viernes, 3 de mayo de 2013

EL MARAVILLOSO DESPERTAR DE LA CONSCIENCIA Por Sergio Lipp


LA ALFOMBRA DETRÁS DEL CORAZÓN (Nº 102)

Existe un órgano invisible del cual nadie habla y que yo, particularmente, imagino ubicado en un lugar detrás del corazón.
Para mí es como una alfombra, porque como la alfombra conocida por todos, se llena de tierra y de suciedad y guarda debajo de ella incontables pedazos de basura. Esta alfombra existe dentro nuestro desde que nacemos y nos acompaña hasta el momento en que nos vamos de este mundo. Es el lugar donde escondemos todas y cada una de las emociones negativas, los millones y millones de veces que nos enojamos, las innumerables veces que acumulamos rabia, odio, rencor, tristeza, dolor, envidia, mentiras, dudas, celos, desconfianza y tantas otras cosas. Millones y millones de veces nos quedamos con ellas guardándolas muy dentro nuestro y haciendo de cuenta que no existen (porque como no se ven...) y no teniendo en cuenta una de las cosas más fundamentales y condicionantes de nuestra propia vida todo lo que nos tragamos no desaparece, nos sigue acompañando mientras vivamos produciéndonos consecuencias en todos los aspectos de nuestra existencia. La verdad, mis amigos, es que la mejor manera de causarnos enfermedades, condicionar nuestras decisiones, hacer que nos afecte psicológica y emocionalmente, hacernos sentir mal, no sentirnos capaces ni merecedores, etc., etc., etc., etc., etc., etc., etc.,...
Hay una sola manera de poder limpiar nuestra alfombra y es hacer un profundo trabajo interno que sea capaz de sanarnos, y de esa manera, no condicionar nuestra vida de ninguna forma.
Pero, lamentablemente, uno vive rodeado de personas que todo el tiempo justifican lo que les sucede y casi nunca se hacen cargo de cuales son las verdaderas causas de lo que les pasa. Y no me refiero aquí a las circunstancias que nos rodean constantemente en nuestro transitar. Me refiero a que para sanarnos, en todos los aspectos, deberíamos perdonar y perdonar- nos, aceptar y aceptarnos, ser más comprensivos, mucho más abiertos, ser capaces de hacer un adecuado discernimiento, ver las diferentes perspectivas y por sobre todas las cosas, asumir de una buena vez que todos cometemos errores y que estos, son la manera más perfecta para que podamos aprender en esta vida y que si nos quedamos solamente con las emociones que esto nos provoca, a la corta o a la larga, inexorablemente nos vamos a provocar trastornos de distintos tipos, que entre muchas cosas se pueden transformar en enfermedades terminales que desemboquen en nuestra propia desaparición física.
Por algo dicen que la mayor causa que origina el cáncer es el rencor acumulado y los problemas de corazón derivan de viejos problemas emocionales no resueltos o el infarto tiene su origen principal en haber arrancado la alegría del corazón por ganar dinero o posición y los accidentes cerebrovasculares derivan de la resistencia a cambiar y de un cierto rechazo a la vida. Por supuesto estos son algunos ejemplos, habría innumerables para citar.
La única verdad de todo esto es que deberíamos comenzar a limpiar nuestra alfombra porque haga mucho tiempo que lo que ella contiene nos acompaña, siempre nos va a traer malas consecuencias.



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