzo de 2015

"EL MARAVILLOSO DESPERTAR DE LA CONSCIENCIA" Por Sergio Lipp

¿EN QUÉ CREO? (N° 125)
Creo en un mundo donde todo sea amor, donde prevalezca para siempre lo mejor que tenemos y no lo peor. Donde reine la paz y el bienestar. Donde los seres humanos sean simplemente eso, “seres humanos”, y no simples animales racionales. Donde  podamos coexistir todos los integrantes de este planeta en armonía, respetando todos las distintas manifestaciones de la naturaleza, en el cual el hombre comprenda finalmente que estar dotado de inteligencia no le da ningún derecho para creerse el dueño del planeta. Creo en un mundo donde se respete a los distintos reinos. Donde la ecología pase a formar parte prioritaria para cualquier toma de
decisiones y que no pueda hacerse nada que pueda afectar a la naturaleza, la Gaia, la Pachamama o como quieras llamarla.
Un mundo que esté en contacto con el resto del Universo, así como todos los distintos planos de existencia conocido y no conocido, reconocido y no reconocido como tal. Donde los duendes, las hadas, los guías, los ángeles, y tantos otros espíritus sean parte de nuestra vida cotidiana.
Un planeta donde todos primero tengamos en cuenta el bien común y recién después el interés particular. Donde la competencia sea fundamentalmente con uno mismo, para hacer las cosas lo mejor posible y mejorarlas, si esto fuera posible. Una Tierra de fronteras abiertas aunque sigamos hablando idiomas diferentes.
Donde no haya diferencias sociales, educativas, religiosas, económicas, políticas, de sexo, raza o color. Donde el que más tenga sea el que más ayude, porque en definitiva es el que más puede, y donde el rico comprenda que los relojes se colocan de a uno y se vive en una sola casa a la vez.
Que haya comprendido que el acopio material no tiene sentido. Donde se hayan superado las guerras, la discriminación y el hambre, que no tiene ningún sentido, en un planeta que produce alimentos y bienes para mucho más de los 7.000 millones de habitantes que somos.
Un mundo donde todos pueden realizarse y en donde lleven adelante y se preparen para vivir dedicados a su vocación. Donde solo se manifieste la verdad, donde las personas simplemente “sean” ellas y puedan expresar lo que sienten y sus pensamientos sean la exteriorización más pura de ellos.
Donde se haya casi erradicado las enfermedades y lo común sea estar sano. Donde la alegría y la felicidad sean la manifestación de la mayoría de las personas. Donde todos se dediquen a vivir, disfrutando cada segundo como si fuera el último, y no meramente existir.
Creo en un mundo donde prime la sabiduría por sobre otra cosa y quienes tengan la responsabilidad de gobernar, de dirigir, en todas las diferentes realidades, sean naturalmente los más sabios. En donde lo más importante que podamos hacer sea darle la máxima prioridad a los valores humanos. Donde se viva tranquilamente sin leyes, ni reglas, ni imposiciones de ningún tipo, porque todos vamos a saber comportarnos de la mejor manera. Donde solo se le preste atención a lo positivo.
Un planeta que logró finalmente evolucionar verdaderamente pese a todos sus errores.

En definitiva, el mundo de quinta dimensión al cual estamos yendo.


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