Es en el aquí y el ahora que estamos transitando, en que las cosas
pasan por demás vertiginosas, tanto para cada uno de nosotros a nivel personal,
como para nuestro entorno y para la totalidad de la humanidad y de la Gaia.
La energía arrasa, se manifiesta y, si las personas no están alineada,
si no están preparadas para recibir los
cambios benevolentes inesperados, la energía les pasa por encima
dejándolas en estados de gran confusión
y miedo.
Hay muchos individuos que aún se resisten a la elevada frecuencia
energética que está vibrando a todo nivel, se resisten a los cambios, se niegan
a mutar su vida sin saber qué es lo que viene por delante, se rebelan ante
cualquier síntoma al que no hubieran estado acostumbrados. Sienten miedos,
todos los miedos, temor a lo desconocido, inquietud ante la mera sospecha de
que puedan perder algo o a alguien y se aferran al pasado, por más doloroso que
este hubiera sido, cual si este fuera una tabla de salvataje que los mantendrá
fuera de lo que vendrá. El futuro lo visualizan negro, y por encontrase en
semejante abismo de susto, no pueden ni disfrutar de un instante de sus vidas,
porque el “aquí y el ahora” es un tiempo y espacio negado para las mentes
atiborradas de continuos pensamientos avasallantes. “Cuanto más te resistes,
más persiste”, dice la frase y esas personas solo pueden encontrar dolor a su
paso y un hundimiento cada vez mayor en el lodazal. Lo bueno es que en algunos
casos que he tenido la dicha de conocer,
en el momento de tocar fondo totalmente,
pueden dar el gran salto hacia la luz, para despertar, aceptando cada lección y
cada aprendizaje que la vida les ha venido a enseñar.
También este es el momento exacto en que el Universo nos otorga la luz
verde para las concreciones, todo aquello que sea para nuestro mayor bien, todo
aquello que nos ayude a crecer, a evolucionar, se manifiesta ante nuestros ojos
de manera repentina y, prácticamente sin darnos cuenta, estamos tocando de
cerca, viviendo nuestra propia creación. Es por eso, porque todo es tan
inmediato, que todos nuestros sueños deben ser hermosos, placenteros, que nos
ayuden a crecer, puesto que del mismo modo que se manifiesta lo hermoso, se
precipitan las peores pesadillas de aquellos que siguen vibrando a otro nivel energético.
Y en estos tiempos, donde hay personas que aún continúan hablando de
“suerte”, de “fortuna” para conseguir sus logros, conozco a alguien por quien
siento el más profundo amor incondicional que puede sentirse por un ser humano,
que sabe que los sueños se conquistan con propósito, pasión, disciplina y con
una gran cuestión de actitud. Esta persona ha soñado desde muy pequeño con una
carrera, y para llegar a hacerla, soportó distintos tipos de bulling, y
distintos aprendizajes a los que la vida lo sometió. Siempre caminó hacia
adelante en pos de su objetivo. Y hoy, podría decir que ese objetivo
prácticamente fue logrado. Pero, para esta persona, cada sueño en el que se
focaliza deja de ser una utopía para convertirse en una realidad. Yo le he dado
un nombre: “EL CONQUISTADOR DE SUEÑOS”. Ni él mismo aún puede darse cuenta de
todo su potencial, pero es un verdadero maestro en esta Tierra. Es alguien que
permanentemente es observado y admirado por sus pares como un referente. Es
alguien que jamás se sentó a esperar que otros le hicieran, sino que se
encaminó a paso firme para obtener sus logros. Es alguien por quien siento una
profunda gratitud y admiración. Es alguien muy grande y con una inmensa misión
por delante. Para esa persona, que sos
vos, que sabés quien sos, va todo mi amor, y mi agradecimiento.
Seguí co creando tus realidades, seguí soñando, seguí manifestando con
la luz del Universo, y seguí enseñándonos a todos como lo haces continuamente.
Y, en cuanto a todos ustedes que están allí leyéndome, den rienda
suelta a sus concreciones. Llego el momento!!!
Namasté!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario