COMPAÑEROS DEL DESTINO
Hace años, cuando aún vivíamos en Buenos Aires y yo hacía un curso de Calendario Maya, se daba conmigo un hecho muy particular… Nunca me peleaba con nadie, todos me querían y se mantenían a la distancia en contacto conmigo, pero los grupos de estudio no duraban. Al punto que mi profe, Marito, siempre decía que yo era con la primera persona que esto le pasaba, y que sin duda se marcaba muy fuerte en mi vida que tenía que trabajar el desapego.
Desde lo humano, que también por supuesto trae a nuestras vidas un gran crecimiento espiritual, ese mismo año, mis padres se fueron a vivir a Israel y al año siguiente, nosotros nos vinimos a vivir a Mina Clavero, mientras que mi hermana y su familia tomaban el mismo rumbo que mis progenitores.
Así el Universo nos fue preparando poco a poco para lo que iría viniendo en nuestros caminos, en nuestras vidas, con el correr del tiempo…
En todos estos años han pasado infinidad de hermanos, compañeros de destino, con los cuales hemos transitando juntos grandes e inolvidables momentos… para que luego, la soledad volviera a imperar y, nuestro trabajo interno nos llevara a continuar nuestro camino y nuestro crecimiento más profundo e intenso.
Por nuestras vidas han pasado tantos nombres queridos, tantos seres amados!!!.
Cada uno de ellos cumpliendo un rol importante en nuestras vidas.
“Todas las personas están en nuestras vidas como puentes, para ayudarnos a dar los saltos evolutivos que necesitamos en cada caso y en cada momento en nuestro aprendizaje”.
Sé que hemos sido jardineros, sé que con nuestro arduo trabajo hemos sembrado muuuuuchas semillas de luz, de las cuales en muchos casos nunca supimos si prosperaron o no, en otros su crecimiento se fue dando lentamente, pero afortunadamente creció y creció, en otras oportunidades se perdió en el tiempo y nunca volvió a brillar con la misma intensidad que tenía, y en otros casos… podemos ver el reflejo de nuestro trabajo en ellos. Podemos sentir que hoy son quienes siguen nuestros pasos, son semillas que eligieron crecer y crecer para tomar la posta de la misión que nosotros tuvimos, ya que si algo tiene la evolución espiritual, es que las misiones van cambiando, los ciclos van finalizando y se renuevan constantemente en otros nuevos ciclos.
Hay personas a las que no hemos vuelto a ver nunca más, y sin embargo, en el aquí y en el ahora las sabemos siempre cerca, unidas por el hilo conductor de la Consciencia Crística que guía nuestros caminos y conduce nuestros destinos al lugar correcto y justo a donde tenemos que estar.
Quizás, con alguno de ellos nos volvamos a encontrar alguna vez en estos tiempos que se avecinan. Quizás no, quizá solo lo hagamos al transitar la Nueva Tierra o quizá, cada uno tenga que encontrarse en esos momentos en un destino diferente.
Pero hay algo que es seguro y, es que una parte nuestra, siempre pero siempre continuará unida, siempre pero siempre estaremos felices de habernos encontrado y haber compartido un momento de nuestras vidas juntos.
Desde aquí, amados hermanos del camino va mi gran agradecimiento. En los nombres de Liliana, Celeste, Ro, Kuma, y Willy hago extensivo el agradecimiento a todos ellos por haber estado, en algunos casos, y por seguir estando en otros. Gracias al Universo todo por haberlos puesto en nuestro camino, gracias por guiar nuestros pasos y por asistirnos en todos y en cada uno de los momentos.
Y a vos, que mes a mes lees mi columna, que lees nuestra revista, gracias por estar, porque también sos un hermano del camino tomando contacto conmigo, con nosotros y estando de esa ma- nera .
Te invito a chequear tu vida, a sentir quienes han sido las personas que estuvieron cerca, y quienes aún lo están. Fíjate que has aprendido de cada uno de ellos, y que les has entregado desde el amor más profundo, y simplemente deja ser, libera y liberate, da las gracias a la vida por cada oportunidad.
Amén
No hay comentarios:
Publicar un comentario