sábado, 26 de septiembre de 2015

APRENDIENDO A VIVIR EN UN NUEVO MUNDO Por Ruth Ross

¡ESOS PROCESOS OSCUROS DEL ALMA!
(N° 131)
Este mes de septiembre en el que la revista ya está en tus manos o bien nos estás leyendo desde nuestro blog, estamos cumpliendo once años con nuestra revista “Mensajeros de Luz”. Once años de sentarnos a sentir cual es el material que tiene que ocupar cada una de nuestras páginas.  Once años de llegar a tus manos y de crecer junto a vos. Once años de pasar por diferentes pruebas y de  ir creciendo cada vez más tratando de ir sorteando cada uno de los obstáculos o pruebas a las que hemos sido sometidos. Para este mes en particular, quiero compartir con vos  una nota que escribí antes del 20 de agosto, y que tiene que ver con un estado que vivencié en lo personal, y lo comparto como siempre, para darte el regalo de ver que a todos nos sucede que en algún momento nos desestabilizamos y damos voz a los fantasmas de nuestra mente y cuerpo
emocional, y para que veas que todos podemos volver a ser y volver a renacer, reencontrándonos con nuestra verdadera esencia.
“Vuelvo al vacío de mi existencia, a ese lugar adonde el silencio mental prima y donde la paz es el sosiego pleno y las respuestas surgen una a una sin cesar. El lugar adonde nada importa, ni los cómo, ni los por qué, ni los para qué, y mucho menos las circunstancias pasadas que me han traído hasta aquí, ni el hacía adonde iré. Vuelvo al estado de la plenitud en el vacío, en mi mundo, en la conexión plena y total con mi ser, luego de una de las más grandes tormentas emocionales que pude haber vivido en los últimos tiempos y siendo totalmente consciente que en un 85 % de mi tiempo terrestre fluyo en la quinta dimensión, pero, por momentos piso la tercera, y si no paro a tiempo, mi humanidad comienza a arremolinarse en un torbellino de palabras absurdas y totalmente sin sentido. ¿Todo para qué? Simplemente para llegar a la simple conclusión de que desde que desperté he sido feliz pese a cualquiera de las pruebas transitadas, por más duras que ellas hayan sido. Llegando a la conclusión de que SOY FELIZ y PLENA y de que seguiré siéndolo en este mundo en paz interna en el cual permanezco la mayoría de mi tiempo.
Estos tiempos vienen muy fuertes energéticamente para toda nuestra Gaia y Humanidad, y, aunque no es una excusa, esa vibración y energía, sumados a distintos ciclos personales y planetarios y otros, que vengo transitando, evidentemente han estado moviéndome
emocionalmente para que surgiera plenamente y a borbotones todo lo que aún estaba molestando, cualquier resabio que quedaba aún del pasado y pudiera conectarme con el dolor o la tristeza. Y esto me pasó y me desestabilizó. Y no lo niego ni reniego de ello puesto que luego de tantos vaivenes emocionales y de no encontrarme ya que estuve fuera de mí, volví con más fuerza, con más consciencia, con más alegría, más plenitud y sabiduría aún que antes. Por lo cual este es un gran momento de festejo interior en el que vuelvo a renacer de mis propias cenizas, despejando los caminos de los enredos de la mente.
Cualquier crisis es para continuar creciendo en el proceso evolutivo, para continuar reafirmando quien soy y qué es lo que quiero para mí y para mi vida. Para continuar demostrándome a mí misma que Soy lo que Soy y que Soy plenamente feliz, simplemente siendo.
Así que como siempre he hecho en mi vida consciente, agradezco profundamente esos procesos oscuros del alma, ya que están puestos allí para hacerme surgir renovada y mejor, dándome el impulso para subir aún más alto en mi gran escalera evolutiva, reconociendo plenamente a mi Ser Superior y tomando fuertemente su mano para dejarlo guiar mi camino, dirigiéndome exactamente allí a donde debo ir.
Quise plasmar esto que transité para demostrarte a vos que siempre me acompañás en esta columna, que todos, pero todos somos humanos en este amado Planeta Tierra, que todos transitamos por diferentes pruebas, que no hace falta tener ídolos, que solo tenemos que tener la certeza de escucharnos a nosotros mismos en la luz, y que si en algún momento transitamos la noche oscura del alma, el Universo pondrá en nuestro camino algo para leer, para ver o bien a algún hermano del camino que se convierta en el maestro que nos traiga la palabra adecuada para volver a empezar. Nunca estamos solos”.

 ¡Namasté!



No hay comentarios:

Publicar un comentario