APRENDIENDO A VIVIR EN UN NUEVO MUNDO Por Ruth Ross (Nº 100)
REVISTA MENSAJEROS DE LUZ Nº 100 -
100 OPORTUNIDADES DE CRECIMIENTO PARA USTEDES Y PARA NOSOTROS
Cuando allá por julio de 2004, Sergio me propuso volver a hacer una revista y que se llamara “Mensajeros de Luz”, le dije que sí, pero con muchos temores humanos, ya que años antes habíamos hecho una, llamada “Diario Despertar Interior”, la cual solo llegó a los 8 números. Entonces, hasta que no superamos el número 8 de nuestra revista actual, mis miedos humanos no cesaron. Es que en el medio de esos primeros 8 números, y por qué no, durante el recorrido de casi toda nuestra revista, siempre hemos pasado por un gran número de pruebas de FE, y si bien estamos acostumbrados a “entregar” cada instante de nuestras vidas, también somos seres humanos (o sobre todo yo jajajajajaja porque Sergio siempre fue y es más equilibrado a nivel emocional).
Para que te des una idea, ni bien decidimos hacer la revista, sacamos un número 0, buscamos una imprenta que estaba aquí en Mina Clavero y Sergio salió a buscar publicidades, las cuales se fueron sumando rápidamente. Llevamos la revista a la imprenta, y, cuando se suponía que teníamos que ir a chequear como se estaba haciendo nuestro primer ejemplar, el dueño de la imprenta nos vino a buscar para comunicarnos que se le acababa de romper la máquina offset y que cerraría su lugar de trabajo… gran experiencia… al principio lágrimas. Imagínate que la idea era que yo enviara todo el material en Word y que la imprenta se encargara del diseño, ya que yo no sabía diseño gráfico. Todos los presupuestos que averiguábamos en distintas imprentas alternativas se encarecían considerablemente si tenían que encargarse del diseño de la misma. Así que en ese momento pedí ayuda a Dios, y de ese modo, empecé a trabajar, primero a los ponchazos, y hoy un poco mejor, en el diseño total de nuestra revista. Como yo digo, haciendo un curso acelerado dictado por Dios, por el Universo que guiaba mis manos para lo que tuviera que hacer. Así que así fueron los comienzos, pasamos por varias imprentas y vivimos infinidad de situaciones y aquí estamos, llevando a tu casa, a tu corazón, el Nº 100 de nuestra revista “MENSAJEROS DE LUZ”.
En lo personal he de decirte que estoy muy lejos de ser la
misma persona que empezó este emprendimiento en el año 2004. He crecido mucho,
he evolucionado, he aprendido, y aunque todavía me quede mucho por aprender, y
siga creciendo, veo las cosas desde un lugar mucho más elevado, mucho más
desapegado, con más profundidad y distancia y expandiendo en todo mucha luz y
amor.
Desde estas páginas, además de
entregarte mes a mes diferentes columnas cada una más profunda e interesante,
he encontrado distintas maneras de llevarte un poquito de mi corazón. Primero
lo hice por medio de la historia de “Indiguito”, luego fueron los “Cuentos para
Aprender a Vivir”, y desde hace ya un largo tiempo sentí en acercarme a vos
directamente siendo yo misma desde este, mi lugar, a donde comparto con vos mi
crecimiento y mis experiencias.
“Mensajeros de Luz” es una
revista que llena nuestro alma desde todos los lugares: por el amor que le
tenemos y le ponemos para hacerla, por
lo que representa en todo sentido para nosotros, por las personas que
vamos conociendo gracias a ella, porque sentimos que es un regalo de la luz
para nosotros y por ser un instrumento de la luz para llegar a tantos hogares
con nuestro mensaje de luz, paz y amor. Por tanta gente que ha despertado o a
cambiado su cabeza a partir de algún artículo aquí leído a lo largo de estos 8
años y pico en que estamos en la calle. Solo tengo una palabra: ¡¡¡“GRACIAS”!!!
Gracias en principio al Universo
todo por confiar en nosotros para hacer esta revista!!! Porque siempre nos
guían y nos ayudan a encontrar los artículos justos que tenemos que ir
difundiendo desde acá para ir acompañando tu crecimiento.
Gracias a Sergio, mi compañero,
por llevar a cabo este emprendimiento juntos, gracias a nuestros tres hijos
porque sin su apoyo muchas veces no hubiéramos podido seguir.
Gracias a vos que nos venís
siguiendo y leyendo con constancia mes a mes, a vos que recién encontrás
nuestra revista y la empezas a leer en este momento, a quienes se suscriben
tanto a la revista de papel como a la revista que enviamos por internet.
Gracias a quienes durante estos 100 números nos vienen apoyando
consecuentemente como auspiciantes, a quienes están por períodos o a quienes
estuvieron y luego se fueron, pero el apoyo estuvo y está.
Gracias, muchas gracias, por
compartir con nosotros este hermoso proceso de saber que ya estamos en la Nueva
Tierra, por darte cuenta que algo importante está pasando en nuestro mundo,
porque te permitís entregar cada instante de tu vida logrando encontrar la
felicidad en tu camino, por aprender a discernir desde lo más profundo de tu
corazón, por aprender a percibir la elasticidad del tiempo que nos toca vivir,
por captar la hermosa experiencia de la presencia del amor divino en el todo,
en la mirada de los otros, en el canto de los pájaros, en las piedras, en los
árboles, en cada partícula de vida que crece en esta nuestra amada Gaia. Por vibrar
desde otro lugar, y permitirte redescubrir tu ser en cada amanecer sabiendo que
no sos ni volverás a ser de la misma manera que has sido, porque hoy te
permites a vos mismo/a la felicidad, porque eres capaz de entregar tu corazón
sinceramente a todos los seres y a todas las cosas que te toquen vivir, porque
te permites ser verdadero y no utilizar más las máscaras autoimpuestas por los
sistemas
de creencias de antaño. Porque estás creciendo cada día y así vamos
siendo cada vez más y más los locos que logran los grandes cambios, porque al
igual que John Lennon imaginas junto a nosotros un mundo en paz, sin
divisiones, sabiendo que todos somos soñadores, pero que no somos los únicos,
porque en cada pedacito de Tierra cada vez son más los soñadores que se van
sumando.
Y pronto, esta Nueva Tierra
vivirá como una sola, como aquel lugar que tanto Sergio, yo, mi familia, vos y
tanta, tanta otra gente en todas las latitudes y longitudes del planeta,
hicimos posible.
Finalmente gracias por sentir
que las cosas son de otra manera que como constantemente nos las quieren hacer
creer, gracias por estar, gracias por ser.
¡Gracias a TODOS!!!
¡Mucha, mucha luz! ¡NAMASTÉ!!!
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