En este mes se cumplen 18 años de la historia que cambió mi vida y la
de mi familia para siempre. 18 años del
primer contacto con los que fueran nuestros primeros guías de la luz y a los
que denominamos Melkevianos. 18 años del momento en que mutó para siempre
nuestra vida. Que nos hizo girar de una manera tan, pero tan vertiginosa, que
no cambiamos en 180°, sino que lo hicimos en 360°. 18 años, toda una vida ¿no?
La mayoría de edad.
Cada 21 de marzo festejo en mi interior, agradezco a los primeros guías
que aparecieron, recuerdo vívidamente esos momentos, me emociono y compartimos
en familia estos recuerdos, volviendo a traer situaciones compartidas. Fue a
raíz de todo aquello que alguna vez en el año 1997, escribí mi libro “Ellos
Están Aquí”. Y quizás a modo de homenaje por esta mayoría de edad en estos
meses pasados, escribí su segunda parte. ¿En qué momento esta obra será
transformada en libro y puedas tenerlo en tus manos? Solo el Universo con su
magia y sus sincronías tiene la respuesta. Sé que seguramente como todo en mi
vida y en la vida de mi familia, será en el preciso instante en que yo esté
lista para compartir las palabras que allí están vertidas, y vos que me seguís
y me lees mes a mes, estés list@ para recibir con tu corazón su fuerte
contenido.
Solo sé que en estos años hemos vivido todo tipo de aprendizajes y nos
hemos mantenido siempre con FE, tratando
de pasar cada uno de nuestras experiencias de la mejor manera, con alegría y
felicidad, pese a los avatares que nos pudieran haber tocado vivir.
Hay algo que en nuestro recorrido nunca nos faltó y es sentir
continuamente la compañía y la presencia de la Luz Divina.
Por supuesto que las lecciones fueron y son nuestras, y que como seres
humanos, tenemos que pasar todo aquello que nuestros Seres Superiores hayan
pactado venir a aprender en esta encarnación, aunque, en muchos casos, como
seres humanos que somos, estos aprendizajes
lleguen bajo nuestro protesto.
Cierta vez fuimos con Sergio a escuchar a Sixto Paz Wells, (Escritor y
conferencista, contactado por extraterrestres) y cuando terminó su conferencia
nos dirigimos a hablar con él para contarle lo que estábamos empezando a vivir.
Entonces él nos dijo sobre nosotros y el camino que estábamos
comenzando a recorrer, algo así como: -“Bienaventurados. Porque todo lo que
están viviendo y vivirán será toda una aventura, serán bien arriesgados”.- En
ese momento no llegábamos a percibir demasiado a lo que se refería, pero con el
tiempo, al ir transitando la vida, lo entendimos perfectamente.
Este es un camino bastante solitario. Una carretera de romper barreras,
estructuras, prejuicios. Pero tanto Sergio como yo fuimos eligiendo cada cosa
que nos ha tocado vivir y la volveríamos a elegir. Fuimos transitando por un
camino lleno de obstáculos cual si guiáramos una 4 x 4 para que nuestra
evolución fuera cada vez más rápida.
En el aquí y el ahora, todo gira tan rápido en mi vida y en la vida de
mi familia que las cosas más insólitas pueden llegar a aparecer. Directamente
ya nada es como pensamos, ni como lo imaginamos. Todo llega inesperadamente. Y
por más que por momentos hayamos sentido como que estábamos dentro de una gran
cúpula que nos convertía en invisibles hacia el afuera, que evitaba la llegada
de aquellos que quisieran tener cualquier tipo de vínculo con nosotros, siempre
supimos que todo pasaba por un gran e intenso trabajo interior, de crecimiento
y sobre todo de tomar impulso para salir disparados hacia lo nuevo que tenía
que llegar. Por lo que de golpe, de buenas a primeras, ese domo que nos cubría
se levantó y aunque seguimos trabajando intensamente con nosotros, hemos vuelto
a ser visibles para el resto.
Si tengo que decirte algo es: “Trabajá mucho con vos, por vos, y para
vos. Sos la prioridad. Si vos te sanás desde el interior, si vos evolucionás,
si vos despertás, recién allí, empezarás a sanar al resto del mundo. Concéntrate
en tu trabajo interior y espera con suma alegría todos los cambios
benevolentes inesperados que te tienen que llegar”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario