LA MARIPOSA AZUL Nº 99
Gaia,
canalizada por Abjini Arráiz
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgsD_iDy7OdvFjGdUHX62hAFwq-VsL0Gi5g80nOT6NYctBV7asBGJ9EoBwJkH7YX_SgkVyZbIvC0fEN9e0m7gqkWeHG3Vil_XkNfpBJ3uXjSLb6ssyK6qn-133ZTcui-2-PkbFo9pfSQiQ/s320/mariposa+azul.jpg)
Había una mariposa azul brillante de esas que viajan por las corrientes
de las montañas en las selvas húmedas.
La mariposa vivía el presente mientras jugaba a planear con sus alas
desplegadas al viento. Le gustaba flotar
sobre la brisa del río, hacer espirales con sus iguales, posarse de vez en
cuando en alguna flor colorida, frotar
su patas en alguna roca.
Ella no recordaba cuando había sido oruga, ni el tiempo que rozaba con
su vientre las ramas buscando los nuevos brotes. Tampoco recordaba en qué
momento se había aletargado y dormido,
arropándose en la crisálida.
Muy vagamente sabía de un tiempo donde solo tenía una necesidad
insaciable de comer, sus acciones se enfocaban en buscar el más suculento
alimento, se desplazaba por las frágiles ramas de su universo local hasta
llegar a las puntas devorando los retoños tiernos. Su vida era simple comer
hasta la saciedad y expulsar lo que no necesitaba, crecía de tamaño a una
velocidad vertiginosa, cambiando día a día, su única acción era alimentarse, en esa etapa solo tenía que sobrevivir y crecer.
De tanto comer había duplicado su tamaño dos veces, estaba pesada y le
costaba desplazarse, de pronto empezó a sentirse cansada y sintió sueño. En una
hoja de la planta que había constituido su sustento, lo suficientemente
flexible como para ser doblada, decidió envolverse para dormir, se aquietó en un sueño profundo, ya nada
externo le importaba, en la quietud se relajaba cada vez mas. Mientras dormía
en su cómoda envoltura soñaba que volaba, que tenía grandes alas azules, que
revoloteaba, que se deslizaba por las corrientes como en un tobogán de viento,
se sentía ligera y libre. Así pasaron los días.
Un día se sintió incomoda y despertó con la sensación de que su
envoltura la estaba
aprisionando demasiado, que su cómoda crisálida le estaba quedando
pequeña, apretada. Al principio no sabía qué hacer hasta que comenzó a moverse
poco a poco, con movimientos sincopados, como cuando algo está naciendo,
pulsaba con su cuerpo mientras se iba rompiendo el envoltorio, de tanto moverse
abrió un agujero que permitió que su patas se liberaran de donde había estado
confinada. A las patas le siguió el cuerpo, al salir completamente sintió una
gran expansión en libertad.
Al principio desorientada no sabía dónde estaba, ni quién era, ni
siquiera recordaba cómo había llegado a ese lugar. Un recuerdo borroso de haber
estado durmiendo se entretejía con la realidad luminosa.
Se sentía ligera, su cuerpo era más liviano, sus patas más largas y ¡oh
sorpresa! Las alas que había soñado le habían crecido de verdad. Hasta su color
había cambiado, tenía un azul brillante que reflejaba el cielo en sus alas. La mariposa azul estiro
su cuerpo y sintió la calidez de un rayo de sol sobre sus alas, esto la ayudó a
despertarse aún más y ver con sus ojos la belleza de su entorno.
Descubrió muchas otras mariposas despertando y se dio cuenta de que no
estaba sola, decidió probar su nuevo atuendo, en especial sus alas levantando
el vuelo.
Se encontró con sus iguales, danzó entre los árboles, llego hasta las
nubes, dibujo espirales en el aire, se entrelazo con otras y perpetuó su
especie. En éxtasis infinito se elevo hasta el final.
No hay comentarios:
Publicar un comentario