ESTE VIAJE MÁGICO QUE ES LA VIDA (Nº 104)
Voy haciendo mi trabajo cada día más consciente. Me nutro con la
meditación, alineándome, respirando y sintiéndome uno con la Fuente Divina.
Sigo este viaje mágico que es la vida, este tránsito maravilloso agradeciendo
desde el momento mismo en que abro mis ojos. Disfruto con solo mirar o sentir
la más diminuta brizna del viento, el aleteo o canto de cualquier pájaro, el
descubrimiento de una nueva flor, los distintos colores que van tomando las
montañas, las tonalidades que refleja el cielo, las formas de las nubes, una
charla, el ver crecer a mis hijos. La simpleza me conmueve y me hace feliz. Y
siempre estoy. Por sobre todas las cosas
se que “Yo Soy y Yo Estoy” y con esa consciencia “Vivo” cada instante de mi
vida.
Trabajo mucho para crecer, para evolucionar, tratando de mirar
continuamente “para adentro”, de limpiar todo lo oscuro o feo que aún pueda
quedar en mí, abarcando todas las imperfecciones o cualquier reacción que me
vuelva a ubicar en algún lugar del pasado.
Me perdono y perdono. También pido perdón. Me amo y amo a cada ser
viviente en esta Tierra, a cada parte que nos une a la totalidad.
Estamos ya transitando casi la mitad del año 2013 y por eso me
entristezco cuando veo que aún hay personas que siguen acumulando mochilas de
resentimiento, que no hablan y
elucubran pensamientos alocados sin razón que solo los conducen a la
más profunda tristeza y soledad, sin poder darse cuenta de que las cosas son de
diferente manera y que si se pulsaran desde lo más profundo de su ser, y utilizaran
el diálogo como herramienta, podrían cambiar en un segundo varios años de
dolor.
Cuando mamá se fue en su viaje eterno y se comunicó conmigo, como ya te
conté desde este lugar, una de las cosas que me dijo fue: - si la humanidad se
diera cuenta que las cosas son distintas, que uno tiene que ser feliz, que uno
tiene que amarse, amar a los otros , perdonar
y disfrutar de la vida, que distinto sería todo en la Tierra .- Y en ese
momento ella me decía que recién lo había percibido cuando estuvo del otro lado del velo.
¡Qué loco es todo lo que viene con la dualidad!¡Cómo separa
constantemente a los hombres, como eligen el sufrimiento en sus vidas! ¡Cuánto
error genera el no amor, o el amor
equivocado; el resentimiento, el odio!.
Y luego también observo a aquellas personas que alguna vez iniciaron en
sus vidas el camino hacia el despertar, pero… cómodamente se quedaron en sus
lugares, esperando que la charla con una persona encaminada o una buena
lectura, los salpique del cambio que ellos
necesitan, en lugar de “hacerse cargo” produciendo en sus vidas las
modificaciones que los llevarían a crecer. Es para estos individuos como si
continuamente se enfocaran en el afuera, en el ruido exterior, llámese como
sea, en lugar de permitirse hacer un clik y decidir modificar de cuajo su
existencia. Son personas que siempre buscan excusas para “no hacer”, que no
saben que en la vida, uno debe “Brillar por uno mismo, por su propia luz” en
lugar de seguir queriendo brillar por la luz de los demás.
Es en estos tiempos cuando más tenemos que enfocarnos en trabajar.
Mucho más arduamente que lo que hicimos hasta ahora. Debemos hacer una tarea
consciente para transmutar.
Una herramienta que el Universo nos otorga para hacer nuestra misión,
es la que viene de la mano del Ascendido Maestro Saint Germain, “La Ley del
Perdón y La Llama Violeta Transmutadora”.
Si estás leyendo esta columna,
enfócate conscientemente para utilizar este majestuoso instrumento para
transmutar todo lo que aún tengas que limpiar en vos y también para ayudar a la
Gaia y a la humanidad a limpiar todas las viejas creencias, miedos y
limitaciones que le vienen del pasado, de todos sus tiempos y dimensiones.
NAMASTÉ!!!
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