viernes, 26 de diciembre de 2014

APRENDIENDO A VIVIR EN UN NUEVO MUNDO Por Ruth Ross

EL JARDÍN DEL EDÉN (N° 122)
Qué momento único este que estamos viviendo!!!
¡Cuán grande es la intensidad energética -  vibracional que está trabajando en cada uno de nosotros y en nuestra Gaia, para continuar con este proceso de depuración de todo aquello que ya no nos sirve, que pertenece al pasado, y con ello dar un acabado perfecto, esplendoroso y de excelencia, a nuestro Ser Verdadero.
Hace días hemos transitando y durante un tiempo bastante prolongado, un período por demás difícil, de mucho aprendizaje que se relacionó totalmente con un volver a vivir algunos momentos del pasado, tal como te comenté el mes anterior, pero, viviéndolo desde un lugar diferente, y siendo nosotros mismos otras personas, con otra comprensión, con otra sabiduría. Para poder pasarlo se requirió de mucha fe, de una total entrega, de mucha soledad, silencio, tolerancia,
comprensión, alineación, meditación y sobre todo,  no salirnos del eje, porque en el fondo siempre veíamos la luz de la mano divina que nos sostenía y daba las fuerzas, para que pudiéramos proseguir nuestro camino sin desfallecer ante las pruebas. Y finalmente esa experiencia terminó y como si hubiéramos encontrado la bisagra que abría la nueva puerta, la luz de un nuevo camino se intensificó ante nuestros ojos guiándonos a transitar por un sin número de nuevas experiencias.
El aquí y él ahora me encuentran justo en el punto a donde quiero estar. Viviendo las experiencias que con anticipación mi Ser Superior va transitando para mí  y me va guiando. Es un momento cósmico de felicidad interior y de plenitud total. De saber que Yo Soy y que Yo Estoy, que Yo Soy parte del Todo y que me puedo encontrar en cada minúscula partícula de la totalidad suprema.
Siento que una fuerza cósmica me impulsa y me hace converger en el momento único y preciso en que la sincronía universal está preparada para mi mayor bien y el de todos los involucrados, que de una u otra manera tomen cualquier tipo de contacto con mi persona. Siento que la pureza del momento se manifiesta a cada instante atrayendo todo aquello que tiene que ser. La pared del otro lado del velo está cada vez más fina. Los tiempos y las dimensiones  están cada vez más cerca de mostrarme todas las imágenes de las películas que he venido protagonizando, convirtiéndome cada vez más en quien Soy y en quien debo Ser. Y eso que siempre supe, actué ante cada
circunstancia y fui. Pero lo que siento en el hoy es aún mucho más fuerte.
Siento que lo que viene desde mi Ser Superior es lo que vale y que todo lo demás es totalmente vacuo y superfluo. En este estado vibracional puedo decirte que me siento una con el Cosmos, una con la divinidad, es casi, podría decirte, como si estuviera en forma permanente en el tan ansiado Jardín del Edén que buscan algunos. Siento que todo es belleza, todo es amor, todo es paz. Siento que en cada árbol, río, mar, océano, pastito, flor, piedra, arena, ave, animal, cada estrella, planeta, nube, en el sol, en la luna, etc., Yo Estoy. Y a la vez siento que  todo está en mí. Nada está separado, todo está unido y todo proviene del mismo lugar y a la vez todo desemboca al final en el mismo sitio: La Fuente Divina.
Sentí el impulso, la necesidad, de compartir con vos que estás del otro lado este proceso, porque sé que lo esperás, que lees lo que voy transitando en busca de compañía, asistencia, información, para saber cómo seguir en estos momentos con tu vida.
Si por casualidad te encontrás pasando alguna situación difícil, entregate, soltá, flui… Del otro lado del camino te espera la puerta que te mostrará el camino verdadero. Aprovechá el impulso de la energía que trae este tiempo. Nutrite de la Fuente Divina y  recordá que nada es casualidad. Todo lo que se nos presenta es para que aprendamos un poco más, para que soltemos todo lo viejo y podamos ser. La vida en la Tierra no es fácil, lo sé. Pero amig@ al aceptar, al entregar, al saber que fue tu parte más sabia y perfecta la que impuso todo lo que te toca vivir para seguir puliendo esas partes no tan claras de vos, podrás respirar profundo, meditar, mantenerte en tu silencio interior y salir aireos@ de cada una de las pruebas que te hayas impuesto, y así encontrar al final, la lucecita que te conduzca a tu Jardín del Edén Interior. Mucha fuerza  en tus procesos!

Namasté


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