martes, 30 de septiembre de 2014

HACE DIEZ AÑOS... (N° 119)

“Hace diez años comenzamos una aventura, habíamos llegado a Mina Clavero cuatro años antes y habíamos hecho para sobrevivir distintas cosas. En el año 2000 habíamos lanzado una revista llamada “Diario Despertar Interior”, que duró un corto tiempo. Era julio de 2004, y en ese momento, estábamos en la plaza San Martín (plaza central de Mina  Clavero) vendiendo los dulces de nuestra propia elaboración.

“Dice Sergio: Un sábado lluvioso, por el cual estábamos en casa, fui a dormir una siesta, y vi durante mi sueño una tapa de una revista en letra color azul llamada “Mensajeros de Luz”, en un formato igual a una revista que teníamos en la biblioteca; cuando me desperté le dije a Ruth: - ¿qué te parece si hacemos una nueva revista que se va a llamar “Mensajeros de Luz”?, a lo que estuvo de acuerdo conmigo”.

“Dice Ruth: Cuando Sergio me propuso hacer nuestra revista le dije que sí, aunque tenía mucho miedo al fracaso, ese fue para mí un gran aprendizaje, puesto que los aprendizajes a los que el Universo nos había estado sometiendo para fortalecernos, para hacernos evolucionar cada vez más, mucho tenían en esos tiempos, con ser algo parecido al Rey Midas al revés… Y uno tiene mucho que aprender, y yo no soy la excepción a la regla. Por aquellos tiempos no podía llegar a imaginar la repercusión que “Mensajeros de Luz” tendría para nosotros y para ustedes, ni la alegría que brilla cada mes en nuestros corazones gracias a ella”.

Fue entonces que nos dejamos fluir sobre el contenido que tendría la revista, como organizarla, cuantas páginas tendría, etc. Y una vez que tuvimos un número 0 terminado, averiguamos costos y comenzamos a pedir presupuestos en las imprentas. Finalmente arreglamos con una imprenta nueva que se había puesto en Mina Clavero (a todo esto ninguno de los dos sabía nada de diagramación, por lo que los avisos los iba a hacer la misma persona de la imprenta). A la semana siguiente de salir a buscar los avisos ya teníamos el costo de la edición, y como siempre, hasta ese momento, no teníamos un centavo y por ello, le pedíamos a nuestros auspiciantes que nos adelantaran una seña. Todo parecía ir viento en popa, solo que no contábamos con una primera y gran prueba. El día que se suponía teníamos que ir a la imprenta a controlar como iba nuestra revista, encontramos al imprentero en el camino, viniendo a buscarnos con su cara desencajada… se le había roto la máquina offset, y no solo no podría llegar a hacer nuestra revista, sino que él mismo tendría que cerrar la imprenta. En ese momento sentimos un shock inmenso, no sabíamos que hacer, sobre todo porque teníamos avisos comprometidos y no sabíamos aún como sacar nuestro producto a la calle.

“Dice Sergio: Luego de superar ese primer instante dramático, recordé que tenía una tarjeta de una imprenta de Córdoba que venía todos los veranos a tomar trabajos. Me puse en contacto con esta persona y aceptó el precio y las condiciones que nosotros habíamos arreglado con la persona de acá”.

“Dice Ruth: Sí, aceptó el precio y las condiciones pero sin la parte del diseño gráfico de la revista, así que yo miraba las publicidades, miraba el programa corel y no sabía por dónde empezar, iba tocando botones y no lograba demasiado. El 2 de septiembre vino la prima de Sergio para el

cumpleaños de nuestra hija menor y ella me explicó el movimiento de un solo botoncito. Y como  digo siempre, lo que siguió fue que Dios me enseñó diseño gráfico”.

Y finalmente… llegó nuestro primer hijo de papel, y grande y desagradable fue nuestra sorpresa, cuando nos topamos con una revista que no estaba mal impresa… estaba horrible!!!.

“Dice Sergio: Ya habíamos sacado el segundo número y yo me estaba preguntando cómo hacer para conseguir una imprenta que nos respaldara en la calidad que necesitábamos. Cuando pensaba eso estaba en una máquina en un local de internet, y justo se acercó a la máquina de al lado un muchacho que conocíamos con el que me puse a charlar y me preguntó qué estábamos haciendo, a lo cual le conté nuestras peripecias y me dijo:- ¿Por qué no vas a la imprenta de H.I.J.O.S.?-, él casualmente, tomaba trabajos de imprenta de ellos”.

Y pasaron los años, y pasamos todas las experiencias y aprendizajes que uno puede llegar a imaginar y todo lo inimaginable. Años después de lo que contábamos llegó la excelencia a nuestra revista de la mano de la imprenta Oprint, la cual también fue acercada a nosotros de la mano del Universo.

Para ser breves, la revista siempre fue “guiada” y nunca dejó de salir puntualmente cada mes de estas 119 ediciones (falta una, porque solamente un mes la revista no salió a la calle puesto que nosotros viajamos a Israel), muchas veces ni siquiera sabiendo nosotros como sería posible que saliera, debido a las dificultades que se nos presentaban en esos momentos. Pero aquí estamos, con cientos de miles de lectores a lo largo de este tiempo. Con personas que se despiertan o se han despertado con alguna de las notas que hemos publicado en nuestros contenidos. Sabiendo que estamos cumpliendo con una de nuestras misiones espirituales y teniendo la absoluta certeza y asumiendo con total responsabilidad que estamos marcando un rumbo, un camino al cual toda la humanidad tiene que llegar, que es el camino de la Luz.

Gracias a todos los que han intervenido para que esta revista haya perdurado y continúe perdurando. Gracias a todos los que de una u otra manera nos ayudan a difundirla. Y sobre todo, gracias al Universo por confiar en nosotros para que llevemos a cabo tan hermosa e importante misión.                                                  Ruth y Sergio


viernes, 5 de septiembre de 2014

TAPA REVISTA N° 118 AGOSTO 2014




APRENDIENDO A VIVIR EN UN NUEVO MUNDO Por Ruth Ross



 
PAZ, PAZ, PAZ                  (N° 118)
Para serte totalmente sincera, este es un período por demás fuerte, con mucho trabajo en lo personal, para lograr mantenerme en mi centro, dentro de la quinta dimensión, sin ser absorbida por la ola de violencia nefasta que hay desatada en el mundo. Si bien era sabido, y te lo vengo diciendo hace mucho tiempo, que en estos momentos la oscuridad iba a mostrar sus garras con mayor intensidad, y que la tercera dimensión tiene que quedar definitivamente separada de la quinta, el momento planetario que se está vivenciando es demasiado fuerte. Empezamos con un mundial de futbol, que si bien para muchos es algo común y feliz, a mí en lo personal me hizo ver la falta de amor que hay entre hermanos. Una vez, nuestros primeros guías espirituales, hablando con mi hijo Kevin, le dijeron que en el Universo no se compite por nada, y esa es y será mi filosofía de vida constante. Cuando hay competencia  siempre hay alguien que queda anulado, subestimado, con su amor propio y su autoestima por el piso, y alguien o varias personas, si de fútbol se trata, que serán enaltecidos por el mero hecho de patear una pelotita, ganando para ello millones de dólares y teniendo una vida de consagración. O sea, te decía, en el mundial de fútbol ya se materializó la horda de violencia entre unos y otros equipos pertenecientes a distintos países del mundo. Un mundo que a mi criterio no debiera tener límites ni fronteras, un mundo en el que todos y cada uno de nosotros debiéramos poder vernos como hermanos, asumiéndonos como diferentes unos de otros y aceptando esas diferencias. Pero esos límites que generaciones tras generaciones de personas  con diferentes creencias y utilizando el poder que dan las armas y el dinero quieren cuidar, mantener y defender, lleva el preciado costo de pérdida de vidas humanas.  Y no se trata aquí de quien fue el primero en tirar una piedra, o que vino primero, el huevo o la gallina, se trata de lograr mirarnos a los ojos con nuestros adversarios desde el amor más profundo y bregar por lo mismo, por la paz. Más eso no es lo que está ocurriendo en la Tierra en estos momentos. Hay grandes frentes de locura total abiertos por doquier. Israel y Medio Oriente, Ucrania… y los que están afuera y ven las noticias, creen lo que les quieren hacer creer los medios de comunicación, toman partido e inician una guerra mental, sin saber, sin tener la información exacta, sin entender… pero opinando, todos opinan y todos se sienten con derecho a juzgar o a criticar.
Los países en conflicto solo piden la muerte de unos y de otros y lo que es peor, la piden en nombre de Dios, como si Dios, el Universo, mandara cometer crímenes en su nombre, y por culpa de los pequeños grupos religiosos radicales que se encuentran en dichos países, queda mutilada toda una sociedad. Lo que el resto de los habitantes de las zonas en conflicto no terminan de entender es que mientras ellos por su miedo, su dolor, su impotencia, sigan pidiendo muerte, eso es lo que continuarán encontrando en sus vidas, porque como en la vida todo es “pide y se te concederá”, no existe un Dios malo o injusto, sino una elección mal hecha liberada al éter por masas de diversas culturas, sin darse cuenta de cómo cambiarían las cosas si en lugar de dejarse dominar por el odio, empezaran a bregar por la paz mundial.  Siento que en uno y en otro lado hay “personas”, vidas con sueños y con esperanzas que una guerra absurda termina sin sentido.
Humildemente, desde esta columna que seguís mes a mes, te pido que juntos oremos por la PAZ, en cada foco de conflicto que hay en este momento encendido en la Tierra, y para ello, ya sabés como se empieza, simple y sencillamente enfocándote en encontrar nuestra propia PAZ personal. Trabaja, medita, mantente en tu centro, sos la paz, vives la paz e irradias la paz desde vos, hacia todo el planeta. ¡Namasté! 


                   

EL MARAVILLOSO DESPERTAR DE LA CONSCIENCIA Por Sergio Lipp


25.000 PENSAMIENTOS (N° 118)

Dicen los científicos que emitimos aproximadamente 25.000 pensamientos por día. Quiere decir que mensualmente serían unos 750.000, anualmente unos 9.000.000 y una persona de mi edad (56 años) ya habría emitido más de 500.000.000 de pensamientos. ¡Vaya cifra!
Ahora bien, teniendo en cuenta esto es fácil comprender porque cada persona construye para sí mismo una “estructura de pensamiento” propia y por qué se dice habitualmente que “somos lo que pensamos” y que “nuestros pensamientos forman nuestra propia realidad”. Si gran parte de esos pensamientos se repiten casi cotidianamente a lo largo del tiempo, es lógico que para nosotros sea parte nuestra tan naturalmente como respirar, y estos se repiten y se repetirán ininterrumpidamente a lo largo de toda nuestra existencia, y ello no significa que gran parte de estos representen la verdad.
Yo siempre presto atención a como mis padres reiteran determinadas cosas casi desde que tengo uso de razón. Lo más loco es que a muchos de esos pensamientos no los comparto en lo más absoluto, pero sé que los voy a seguir escuchando mientras vivan, porque comprendo que forman parte de ellos mismos, están totalmente incorporados.
Por eso es tan difícil para las personas cambiar. Están tan  convencidos de sus pensamientos así como de su propia existencia.
Sin embargo, nadie repara en que muchos de ellos pueden haber estado equivocados desde su inicio. Imaginemos que si son emitidos por los padres, los niños crecen escuchando durante todo su crecimiento un montón de cosas, que se hacen carne en ellos y que luego repiten
incesantemente en sus vidas sin ni siquiera cuestionarse si son verdaderos o no.
Muchas veces, los seres humanos en general, no son conscientes de la gravedad de lo que dicen y de las desastrosas consecuencias que producen en sí mismos y en los demás. El pensamiento se hace carne, sea constructivo o destructivo, bueno o malo.
Por ejemplo, yo de chico era un poco torpe para efectuar determinados arreglos manuales, entonces recuerdo claramente que mamá decía: “Sergio es muy inteligente, pero tiene dos manos izquierdas”, como consecuencia de ello yo ni intentaba hacer nada con las manos. El tiempo pasó y cuando me casé y no tuve en algunos momentos dinero para hacer determinados arreglos, me animé y los hice yo mismo. Y más adelante, cuando tuvimos que construir nuestra casa en Mina Clavero y no nos alcanzaba para las terminaciones, terminé revocando toda la casa de afuera y de adentro, colocando cerámicos, instalando el agua y la electricidad, colocando algunas aberturas, etc.
La realidad, mis amigos, es que todos somos capaces de cambiar todos los pensamientos que no deberían formar parte de nosotros mismos, pero para ello, en principio, debemos hacernos conscientes aunque sea de a poco en lo que pensamos, reflexionar sobre ello y prestar atención a lo que emitimos para afuera, filtrando nuestros pensamientos negativos e ir tratando en que la mayoría sean positivos. Para ello, debemos acostumbrarnos a no hablar tan rápidamente como pensamos, debemos habituarnos a que antes de exteriorizarlos pase una pequeña secuencia de tiempo para permitirnos una reflexión, que nos posibilite ese filtro, que a su vez nos permitirá ir produciendo cambios en nuestra propia vida a medida que los vayamos modificando. Y por sobre todas las cosas debemos ser conscientes que si hemos repetido el mismo pensamiento millones de veces no podemos pretender que nuestros cambios sean instantáneos, demorarán el tiempo necesario pero lo disolverá definitivamente.



 


LA METÁFORA DEL FARO Por Ricardo Fuksmann (N° 118)


El faro está afianzado en la roca, no importa dónde se lo construya. A veces el faro es reconstruido en otras zonas mientras cambian el clima y las condiciones. El mismo faro, el mismo guardián del faro, siempre afianzados en la roca. El faro está ahí para hacer una cosa: hacer brillar la luz.  El propósito de la luz a menudo es cambiado. A veces es un aviso, a veces está allí para atraer la atención y a veces está ahí para guiar. Cualquiera sea el propósito, siempre está anclado en la roca.
Tú sabes algo que los otros no saben. Sabes dónde están las rocas, dónde está el problema, y estás allí para guiar a los otros, respecto de estas cosas.
¡Cuando la luz es capaz de ayudar a conducir a los barcos a salvo a la bahía, en el faro se regocijan! Cuando esto sucede, sin embargo, el guardián del faro no se va al barco y hace una fiesta con el capitán. En vez de eso, el guardián se regocija silenciosamente y continúa haciendo brillar la luz.
Los capitanes que llegan al puerto, a salvo gracias a la luz del faro, nunca conocen al guardián del faro. 
¡El guardián del faro, no publica una declaración para decirles a otros que salvó un barco! Queda en silencio y continúa, generalmente a solas, enclavado en la roca.
Algunas personas pasan por la vida de los demás intentando ayudar, guiar, tender la mano; pero todo se derrumba cuando dejan el faro y suben al barco para festejar...Otras en cambio ayudan en silencio, tocan e iluminan las vidas de muchos a su paso, no buscan ningún reconocimiento, dan porque sienten algo maravilloso al hacerlo y sienten paz, cuando han logrado salvar o hacer sentir mejor al otro. Esas personas son verdaderos faros, no necesitan figurar, no necesitan ser aplaudidos, no necesitan que los adulen ni que los hagan sentir importantes. No… siguen firmes en la roca y saben que su luz siempre será de ayuda para quien la necesite.
Pensemos... ¿Cómo queremos ser?.



DECÁLOGOS DE SANACIÓN (N° 118)


(De: hermandadblanca.org)

Hay mantras que repetimos para buscar nuestra sanación. De la misma manera hay “mantras” que nos repetimos, costumbres, frases hechas, actitudes…que pueden orientarnos hacia nuestra sanación integral como persona…o todo lo contrario. Echa un vistazo a estos 3 decálogos y
observa dónde te encuentras tú actualmente. Tal vez te dé una pista para cambiar de decálogo si estás viviendo una situación personal que no es la que quieres:

DECÁLOGO PARA PERSONAS SANAS QUE, SIN SABERLO, ESTÁN EN CAMINO DE PONERSE ENFERM@S
1. No prestes atención a tu cuerpo. Come mucha comida insana, bebe demasiado, consume drogas. Si estás cansad@ y sometid@ a estrés, no hagas caso de ello y sigue forzando tus límites.
2. Cultiva la vivencia de una vida sin sentido y de muy escaso valor.
3. Haz cosas que no te gusten y evita las que realmente deseas hacer. Sigue las opiniones y los consejos de todo el mundo, mientras continúas considerándote un/a desdichad@ en un situación “sin salida”.
4. Muéstrate muy resentid@ e hipercrític@, especialmente contigo mism@.
5. Llénate la cabeza de imágenes horrorosas, y después obsesiónate con ellas. Preocúpate, si no puedes todo el tiempo, al menos la mayor parte de él.
6. Evita las relaciones íntimas profundas y duraderas.
7. Echa a los demás la culpa de todos tus problemas.
8. No expreses abierta y sinceramente tus opiniones ni tus puntos de vista. Los demás no te lo agradecerían. Si es posible, no te enteres siquiera de cuáles son tus sentimientos.
9. Evita todo aquello que se parezca a sentido del humor. ¡La vida no es cosa de risa!
10. Evita todo cambio que pueda aportarte más satisfacción y alegría.

DECÁLOGO PARA PERSONAS QUE ESTÁN ENFERMAS (PERO TODAVÍA PUEDEN EMPEORAR)
1. Piensa en todas las cosas espantosas que podrían sucederte, regodeándote en imágenes negativas y sobrecogedoras.
2. Deprímete, compadécete de ti mismo continuamente, llénate de envidia y de cólera. Echa la culpa de tu enfermedad a todo y a todos.
3. Lee artículos, libros y periódicos, ve programas de televisión y escucha a personas que refuercen tu convicción de que “no hay esperanza”. Tú no puedes modificar tu destino.
4. Apártate de todo el mundo. Siéntete como un paria, y enciérrate en tu habitación a esperar la muerte.
5. Aborrécete por haber destruido tu vida. Recrimínate despiadada e incansablemente.
6. Ve a ver a un montón de médicos diferentes. Corre de uno a otro, pásate la mitad de tu tiempo en salas de espera, reúne montones de opiniones contradictorias e incontables fármacos en fase experimental, y empieza un programa tras otro, sin seguir ninguno hasta el final.
7. Abandona tu trabajo, deja totalmente de hacer proyectos, renuncia a todas las actividades que te dan la sensación de tener objetivos y de disfrutar. Observa tu vida como algo esencialmente sin sentido y sin futuro.
8. Quéjate de tus síntomas, y si te relacionas con alguien, elige exclusivamente a otras personas desdichadas y amargadas, para reforzaros mutuamente vuestros sentimientos de desesperanza.
9. No te cuides. ¿De qué te va a servir? Procura conseguir que otros se ocupen de ti, y después enójate con ellos porque no te cuidan bien.
10. Piensa en lo terrible que es la vida, y en que lo mismo te daría estar muert@. Pero, para poder sufrir un poco más, asegúrate de estar absolutamente aterrorizad@ ante la muerte.





DECÁLOGO PARA PERSONAS QUE QUIEREN SEGUIR ESTANDO BIEN
1. Haz cosas que te den una sensación de plenitud, júbilo y sentido, que confirmen tu valor. Observa tu vida como tu propia creación, y esfuérzate por hacerla positiva.
2. Préstate, afectuosamente, mucha atención a tí mism@; sintoniza con tus necesidades a todos los niveles. Cuídate, es decir, nútrete, apóyate y estimúlate tú mism@.
3. Libera todas las emociones negativas: resentimiento, envidia, miedo, tristeza, enojo. Expresa adecuadamente tus sentimientos; no te aferres a ellos. Y perdónate.
4. Fíjate mentalmente imágenes y objetivos positivos, cuadros de lo que verdaderamente quieres lograr en tu vida. Cuando aparezcan imágenes inquietantes, vuelve a concentrarte en las que te despiertan sentimientos de paz y júbilo.
5. Ámate a tí mism@, y ama a los demás. Haz del amor el propósito y la principal expresión de tu vida.
6. Establece relaciones gratas, afables, sinceras, que dejen margen a la expresión y al cumplimiento de tus necesidades de intimidad y seguridad. Procura sanar las heridas de relaciones pasadas (antiguos amantes, hermanos, padres…)
7. Haz una contribución positiva a tu comunidad, mediante alguna forma de trabajo o de servicio que valores y que además disfrutes haciendo.
8. Comprométete con la salud y el bienestar, y cultiva tu fe en la posibilidad de una salud total.
9. Acéptate y acepta todo lo que hay en tu vida como una oportunidad de crecimiento y aprendizaje. Sé agradecid@. Cuando sientas que te has comportado mal, perdónate, aprende todo lo que puedas de la experiencia, y después sigue adelante.
10. Conserva el sentido del humor.

 

INFORMES DE LA NUEVA TIERRA (N° 118)

LA INTELIGENCIA ESPIRITUAL         (De enseñanzas de Brahma Kumaris)

La inteligencia espiritual está por encima de la inteligencia operativa, la que nos permite resolver problemas mediante el razonamiento lógico e incluso por encima de la inteligencia emocional, la que nos ayuda a saber relacionarnos y convivir con los demás.
La inteligencia espiritual se basa en un nuevo lenguaje, el silencio, y en una visión que se enfoca en el sentido superior y trascendente de la vida. Permite experimentar la dimensión espiritual, reconocer la importancia de los pensamientos y de la conciencia que éstos crean. Desarrolla una felicidad serena pero estable, ya que no depende de factores externos sino que nos abre a la percepción del tesoro, la belleza que todos llevamos dentro.
Con la inteligencia espiritual se potencian habilidades como:
1. Permanecer pacífico independientemente de las circunstancias.
En el silencio uno es capaz de descubrir la verdadera identidad espiritual, donde existe un espacio inmaculado en el que tan solo hay paz, silencio y verdad.
Cuando entramos en ese espacio interior, el alma despierta y reconoce su valor, reconoce el sentido de la vida y reconoce a su Amigo eterno.
Esta experiencia llena al alma humana de poder espiritual que imprime un sello de paz en su personalidad, y que le permite afrontar todas las circunstancias de la vida con otra luz, con otra perspectiva. La vida ya no es un problema sino una escuela donde cada momento es una
oportunidad para apreciar, aprender y acumular tesoros interiores.
2. Observar desapegado y no absorberse en las situaciones.
La práctica de entender que somos un ser espiritual dentro de una experiencia humana, nos permite separarnos primero de este instrumento, nuestro cuerpo, y convertirnos en el observador desapegado. Eso no significa que no tengamos interés en lo que ocurre a nuestro alrededor sino que no nos implicamos emocionalmente y de esta manera podemos dar respuestas más efectivas, ahorrando tiempo y energía. También entendemos que la otra persona es un ser espiritual pero que en una situación conflictiva ha olvidado quién es y está identificada con algo que no es, y ésa es la causa de su malestar.
3. Comprender el sentimiento del corazón de los demás.
No es tan solo comprender a los demás, es mucho más que eso, es ver lo que los demás ni siquiera ven; es decir, las motivaciones más profundas por las que están haciendo las cosas, pero no las superficiales sino las más profundas, entenderlas, comprenderlas y dar una respuesta adecuada a eso. Es conectar con la parte inmaculada del otro, ya no vemos la imagen externa, no vemos la
superficialidad de las cosas que hace externamente sino que cada vez comprendemos más en profundidad la esencia de esa persona. Esto nos permite satisfacer sus auténticas necesidades. Esto es inteligencia espiritual, en donde somos capaces de trascender lo que se ve y ver lo que no se ve.
La inteligencia espiritual se basa en una percepción profunda de nosotros mismos como seres espirituales. Esta percepción nos abre a reconocer la importancia de los procesos sutiles de nuestra conciencia. Nos damos cuenta de lo fundamental que es generar pensamientos alineados con los valores internos más puros y positivos que poseemos: la paz, el amor, la sabiduría, entre otros. Nuestros pensamientos, sentimientos y acciones han de ser coherentes con esos valores si queremos experimentar armonía interior.
Otras habilidades que se potencian con la inteligencia espiritual:
4. Concentrar la mente en pensamientos elevados.
Se trata de una de las habilidades espirituales más importantes; ser capaz de concentrar la mente, libre de pensamientos inútiles o negativos, entonces es como si se quedara quieta, relajada, es como si estuviéramos contemplando un pensamiento o una idea. En ese espacio silencioso se produce la experiencia espiritual y la mente se abre a otra dimensión donde se accede a la comprensión de los secretos de la existencia humana sin necesidad de pensar, ni razonar. A eso le llamamos sabiduría. Esta tranquilidad mental nos recarga enormemente de energía.
A esto le llamamos meditación: concentración, quietud en la mente, silencio.
5. Tener buenos deseos y sentimientos positivos hacia todos.
Es muy fácil tener buenos sentimientos hacia la familia, los hijos, los amigos, pero con aquellas personas que no nos tratan bien o que se oponen a nosotros, ¿podemos tener buenos sentimientos hacia ellos?
La persona que desarrolla la inteligencia espiritual no reacciona ante lo que hacen, se mantiene en silencio, y tiene buenos sentimientos hacia ellos, buenos deseos. ¿Qué quiere decir esto? Piensa: “Te deseo lo mejor y que por fin recapacites y te conviertas en una persona madura que se da cuenta de lo que está pasando”.
Necesitamos mucha práctica y desarrollo de la inteligencia espiritual para ser conscientes de todo lo negativo y aun así tener sentimientos positivos.
6. Comprender el sentido de la obra de la vida.
Cuando vamos al cine a ver una película, observamos escenas de emoción, escenas de sufrimiento, luego escenas de alegría y al final escenas en las que se resuelven las cosas. En cambio en la vida no nos damos cuenta de que es así también. Hay todo tipo de escenas pero tan solo con la conciencia espiritual soy capaz de tener esta visión ilimitada del teatro de la vida. Cada escena es única y cada actor es único, todo cambia constantemente y detrás de cada escena hay un beneficio, esta es la visión de la persona con inteligencia espiritual.
La inteligencia operativa busca datos, busca información y más información, por el contrario la inteligencia espiritual no busca sino que recuerda, es otro enfoque completamente distinto.
… Recuerda quien eres, en el fondo ya lo sabes, tan solo tienes que recordarlo.
… Recuerda quién es el ser Divino, quién es el Padre, en el fondo todo ser humanos lo sabe, pero lo ha olvidado,
… Recuerda, ¿qué significa esta vida? ¿Qué haces aquí?, simplemente recuérdalo, porque si has venido, has venido de algún lugar, así que simplemente te has olvidado de dónde has venido, pero vienes de algún lugar.
… Recuerda de dónde vienes y recuerda cuál es tu misión aquí.
Tenemos gran sabiduría en nuestro interior y para acceder a ella necesitamos silencio y conectar de nuevo con el Ser más sabio, la Divinidad, el Supremo, ésta es la base para el desarrollo de la inteligencia espiritual.