viernes, 26 de diciembre de 2014

EL MARAVILLOSO DESPERTAR DE LA CONSCIENCIA Por Sergio Lipp

LA ECUACIÓN DEL BIENESTAR: MENTE + CORAZÓN + EXPERIENCIA, EN IGUAL PROPORCIÓN
(N° 122)
La plenitud del bienestar tiene sus secretos, secretos que a través del tiempo el ser humano fue perdiendo y por distintas razones, se transformó en un hombre desequilibrado, en lugar de un hombre equilibrado. Hoy, con mucho esfuerzo y tropezando aún con muchos obstáculos, está volviendo a su esencia, que es vivir en un estado de bienestar. Falta mucho todavía, pero ese camino es el que comenzó a transitar una parte de la humanidad, la suficiente como para ir  
contagiando al resto y torcer la historia.
En este caso, lo que planteo es lo que di en llamar “La Ecuación del Bienestar”. Supongamos que hacemos tres columnas, en la primera ponemos lo que llamo la mente,  para que sea comprensible para todos, la pongo en primer lugar porque es la que ha tomado el mando, la que se ha exaltado en los últimos cientos de años y se utiliza por sobre los otros componentes. Dentro de ella encontramos la lógica, la fuerza, la inteligencia, el ego y la personalidad. Es la que más representa a la humanidad en su conjunto. Todo se mueve de acuerdo a lo que debe ser, a lo que quiere escuchar el otro, a lo que le parece mejor a la personalidad, a la complacencia del ego. Hacemos un culto a la inteligencia absolutamente desproporcionado, nos convencemos que el acopio de conocimiento tiene que ser venerado, depositamos todo en las personas que
consideramos inteligentes y las personas en realidad, compiten por ser cada una más intelectuales y le damos absoluto crédito a lo que ellas nos dicen. Pero nadie le presta atención discerniendo si eso que dicen es la más absoluta verdad o la estupidez más grande, importa más quien lo dice, importa más que eso sea  “verisímil”, no que sea la verdad.
Y por eso el mundo en que vivimos y las decisiones que se toman son lo que son.
Por otra parte tenemos el corazón. Con este nombre incluyo lo que sentimos, lo que intuimos, lo que podemos percibir más allá de los sentidos. En él también coloco el alma y toda la sabiduría interior, la cual tenemos tapada por la mente. En realidad, es esta parte de nosotros la única que nos puede decir la verdad, aunque esta vaya en contra de la lógica, de nuestro sentido común. La sabiduría del corazón está unida a la sabiduría del Universo, por ello, si le hacemos caso nos dará las verdaderas respuestas que necesitamos.
Por último, tenemos la experiencia; es importantísimo experimentar, porque es la única manera de vivir en carne propia la vida misma. Pero en este mundo, la mera experiencia y el paso de los años, no necesariamente significa tener sabiduría, porque la mayoría de las personas, lamentablemente, se va de este mundo cometiendo los mismos errores, sin haber aprendido de ellos y hasta con-venciéndose a sí mismo que tenía razón.

Mis amigos, no hay ninguna posibilidad de evolucionar si no logramos el equilibrio, que significa en definitiva, aprender a usar la mente cuando la tenemos que usar y escuchar a nuestro corazón cuando nos da las verdaderas respuestas que necesitamos, y capitalizar la experiencia para superar los errores y aprender de ellos, que para eso están. Sólo con el equilibrio podremos lograr la plenitud del bienestar y cuando lo logremos, todo en nuestra vida cambiará inexorablemente, para bien. Lo más cercano que podamos estar de ese punto de equilibrio nos acercará un poco más a la perfección.


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