Ya tienes alas, pues ya recibiste una lluvia de luz. Aunque
no lo hayas observado el paraíso ya está en tí mismo. Serena tu espíritu.
Aclara tu mente. No temas cruzar el puente que lleva a la nada. Agudiza tu
percepción. Afina tus sentidos. Calma tus emociones. Deja de mirar hacia
afuera. Ya estamos preparados, solo tienes que decidir. Si quieres conocer lo
nuevo antes deberá morir lo antiguo y cuando sientas que no necesitas nada,
pues Ya Eres, te entregarás a la luz y ella te acogerá alumbrándote y a partir
de ahí, todo lo que haces es una sinfonía de luz, con muchos matices, con
diversidad de colores. Rompe con tu pasado y vive el presente, para crear tu
futuro. Si te vas a la naturaleza, te contagias de su vibración. No te aferres
a lo físico, ni a la espiritualidad, ni a lo externo. Solo siente tú interior y
él te equilibrará, te sanará, te guiará con toda sabiduría de luz y hará salir
al ángel que llevas adentro. Te despojarán de lo efímero, de la mentira y
podrás vislumbrar un mundo diferente que tú sola/o debes descubrir. Déjate
llevar por tu intuición, sal del viejo mundo y equilibra tus debilidades.
Es la era de unirnos con la energía femenina para por fin
restaurar el equilibrio, volver al origen, a reencontrarnos, nosotros, la nueva
era.
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