lunes, 24 de febrero de 2014

EL MARAVILLOSO DESPERTAR DE LA CONSCIENCIA Por Sergio Lipp

  CONSTRUYENDO PUENTES (Nº 112)

Desde hace demasiado tiempo, vaya a saber por qué, el ser humano se ha dedicado tanto a levantar muros como a construir puentes. Su ego lo llevó y lo lleva a ponerse en un lugar desde donde siempre busca tener razón y obtener el poder, en cualquier situación que se le presentó y se le presenta. Lo que verdaderamente le importa es ganar.


No tiene ninguna relevancia para él buscar la unión, la concordia, la tolerancia o tratar de comprender al otro. Así, a lo largo del tiempo, se ha dedicado a levantar innumerables muros, muros, que lo único que han hecho es separar, es confundir, es diferenciar, y lo más triste es que lo sigue haciendo. Aún no se ha dado cuenta, que la verdadera causa de ello, es que en realidad, el principal muro que ha levantado es con él mismo, separándose de su propio interior, de su propia esencia, de lo que él “es” en realidad.


Cada muro erigido, provoca lo peor del hombre, y sin embargo, al ego eso no le importa, el ego solo quiere, como dije antes, es tener razón.


La pregunta que uno debería hacerse es: ¿Qué cambia si uno tiene razón o no? ¿Cuál es su relevancia?


Lo único auténticamente verdadero es que los muros solo causan dolor, tristeza y sufrimiento y no nos permiten avanzar, solo producen división.


Estamos en una época donde esto lo vemos a diario, a cada rato surgen posiciones totalmente contrapuestas, donde si el otro no coincide con nosotros, levantamos la voz y nos enojamos y castigamos al que no coincide. Surge entonces otra pregunta básica: ¿Qué podemos lograr con esto? Y la respuesta básica es: nada. Si todos los seres humanos somos diferentes, significa que venimos a este mundo a ser tolerantes y establecer puentes, puentes con los cuales establecer relaciones humanas y aceptar las diferencias, porque si no fuera así, ¿Qué pareja podríamos formar? ¿Qué relación podríamos tener con nuestros hijos, padres o hermanos? ¿Cómo haríamos para convivir en cualquier relación con otro humano, desde lo laboral hasta lo vecinal, por ejemplo? 

El sentido de la vida es en verdad construir puentes para poder relacionarnos con el otro, no hay otra manera de vivir en sociedad. Lo que nos tenemos que plantear es ser tolerantes y aceptar nuestras diferencias y privilegiar la comprensión. ¡Si en definitiva somos libres de pensar, sentir y accionar lo que decidamos!


Es fundamental en estos momentos crecer como personas, y para crecer hay que buscar los puntos en común, estableciendo cada vez en mayor medida la construcción de puentes de unión y decidir definitivamente, derribar los muros que nos separan. Y entonces veremos claramente como la paz interna y la externa comienzan a proliferar y como las personas, pueden comenzar a unirse para construir y no para destruir.


Un ejemplo claro de esto nos lo dio alguien que desapareció hace poco, Nelson Mandela, quien luego  de más de 27 años preso, debido a los infinitos muros que había en su país, Sudáfrica, cuando salió en libertad se dedicó a la construcción de todos los puentes necesarios para lograr la unión de su pueblo, de más está decir que lo logró.


Nosotros, en todos los aspectos personales deberíamos seguir su ejemplo. Porque además somos carne de cañón para que se aprovechen de nosotros, por eso esa famosa frase de Maquiavelo, que lamentablemente tanto se aplica en nuestra sociedad: "divide y reinarás". 



 











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