martes, 29 de octubre de 2013

"EL MARAVILLOSO DESPERTAR DE LA CONSCIENCIA" Por Sergio Lipp

EL SECRETO DEL "BUEN VIVIR" 

(Nº 108)
Cuentan que había un conferencista muy famoso que recorría todo el país dando conferencias y enseñando cual era el secreto del buen vivir. Una persona que asistió a una de ellas, me contó que con un auditorio lleno de personas deseosas de hallar las mejores respuestas para aprender a vivir verdaderamente, este hombre comenzaba sus conferencias hablando de su experiencia para encontrar el secreto del buen vivir, experiencia que lo había llevado a recorrer el mundo, desde Sud América hasta América del Norte, desde África hasta Europa, Asia y Oceanía; habían sido 30 años de compartir diálogos y experiencias con todo tipo de personas, razas, costumbres, formas diferentes de vida, culturas distintas, sistemas de los más variados y tipos de personalidades diferentes.
Luego de relatar sus vivencias por casi una hora, y cuando todo el mundo estaba atrapado y ansioso a la vez para finalmente poder descubrir el secreto, él simplemente hacía un silencio prolongado, se quedaba pensativo y luego se dirigía al público presente diciendo: - Bueno, ahora me toca transmitirles la parte más importante de esta charla, que es lo que todos ustedes vinieron a buscar, que en definitiva es saber que  “el secreto del Buen Vivir” es: SER FIEL A TI MISMO , y dicho esto, y dejando a todo el público boquiabierto y sin saludar siquiera, simplemente se iba.
La realidad es, en definitiva, siempre la misma, y ello no implica que expresarla sea fácil y desde ya llevarla a la práctica no lo es.
Todo lo que parece sencillo y cercano, muchas veces tiene la particularidad de que, o no le prestamos suficiente atención, o sencillamente estamos tan acostumbrados a complicarnos la vida que caemos una y otra vez en esa complicación. 
Ser fiel a ti mismo implica haber hecho un trabajo interno lo suficientemente fuerte y perdurable como para despojarse lo más posible del ego y de las estructuras mentales que arrastramos a través del tiempo.
Significa también redescubrirse a sí mismo, más allá de lo externo. Poder lograr que lo mejor de nosotros, que se haya en nuestro interior, se exteriorice cada vez más; que con el transcurrir del tiempo en mayor medida podamos abstraernos de lo que nos rodea para que seamos manifestaciones de nuestra verdadera sabiduría interna; que seamos más sensitivos, perceptivos e intuitivos y menos mentales o meras  expresiones de nuestra personalidad.
Cuando seamos más “lo que somos” en realidad y menos “lo que creemos que somos”, seremos perfectamente capaces de expresar nuestra esencia, que es mágica, maravillosa y sabia y lograremos por ello, obtener lo más parecido posible a lo que como humanos consideramos la auténtica felicidad, porque estaremos en paz  y, por todo ello vivir será, en la mayor parte del tiempo, un auténtico placer a disfrutar, y seguramente seremos capaces de descubrir que simplemente “siendo”, estaremos manifestando a nuestro verdadero ser.
Y con ello, “el secreto del buen vivir”, se verá manifestado, porque lo mejor  de nosotros, sin lugar a dudas, está escondido dentro nuestro. Y nuestro objetivo, nuestro verdadero propósito de vida es llegar a descubrirlo, y aunque parezca una paradoja, es típico del ser humano buscar donde no puede encontrar. 


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