lunes, 25 de junio de 2012

TAPA REVISTA Nº 92



APRENDIENDO A VIVIR EN UN NUEVO MUNDO

SIENTO QUE ESTOY SUSPENDIDA EN EL COSMOS...

Por Ruth Ross  (Nº 92)


Cuando logro despojarme por completo de mi mente, ego y personalidad, logro la sabiduría de encontrarme con la comprensión más profunda. No hay información que mi Ser Superior no logre procesar. No hay situación que mi Ser Superior no conozca con anterioridad. No hay límites en mi sabiduría intrínseca, de ningún tipo. El tiempo y el espacio son uno y dentro de esa maravilla todo lo que necesito para mi viaje va apareciendo mágica y milagrosamente.

A veces se van presentando  en  nuestra vida “interferencias” que nuestro mismo interior nos va mostrando. Espejos de nuestro pasado que hay que limpiar o situaciones, o personas  o ciclos muy importantes para nosotros, desde lo afectivo, por ejemplo, de los cuales tenemos que desapegarnos para siempre, para que nuestro crecimiento pueda seguir el curso esperado de la evolución. Dentro de esas cosas que nos son mostradas para sanear en nuestra vida, a veces nos toca pasar por pruebas difíciles y duras, como el corte de lazos o el desapego de los seres más queridos para nosotros, y que han marcado nuestra vida y nos han llenado de amor y de aprendizajes de todo tipo.

El punto es que lograr permanecer dentro del estado de sabiduría constante no me es tan fácil como pareciera… Muchas veces, por más que mi consciencia me grita desde lo más profundo de mi corazón, mi mente quiere interferir como el bicho más molesto, queriendo tomar el control de mi vida, para distraerme y mantenerme aferrada a una energía vieja y sin sentido.
Nuestros viejos paradigmas, nuestras viejas maneras de ser, nuestro viejo sistema de creencias es lo único que conocimos durante toda nuestra vida. 
Y es en estos momentos, en los que al saber que todo está cambiando en nuestro interior, que la luz está limpiando toda la oscuridad, que vuelve a aparecer en nosotros aquel monstruito conocido para que logremos por fin erradicarlo para siempre de nuestras vidas. El punto es que el ver cara a cara a ese monstruo que creíamos olvidado, nos puede desestabilizar, nos puede movilizar por un rato hasta que logremos ver de nuevo quienes somos, en que nos estamos convirtiendo y hacia dónde vamos. 
Son tiempos a donde cada uno de nosotros se siente 
constantemente cual si fuera una olla a presión en constante ebullición. Todo nos moviliza, nos sacude, nos muestra… Tanto desde lo personal, como lo que observamos en  nuestro entorno y aún más,  como desde lo que vemos en nuestra Tierra y en nuestra humanidad.
La perfección total es así  como hablé desde aquí el mes pasado: lograr ser como águilas, lograr desidentificarnos de cada una de las cosas que nos toque vivir, aún de aquellas que son especialmente dolorosas para cada uno de nosotros. Y aunque la tarea no nos sea especialmente fácil, es esta la única manera de lograr nuestro objetivo con total excelencia.  No es fácil, lo sé… Pero no hay otro modo de crecer.
Las situaciones de crisis internas más profundas nos llevan a cambiar, a crecer, a transmutar. Por lo cual es en esos momentos de oscuridad total desde donde debemos pulsar el llamado a nuestra luz y junto con nuestra profundidad más sabia  y lumínica, encontraremos la salida para todo lo que nos toque enfrentar, sabiendo que nada es más fuerte que la fortaleza que nos viene desde la luz, desde el amor, desde la luz misma del Universo todo.
Porque es cuando logro mantener ese constante equilibrio cuando: “Siento que estoy suspendida en el cosmos, y en esa suspensión, soy el todo y soy la nada a la vez. El macro y el microcosmos en una sola pequeña y gran partícula de mi ser”.
                             

                                      

SABIDURÍA ABORIGEN

UBUNTU   (Nº 92)


Un antropólogo propuso un juego a los niños de una tribu africana. Puso una canasta llena de frutas cerca de un árbol y le dijo a los niños que aquel que llegara primero ganaría todas las frutas. 
Cuando dio la señal para que corrieran, todos los niños se tomaron de las manos y corrieron juntos, después se sentaron juntos a disfrutar del premio. 
Cuando él les preguntó por qué habían corrido así, si uno solo podía ganar todas las frutas, le respondieron: UBUNTU, ¿cómo uno de nosotros podría estar feliz si todos los demás están tristes?
UBUNTU, en la cultura Xhosa significa: "Yo soy porque nosotros somos.”
(Entre otros, Nelson Mandela pertenece a la etnia Xhosa)




ALGUNOS PENSAMIENTOS DE 

WAYNE W. DYER  (Nº 92)

UNO

Todo el sistema universal se mantiene unido por el amor, la armonía y la cooperación. Si utilizas tus ideas de acuerdo con estos principios, podrás superar cualquier obstáculo que se interponga en tu camino.
Tú no eres un ser humano con una experiencia espiritual. Eres un ser espiritual con una experiencia humana.
Los pensamientos, debidamente nutridos e interiorizados, serán una realidad en tu mundo físico. Los pensamientos tienen un poder extraordinario.
Sólo podemos dar a los demás lo que tenemos dentro de nosotros.
Todo tu comportamiento es el resultado de los pensamientos que lo han 

precedido.
Cualquiera que sea la pregunta, amor es la respuesta.
La acusación es un curioso artificio que puedes utilizar siempre que no quieras cargar con la responsabilidad de algo en tu vida. Úsala y evitarás todo riesgo, pero impedirás tu propio crecimiento.
Nadie puede crear odio ni angustia dentro de ti. Sólo tú puedes hacerlo, en virtud de la manera como manejas tu mundo.
Asume el compromiso personal de hacer lo que quieras y querer lo que hagas. ¡Hoy!
Si la oración significa que tú hablas con Dios, la intuición es Dios que te habla a ti.

DOS

Escucha aquellas señales de tu interior que te ayudan a escoger lo correcto. No importa lo que piense cualquier otro.
Confía en tus voces intuitivas y síguelas.
Amor sagrado quiere decir amor tal como es, incluso si tú no comprendes su sentido más profundo.
El comportamiento es un barómetro de lo que eres mucho mejor que las palabras.
Hacer lo que amas es la primera piedra de la abundancia en tu vida. 


El conflicto es una violación de la armonía. Si tú participas en él eres parte del problema no la solución. 
No dejes que las emociones te inmovilicen. Míralas como elecciones que has hecho. 
Cada punto a lo largo del camino es un lugar donde has debido estar antes, para estar ahora aquí. 
La independencia es la ausencia de la necesidad de estar atado a alguien o a algo. Es una manera de pen- sar y de ser que nos da la libertad de discurrir por la vida. La independencia es el único vehículo disponible para llevarte del esfuerzo a la llegada. 
Haz lo que quieras, a menos que interfieras el derecho de alguien más a hacer lo mismo. Esto define la moralidad.




TRES

Hasta que aprendas a perdonar estarás atrapado emocional y físicamente. 
Me llenaré de amor y lo proyectaré en el mundo. La forma en que los demás me traten a mí es parte de su conducta; la forma en que yo reaccione, es parte de la mía. 
En el mundo del pensamiento puro no hay fronteras, y por lo tanto no hay límites. 
Te recomiendo que seas gentil contigo mismo y te ames incondicionalmente, con independencia de lo que se interponga en tu camino. 
Tú eres la suma total de todo lo que has escogido hasta este momento. 
No siempre puedes controlar lo que pasa fuera, pero sí puedes controlar siempre lo que pasa dentro. 
Da simplemente por dar y deja que circule, puesto que vuelve. 
Llénate de amor para todos. Observa el desdoblamiento de Dios en cada uno que encuentres, incluso en aquellos a quienes te han enseñado a rechazar. 
La lucha debilita, mientras que la armonía fortalece y da poder. 
La armonía llega a tu interior a través de tu mente. El predecesor de toda acción es el pensamiento. 
El vituperio es la excusa perfecta para que el mundo no sea exactamente tal como nos gustaría que fuera. El estado del mundo es un reflejo del estado de nuestra mente. 
No hay nada por qué preocuparse. ¡Nunca! O puedes controlar la situación o no puedes. Si puedes, toma el control, Si no, olvídalo. No malgastes tu energía preocupándote.

CUATRO        

No hay un camino a la felicidad. La felicidad es el camino. No hay camino a la prosperidad. La prosperidad es el camino. 
Es fácil amar a cierta gente. La verdadera prueba es amar a alguien difícil de amar. Envía amor a todos tus enemigos. 
Cuando un problema surge, entra en él. Abórdalo con serenidad. Úsalo para aprender algo. 
Ser inteligente no significa ser estudioso. Consiste en saber como realizarse en todas las circunstancias. 
Ve más allá de las ideas de triunfar y fracasar. Esto son juicios. 
Mantente en el proceso y deja que el universo cuide de los detalles. 
Cuando exprimes una naranja obtienes jugo de naranja porque es lo que hay dentro. El mismo principio vale respecto a ti. Cuando alguien te exprime -te presiona-, lo que sale es lo que hay dentro. Y si no te gusta lo que hay dentro puedes cambiarlo, transformando tus pensamientos. 
Deja de concentrarte en lo que no tienes y conciénciate en tomar aprecio por todo aquello que tú eres y todo lo que sí tienes. 
Hay personas que piensan que son su envoltorio. Tu cuerpo no es más que el garaje donde aparcas temporalmente tu alma. 
Puedes quedarte sentado para siempre, lamentando lo malo que has sido, culpándote hasta la muerte, y ni una insignificante porción de esta actitud hará nada para rectificar tu comportamiento pasado.

CINCO

Tú eres el resultado de todos los cuadros que previamente has pintado para ti... y siempre puedes pintar otros nuevos. 
Cualquier cosa que te inmovilice, que te aparte de tu camino o te impida conseguir tus objetivos, es toda tuya. Puedes echarla fuera siempre que quieras. 
Todo lo que debes hacer para moverte dentro de tu armadura mental y "hacer milagros" es simplemente proponértelo. 
Cuando creas en ti mismo y contemples tu alma, viéndola divina y preciosa te convertirás automáticamente en un ser que puede crear un milagro. 
El auténtico fortalecimiento es la seguridad de que estás determinado, haciendo 
el trabajo de Dios en paz y armonía. 
El auténtico fortalecimiento es la entrega a todo aquello que es hermoso, armonioso y bueno en nosotros, y no dejar sitio para enemigos en nuestra conciencia. 
Jesús te dijo que incluso el más insignificante de nosotros podría hacer todo lo que él había hecho, e incluso cosas más grandes. Tú puedes ser un forjador de milagros. 
No perdonar significa no comprender cómo funciona el universo y cómo encajas tú en él.  
Nada de lo que tu mente imagine es imposible.


SEIS

Incluso en una prisión, tu rincón de libertad reside en pensar lo que quieras. ¡Nadie puede quitarte nunca esto! 
Tu vida física debe ser honrada y festejada. Ponte al otro lado de tu esclavitud y vive plenamente el ahora, ya que es el único tiempo de que dispones. 
Una vez hayas aprendido cómo entrar en tu reino interior, tienes un refugio especial ahí dentro que siempre está disponible para ti. 
Todo existe por alguna razón como parte de la perfecta inteligencia que es el universo. 
Tú estás por una razón, y no es precisamente para atesorar gran cantidad de bienes materiales. 
Más que ponerte una etiqueta como cristiano, judío, budista, musulmán, o de cualquier otro culto, más vale que te comprometas a ser como Cristo, como Dios, como Buda y como Mahoma. 
No hay agobio en el mundo; sólo gente que tiene pensamientos agobiantes. Nadie puede crear odio ni estrés dentro de ti. Sólo tú puedes hacerlo en virtud de cómo procesas tu mundo. 
El universo te ofrece abundancia cuando estás en estado de gratitud.


SIETE

Cuando tú sabes más que crees, descubres las facultades necesarias para llevar a cabo tu propósito. Las creencias te son entregadas y de ahí que sean recibidas con ciertas dudas. 
El conocimiento viene de dentro. 
Cuando sabes y sientes el milagro que tú eres, tienes la certeza de que nada es 
imposible para ti. 
Hay una magia en el conocimiento que trasciende la lógica. 
La voluntad de perdonarte a ti mismo es el paso necesario para estar en armonía con todos los principios del universo. 
La prosperidad envuelve un proceso. El proceso envuelve un propósito. El propósito envuelve el acto de amar y dar. 
Respecto a las adicciones, cuando vas en busca de venenos, nunca puedes obtener lo bastante de aquello que no quieres. Te conviertes en aquello que piensas a lo largo del día y esos días se convierten finalmente en tu vida entera. 
Si te encuentras a alguien cuya alma no esté en línea con la tuya, mándale amor y sigue tu camino. 
Todos los grandes maestros nos han dejado un mensaje similar. Entra, descubre tu ser invisible más grande y conoce a Dios como el amor que está dentro de ti. 
En cada uno de nosotros hay sitio para el amor, si lo dejamos entrar.


OCHO

Una nueva actitud puede convertir una situación sofocante en otra llena de gozo. 
¡Una canción! Este es nuestro uni(uno)verso(canción). No importa cómo la 
separemos en notas individuales; estamos todavía envueltos en la misma canción. 
Una pequeña voz en la "canción universal" puede impulsar al ser entero hacia la destrucción, o bien hacia la armonía. 
En la canción universal todo está sincronizado y funciona perfectamente. 
Cuando juzgas a otros, no los defines a ellos, te defines a ti mismo. 
Nuestro sufrimiento es causado por la mente; por una mente que insiste en tener preferencias y no permitirá a los otros que sean como son. 
El verdadero júbilo y el sentimiento de estar en paz contigo mismo y con tu mundo, se te hará presente si dejas que tu mundo físico fluya de las súplicas del alma. 
Cambia la forma por el espíritu. Conoce la voluntad del padre y vuelve al 
conocimiento. 
Alinéate con tu alma; escucha su voz interior para serenarte y estar dispuesto. Es en este estado mental como la magia real se te hará accesible.


NUEVE

Tú no estás pegado a donde estás a menos que decidas estarlo. 
Si no conoces la diferencia entre dependencia y goce, pregúntate  cómo reaccionarías si, de pronto, un objeto al que das un gran valor desapareciera. 
Por cada acto de malignidad hay un millón de actos bondadosos. 
Recuerda siempre que cada día que miras tu mundo y ves millones y millones de flores que se abren, es Dios quien hace todo sin uso de ninguna fuerza. 
Existe una gran mentira: que todos estamos limitados. Nuestros únicos límites son los límites en que nosotros creemos. 
Una mente en paz, una mente centrada en no dañar a los demás, es más fuerte que cualquier fuerza física del universo. 
Sé paciente y amable con cada pensamiento de temor. Practica observando tus temores como testigo y verás como se disuelven. 
Nuestras vidas son lo que nuestros pensamientos crean. 
En lugar de estar en contra del mal, ponte siempre a favor del amor.


DIEZ

Nuestras creencias son nuestros ingredientes invisibles en todas nuestras 
actividades. 
Los riesgos no son sino pensamientos cuya realización te has convencido a ti mismo de que es imposible. 
Tú creas pensamientos, tus pensamientos crean tus intenciones y tus intenciones crean tu realidad. 
Para conocer el secreto de la prosperidad, sabe que nunca podrás encontrarla fuera de ti. 
Nunca vas a conseguirlo todo. Tú ya lo eres todo. 
Tú ves lo que crees, más que creer lo que ves. 
Abandona lo de "querer". Reconoce de corazón que no necesitas ni una cosa más para hacerte completo, y luego contempla todas las cosas exteriores, viendo cómo se vuelven más y más insignificantes en tu corazón. 
Tu alma, ese silencioso espacio interior, es tuya para consultarla.  Siempre te guiará en la dirección correcta. 
Cuando sepas que eres responsable de tus intenciones, empezarás a saber que eres responsable de tu mundo entero. 




MENSAJE DE UNA MARIONETA    

Por Johnny Welch  (Nº 92)

 “Si por un instante Dios se olvidara de que soy una marioneta de trapo y me regalara un trozo de vida, posiblemente no diría todo lo que pienso, pero en definitiva pensaría todo lo que digo. Daría valor a las cosas, no por lo que valen, sino por lo que significan. Dormiría poco, soñaría más, entiendo que por cada minuto que cerramos los ojos, perdemos sesenta segundos de luz. Andaría cuando los demás se detienen, despertaría cuando los demás duermen. Escucharía cuando los demás hablan y ¡cómo disfrutaría de un buen helado de chocolate! Si Dios me obsequiara un trozo de vida, vestiría sencillo, me tiraría de bruces al sol, dejando descubierto, no solamente mi cuerpo, sino mi alma. Dios mío, si yo tuviera un corazón, escribiría mi odio sobre el hielo, y esperaría a que saliera el sol. Pintaría con un sueño de Van Gogh sobre las estrellas un poema de Benedetti, y una canción de Serrat sería la serenata que le ofrecería a la luna. Regaría con mis lágrimas las rosas, para sentir el dolor de sus espinas, y el encarnado  beso de sus pétalos...
Dios mío, si yo tuviera un trozo de vida... No dejaría pasar un solo día sin decirle a la gente que quiero, que la quiero.
Convencería a cada mujer u hombre de que son mis favoritos y viviría enamorado del amor. A los hombres les probaría cuan equivocados están al pensar que dejan de enamorarse cuando envejecen, sin saber que envejecen cuando dejan de enamorarse. A un niño le daría alas, pero le dejaría que el solo aprendiese a volar. A los viejos les enseñaría que la muerte no llega con la vejez sino con el olvido. Tantas cosas he aprendido de vosotros, los hombres...
He aprendido que todo el mundo quiere vivir en la cima de la montaña, sin saber que la verdadera felicidad está en la forma de subir la escarpada.
He aprendido que cuando un recién nacido aprieta con su pequeño puño, por vez primera, el dedo de su padre, lo tiene atrapado por siempre.
He aprendido que un hombre sólo tiene derecho a mirar a otro hacia abajo, cuando ha de ayudarle a levantarse. Son tantas cosas las que he podido aprender de vosotros, pero  realmente de mucho no habrán de servir, porque cuando me guarden dentro de esa maleta, infelizmente me estaré muriendo".                                                                                  

EL MARAVILLOSO DESPERTAR DE LA CONSCIENCIA

EL SECRETO MEJOR GUARDADO      Por Sergio Lipp      (Nº 92)

Desde que existe el hombre (por lo menos el moderno), se habla de encontrar la paz, el amor, la verdad, etc. ¡Cómo si uno pudiera ir a un ropero o una biblioteca y sacar alguno de esos sentimientos maravillosos y ponerlo en funcionamiento!.
El ser humano organiza desde hace muchísimos años grandes reuniones de expertos para hablar de la paz, sus posibles soluciones y como llevarlas a cabo. Del amor, de la felicidad y de la verdad, por nombrar solo algunos a título ejemplificativo, hay millones y millones de libros, canciones y escritos de todo tipo, y sin embargo, no existe (ni va a existir jamás) manera de poder explicar o abarcar suficientemente completa alguna palabra de tales características.
El hombre debate con otros hombres y consigo mismo como encontrar la paz, y mientras tanto la guerra o la violencia en general, mejor dicho, produce daño y más daño a toda la humanidad, desde que el hombre es hombre. ¡Y lo extraño es que todo se debe a una simple razón!. Y por eso es el secreto mejor guardado de todos los que existieron, existen y existirán (por lo menos hasta que el hombre llegue a un mayor grado de evolución).
¡La explicación a esto es tan simple!, decía, y es que: todo lo mejor del ser humano se encuentra dentro suyo, y no afuera.
No hay ni habrá ningún lugar mágico, ninguna explicación, ningún pensamiento, ninguna solución, que no sea aquietar la mente y sencillamente... sentir. No hay ninguna otra posibilidad que no sea sentir paz, sentir amor, sentir alegría, sentir sabiduría, etc. Todo nació con el hombre y seguirá permaneciendo en él. Todo está dentro de su corazón, escondido como una joya invaluable, pero dispuesta para su utilización.
Por lo tanto, la única solución posible a todos los problemas del ser humano consiste en abrir la llave mágica y dejar que fluya desde el fondo de su alma lo que tenemos dentro.
Nosotros ya “somos eso, solo debemos dejar que lo mejor nuestro se exteriorice, y entonces no habrá nunca más ni violencia ni guerras, porque si estamos en paz con nosotros mismos no tenemos necesidad de ningún acto de violencia. Nosotros ya somos sabios, ya somos seres de luz llenos de amor. Somos libres, somos solo amor, porque la vida es el mayor acto de amor de la creación. Somos la representación vívida de todo esto, y aunque no tomamos consciencia debidamente, nuestra propia existencia es el mayor milagro de la luz. Y por todo lo dicho anteriormente, ¿cuál sería la necesidad de que exista algo negativo en nuestra vida?. Solo la imperfección de nuestros pensamientos, nunca la perfección de nuestro corazón.
Y por todo esto es, queridos amigos, que la oscuridad, como tal no existe, es solo ausencia de luz.
Lo que denominamos mal, simplemente existe, porque aún en gran medida somos simplemente ignorantes a estas verdades, y estamos muy acostumbrados a dejarnos arrastrar. Pero también por eso, solamente con prender una vela en la habitación más oscura, se vence la oscuridad.     

                                                                                


LO MEJOR DE "MENSAJEROS DE LUZ" 

DECRETO DE NECESIDAD Y URGENCIA 

Por Sergio Lipp  (Del Nº 68)

Yo, su Padre, en calidad de ser el Hacedor Supremo, decreto a partir de hoy en carácter de obligatorio para todos los seres humanos, la abolición de la moderna esclavitud humana; en los siguientes casos, y sólo a título ejemplificativo (porque el ser humano es capaz de crear siempre nuevas formas de esclavitud)
Queda abolida la esclavitud al poder, al dinero, al tiempo, al sexo, a querer tener la razón, a la competencia, a la culpa, a dar lástima, a la negatividad, a la enfermedad, al alcohol, a las drogas, al cigarrillo, a los medicamentos, a la mentira, a la superficialidad, a la distracción excesiva, a la moda, al status, a la hipocresía, al falso orgullo, a la soberbia, a los celos, a la envidia, a la maldad, a el deber ser, a la guerra, al rencor, a el ego descarriado, a la apariencia, a la discriminación, a el libertinaje, a los prejuicios, a la desigualdad, a las críticas, etc., etc.,etc., etc., etc., etc., etc., etc., etc.

SABIDURÍA ABORIGEN (Del Nº 58)

MENSAJE DEL GRAN JEFE SEATTLE, DE LA TRIBU DEWAMISH


El Gran Jefe Blanco de Washington nos envió un mensaje diciendo que quiere comprar nuestras tierras. El gran jefe nos envió también palabras de amistad y de buena voluntad. Esto es muy amable por su parte, pues sabemos que él no necesita nuestra amistad. Sin embargo nosotros meditaremos su oferta, pues sabemos que si no vendemos vendrán seguramente hombres blancos armados y nos quitarán nuestras tierras.
Pero, ¿cómo es posible comprar o vender el cielo o el calor de la tierra? Nosotros no comprendemos esta idea. Si no somos dueños de la frescura del aire, ni del reflejo del agua, ¿cómo podréis comprarlos?
Nosotros tomaremos una decisión. El Gran Jefe de Washington podrá confiar en lo que diga el jefe Seattle, con tanta seguridad como en el transcurrir de las estaciones del año. Mis palabras son como las estrellas, que nunca tienen ocaso.
Cada partícula de esta tierra es sagrada para mi pueblo. Cada brillante aguja de pino, cada grano de arena de las playas, cada gota de rocío de los sombríos bosques, cada calvero, el zumbido de cada insecto... son sagrados en memoria y experiencia de mi pueblo. La savia que asciende por los árboles lleva consigo el recuerdo de los pieles rojas.
Los muertos de los hombres blancos olvidan la tierra donde nacieron cuando parten para vagar entre las estrellas. En cambio, nuestros muertos no olvidan jamás esta tierra maravillosa, pues ella es nuestra madre. Somos parte de la tierra y ella es parte de nosotros. Las flores perfumadas, el venado, el caballo, el gran águila, son nuestros hermanos.. Las cumbres rocosas, los prados húmedos, el calor del cuerpo de los potros y de los hombres, todos somos de la misma familia.
Por todo ello, cuando el Gran Jefe de Washington nos comunica que piensa comprar nuestras tierra exige mucho de nosotros. Dice que nos reservará un lugar donde podamos vivir agradablemente y que él será nuestro padre y nosotros nos convertiremos en sus hijos.
Pero, ¿es eso posible? Dios ama a vuestro pueblo y ha abandonado a sus hijos rojos. El envía máquinas para ayudar al hombre blanco en su trabajo y construye para él grandes poblados. Hace más fuerte a vuestro pueblo de día en día. Pronto inundaréis el país como ríos que se despeñan por precipicios tras una tormenta inesperada. Mi pueblo es como una época en regresión pero sin retorno. Somos raza distintas. Nuestros niños no juegan juntos y nuestros ancianos cuentas historias diferentes. Dios os es favorable y nosotros, en cambio, somos huérfanos.
Nosotros gozamos de alegría al sentir estos bosques. El agua cristalina que discurre por los ríos y los arroyos no es solamente agua, sino también la sangre de nuestros antepasados. Si os vendemos nuestras tierras debéis saber que son sagradas y enseñad a vuestros hijos que son sagradas y que cada reflejo fugaz del agua clara de las lagunas narra vivencias y sucesos de mi pueblo. El murmullo del agua es la voz de mis antepasados.
Los ríos son nuestros hermanos que sacian nuestra sed. Ellos llevan nuestras canoas y alimentan a nuestros hijos. Si os vendemos nuestras tierras debéis recordar esto y enseñad a vuestros hijos que los ríos son nuestros hermanos y que, por tanto, hay que tratarlos con dulzura, como se trata a un hermano. 

El piel roja retrocedió siempre ante el hombre blanco invasor, como la niebla temprana se repliega en las montañas ante el sol de la mañana. Pero las cenizas de nuestros padres son sagradas, sus tumbas son suelo sagrado, y por ello estas colinas, estos árboles, esta parte del mundo es sagrada para nosotros. Sabemos que el hombre blanco no nos comprende. El no sabe distinguir una parte del país de otra, ya que es un extraño que llega en la noche y despoja a la tierra de lo que desea. La tierra no es su hermana sino su enemiga y cuando la ha dominado sigue avanzando. Deja atrás las tumbas de sus padres sin preocuparse. Olvida tanto las tumbas de sus padres como los derechos de sus hijos. Trata a su madre, la tierra, y a su hermano, el aire, como cosas para comprar y devastar, para venderlas como si fueran ovejas o cuentas de colores. Su voracidad acabará por devorar la tierra, no dejando atrás más que un desierto.
Yo no sé, pero nuestra forma de ser es diferente a la vuestra. La sola visión de vuestras ciudades tortura los ojos del piel roja. Quizá sea porque somos unos salvajes y no comprendemos. No hay silencio en las ciudades de los blancos. No hay ningún lugar donde escuchar cómo se abren las hojas de los arboles en primavera o el zumbido de los insectos. Quizá sea sólo porque soy un salvaje y no entiendo, pero el ruido de las ciudades únicamente ofende a nuestros oídos. ¿De qué sirve la vida si no podemos escuchar el grito solitario del chotacabras, ni las querellas nocturnas de las ranas al borde de la charca? Soy un piel roja y nada entiendo, pero nosotros amamos el rumor suave del viento, que acaricia la superficie del arroyo, y el olor de la brisa, purificada por la lluvia del medio día o densa por el aroma de los pinos.
El aire es precioso para el piel roja, pues todos los seres comparten el mismo aliento: el animal, el árbol, el hombre..., todos respiramos el mismo aire. El hombre parece no notar el aire que respira. Como un moribundo que agoniza desde hace muchos días, es insensible a la pestilencia.
Pero si nosotros o vendemos nuestras tierras no debéis olvidar que el aire es precioso, que el aire comparte su espíritu con toda la vida que mantiene. El aire dio a nuestros padres su primer aliento y recibió su última expiación. Y el aire también debe dar a nuestros hijos el espíritu de la vida. Y si nosotros os vendemos nuestras tierras, debéis apreciarlas como algo excepcional y sagrado, como el lugar donde también el hombre blanco sienta que el viento tiene el dulce aroma de las flores de las praderas.
Meditaremos la idea de vender nuestras tierras, y si decidimos aceptar, será sólo con una condición: el hombre blanco deberá tratar a los animales del país como a sus hermanos. Yo soy un salvaje y no lo entiendo de otra forma. Yo he visto miles de bisontes pudriéndose, abandonados por el hombre blanco tras matarlos a tiros desde un tren que pasaba. Yo soy un salvaje y no puedo comprender que una máquina humeante sea más importante que los bisontes, a los que nosotros cazamos tan sólo para seguir viviendo.
¿Qué sería del hombre sin los animales? Si los animales desaparecieran el hombre también moriría de gran soledad espiritual. Porque lo que le suceda a los animales, también pronto le ocurrirá al hombre. Todas las cosas están  relacionadas entre sí. Lo que afecte a la tierra, afectará también a los hijos de la tierra.

 Enseñad a vuestros hijos lo que nosotros hemos enseñado a nuestros hijos: la tierra es nuestra madre. Lo que afecte a la tierra, afectará también a los hijos de la tierra. Si los hombres escupen a la tierra, se escupen a si mismos. Porque nosotros sabemos esto: la tierra no pertenece al hombre, sino el hombre a la tierra. Todo está relacionado como la sangre que une a una familia. El hombre no creó el tejido de la vida, sino que simplemente es una fibra de él. Lo que hagáis a ese tejido, os lo hacéis a vosotros mismos.
El día y la noche no pueden convivir. Nuestros muertos viven en los dulces ríos de la tierra, regresan con el paso silencioso de la primavera y su espíritu perdura en el viento que riza la superficie del lago.
Meditaremos la idea del hombre blanco de comprar nuestras tierras. Pero, ¿puede acaso un hombre ser dueño de su madre? Mi pueblo pregunta: ¿qué quiere el hombre blanco? ¿Se puede comprar el aire o el calor de la tierra, o la agilidad del venado? ¿Cómo podemos nosotros venderos esas cosas, y vosotros cómo podríais comprarlas? ¿Podéis acaso hacer con la tierra lo que os plazca, simplemente porque un piel roja firme un pedazo de papel y se lo entregue a un hombre blanco? Si nosotros no poseemos la frescura del aire, ni el reflejo del agua, ¿cómo podréis comprarlos? ¿Acaso podréis volver a comprar los bisontes, cuando hayáis matado hasta el último?
Cuando todos los bisontes hayan sido sacrificados, los caballos salvajes domados, los misteriosos rincones del bosque profanados por el aliento agobiante de muchos hombres y se atiborren de cables parlantes la espléndida visión de las colinas... ¿dónde estará el bosque? Habrá sido destruido. ¿Dónde estará el águila? Habrá desaparecido. Y esto significará el fin de la vida y el comienzo de la lucha por la supervivencia.
Pero vosotros caminaréis hacia el desastre brillando gloriosamente, iluminados con la fuerza del dios que os trajo a este país y os destinó para dominar esta tierra y al piel roja. Dios os dio poder sobre los animales, los bosques y los pieles rojas por algún motivo especial. Ese motivo es para nosotros un enigma. Quizás lo comprendiéramos si supiésemos con qué sueña el hombre blanco, qué esperanza trasmite a sus hijos en la largas noches de invierno y qué ilusiones bullen en su imaginación que les haga anhelar el mañana.
Pero nosotros somos salvajes y los sueños del hombre blanco nos permanecen ocultos. Y por ello seguiremos distintos caminos, porque por encima de todo valoramos el derecho de cada hombre a vivir como quiera, por muy diferente que sea de sus hermanos.
No es mucho realmente lo que nos une. El día y la noche no pueden convivir y nosotros meditaremos vuestra oferta de comprar nuestro país y enviarnos a una reserva. Allí viviremos aparte y en paz. No tiene importancia dónde pasemos el resto de nuestros días. Nuestros hijos vieron a sus padres denigrados y vencidos. Nuestros guerreros han sido humillados y tras la derrota pasan sus días hastiados, envenenando sus cuerpos con comidas dulces y fuertes bebidas. Carecen de importancia dónde pasemos el resto de nuestros días. Ya no serán muchos, Pocas horas más quizás un par de inviernos, y ningún hijo de las grandes tribus que antaño vivían en este país y que ahora vagan en pequeños grupos por los bosques, sobrevivirán para lamentarse ante la tumba de un pueblo, que era tan fuerte y tan lleno de esperanzas como el nuestro.


 Pero cuando el último piel roja haya desaparecido de esta tierra y sus recuerdos sólo sean como la sombra de una nube sobre la pradera, todavía estará vivo el espíritu de mis antepasados en estas riberas y en estos bosques. Porque ellos amaban esta tierra como el recién nacido ama el latir del corazón de su madre.
Pero ¿por qué he de lamentarme por el ocaso de mi pueblo? Los pueblos están formados por hombres, no por otra cosa. Y los hombres nacen y mueren como las olas del mar. Incluso el hombre blanco, cuyo dios camina y habla con él de amigo a amigo, no puede eludir ese destino común. Quizás seamos realmente hermanos. Una cosa si sabemos, que quizás el hombre blanco descubra algún día que nuestro Dios y el vuestro, son el mismo Dios. Vosotros quizás pensáis que le poseéis, al igual que pretendéis poseer nuestro país, pero eso no podéis lograrlo. Él es el Dios de todos lo hombres, tanto de los pieles rojas como de los blancos. Esta tierra le es preciosa, y dañar la tierra significa despreciar a su Creador  También los blancos desapareceréis, quizás antes que las demás razas. Continuad ensuciando vuestro lecho y una noche moriréis asfixiados por vuestros propios excrementos.
Nosotros meditaremos vuestra oferta de comprar nuestra tierra, pues sabemos que si no aceptamos vendrá seguramente el hombre blanco con armas y nos expulsará. Porque el hombre blanco, que detenta momentáneamente el poder, cree que ya es Dios, a quien pertenece el mundo.
Si os cedemos nuestra tierra amadla tanto como nosotros la amábamos, cuidadla tanto como nosotros la cuidamos, y conservad el recuerdo de tal como es cuando vosotros la toméis.
Y con todas vuestras fuerzas, vuestro espíritu y vuestro corazón, conservarla para vuestros hijos y amadla como Dios nos ama a todos.
Pues aunque somos salvajes sabemos una cosa: nuestro Dios es vuestro Dios. Esta tierra es sagrada. Incluso el hombre blanco no puede eludir el destino común. Quizás incluso seamos hermanos. ¡Quien sabe!

LAS OSTRAS Y LAS PERLAS (Del Nº 36)


"Una ostra que no ha sido herida no puede producir perlas"... Las perlas son  producto del dolor...resultado de la entrada de una sustancia extraña e indeseable en el interior de la ostra, como un parásito o un grano de arena.
Las perlas son heridas curadas.... En la parte interna de la ostra se encuentra una sustancia lustrosa llamada NÁCAR.
Cuando penetra en la ostra un grano de arena las células de nácar comienzan a trabajar y cubren el grano de arena con capas y capas y más capas de nácar para proteger el cuerpo indefenso de la ostra. Como resultado, se va formando una hermosa perla. Una ostra que no fue herida de algún modo no puede producir perlas, porque la perla es una herida cicatrizada...
¿Te has sentido lastimado por las palabras hirientes de alguien? ¿Has sido acusado de haber dicho cosas que nunca dijiste? ¿Tus ideas fueron rechazadas o mal interpretadas? ¿Has sufrido los golpes de los que preconciben indebidamente? ¿Has sido objeto de la indiferencia? 
ENTONCES, PRODUCE UNA PERLA   


Cubre tus lastimaduras con varias capas de amor. Son pocas las personas que se interesan por estas disciplinas. La mayoría sólo aprende a cultivar resentimientos dejando sus heridas abiertas...alimentándose con sentimientos pobres, que impiden que las lesiones cicatricen.
En la vida real vemos muchas "ostras vacías" no porque no hayan sido heridas, sino porque no supieron perdonar, comprender y transformar un dolor en amor. Vale la pena sonreír ante las lastimaduras que recibimos como un medio de crecimiento personal.

PONTE CONTENTO  Por Amado Nervo   (Del Nº 51)

Si te sientes viejo, ponte contento, hay quienes no terminaron su niñez.
Si te sientes abuelo, ponte contento, hay quienes no llegaron a tener hijos.
Si te sientes pobre, ponte contento.  Hay quienes no conocen lo espiritual.
Si te sientes cansado, ponte contento. Hay quienes no conocieron el trabajo.
Si te sientes angustiado, ponte contento. Hay quienes no tienen con quien
compartirla.
Si te sientes solo, ponte contento, todavía puedes encontrar un amigo.
Si te sientes en la oscuridad, ponte contento, hay quienes no han visto
 la luz de la vida.
Si te sientes discriminado, ponte contento,  hay quienes no distinguen los
colores.
Si te sientes sin amor, ponte contento, hay quienes no lo encontraron nunca.
Si te sientes sin vida, ponte contento, hay quienes realmente la perdieron.
Por último si quieres ser feliz, hazte la propuesta todos los días.
Todavía estás a tiempo de darte cuenta, que
AQUÍ Y AHORA, TODO ESTÁ EN TUS MANOS.

LA NATURALEZA        Por Eckhart Tolle   (Del Nº 55)


Dependemos de la naturaleza no solo para nuestra supervivencia física. 
También necesitamos a la naturaleza para que nos enseñe el camino a casa, el camino de salida de la prisión de nuestras mentes.
Nos hemos perdido en el hacer, en el pensar, en el recordar, en el anticipar: estamos perdidos en un complejo laberinto, en un mundo de problemas.
Hemos olvidado lo que las rocas, las plantas y los animales ya saben. 
Nos hemos olvidado de ser: de ser nosotros mismos, de estar en silencio, de estar donde está la vida: Aquí y Ahora.
Llevar tu atención a una piedra, a un árbol o a un animal no significa pensar en ellos, sino simplemente percibirlos darte cuenta de ellos. Entonces se te transmite algo de su esencia. Sientes lo profundamente que descansa en el Ser, completamente unificado con lo que es y con dónde está. 
Al darte cuenta de ello, tú también entras en un lugar de profundo reposo dentro de ti mismo.
Cuando camines o descanses en la naturaleza, honra ese reino permaneciendo allí plenamente. Serénate. Mira. Escucha. Observa cómo cada planta y animal son completamente ellos mismos. A diferencia de los humanos, no están divididos en dos.
No viven a través de imagines mentales de sí mismos, y por eso no tienen que preocuparse de proteger y potenciar esas imágenes. Todas las cosas naturales, además de estar unificadas consigo mismas, están unificadas con la totalidad.
No se han apartado del entramado de la totalidad reclamando una existencia separada: “yo”, el gran creador de conflictos.
Tú no creaste tu cuerpo, y tampoco eres capaz de controlar las funciones corporales. En tu cuerpo opera una inteligencia mayor que la mente humana. 
Es la misma inteligencia que lo sustenta todo en la naturaleza. Para acercarte al máximo a esa inteligencia, sé consciente de tu propio campo energético interno, siente la vida, la presencia que anima el organismo.
Cuando percibes la naturaleza solo a través de la mente, del pensamiento, no puedes sentir su plenitud de vida, su ser. Solo, ves la forma y no eres consciente de la vida que la anima, del misterio sagrado. 
El pensamiento reduce la naturaleza a un bien de consumo, a un medio de conseguir beneficios, conocimiento, o algún otro propósito práctico.
Observa, siente un animal, una flor, un árbol, y mira como descansan en el Ser. Cada uno de ellos es él mismo. Tienen una enorme dignidad, inocencia, santidad.
En el momento en que miras más allá de las etiquetas mentales, sientes la dimensión inefable de la naturaleza, que no puede ser comprendida por el pensamiento.  
Es una armonía, una sacralidad que, además de compenetrar la totalidad de la naturaleza, también está dentro de ti.. 
El aire que respires es natural, como el propio proceso de respirar. Dirige la atención a tu respiración y date cuenta de que no eres tu quien respira.  
La respiración es natural. Conecta con la naturaleza del modo más íntimo e interno percibiendo tu propia respiración y aprendiendo a mantener tu atención en ella. Esta es una práctica muy curativa y energetizante. Produce un cambio de conciencia que te permite pasar del mundo conceptual del pensamiento al ramo de la conciencia incondicionada.
Necesitas que la naturaleza te enseñe y te ayude a reconectar con tu Ser. 
No estás separado de la naturaleza. Todos somos parte de la Vida Una que se manifiesta en incontables formas en todo el universo, formas que están, todas ellas, completamente interconectadas. 
Cuando reconoces la santidad, la belleza, la increíble quietud y dignidad en las que una flor o un árbol existen, tú añades algo a esa flor o a ese árbol. Pensar es una etapa en la evolución de la vida. 


La naturaleza existe en una quietud inocente que es anterior a la aparición del pensamiento.
Cuando los seres humanos se aquietan, van más allá del pensamiento. 
La quietud que está más allá del pensamiento contiene una dimensión añadida de conocimiento, de conciencia.
La naturaleza puede llevarte a la quietud. Ese es su regalo para ti, te unes a ella en el campo de quietud, este se llena de tu conciencia. 
Ese es tu regalo a la naturaleza. A través de ti, la naturaleza toma conciencia de sí misma. Es como si la naturaleza te hubiera estado esperando durante millones de años.