BAILANDO AL COMPÁS DE LAS ENERGÍAS (Nº 79)
Normalmente me ocurre que cuando tengo que escribir mi columna, siempre la dejo casi hasta último momento... Siento que quiero escribir de lo último que estoy vivenciando ya que los tiempos corren tan rápido que pronto todo lo vivido entra a quedar archivado en la caja de recuerdos que pertenece al pasado...
En esta oportunidad, lo que ocurrió fue que ya en el límite de llevar nuestra revista a la imprenta, aún mi mente no tenía nada que decir... Más de pronto, entregué el mando a mi Ser Superior y simplemente surgió lo que leerás a continuación:
En esta oportunidad, lo que ocurrió fue que ya en el límite de llevar nuestra revista a la imprenta, aún mi mente no tenía nada que decir... Más de pronto, entregué el mando a mi Ser Superior y simplemente surgió lo que leerás a continuación:
“Nunca como en estos tiempos siento que estoy totalmente yo, fluyendo desde lo más profundo de mi ser, viviendo y vibrando y sintiendo hacia donde las energías cósmicas van llevando mi energía para crecer, para evolucionar…
Todo cambia tan rápido, que el aleteo de un pequeño colibrí cabe en el tiempo vertiginoso que la humanidad está viviendo… ráfagas constantes de movimiento supremo…
Y allí estamos los seres humanos, vivenciando lo que está, lo que fue y lo que será… Vibrando nuestra vida en un eterno ahora que se multiplica en infinitas dimensiones y tiempos, bailando al compás de las energías que el cosmos propone, en una danza sin igual multiplicando allí todas las vidas en las que hemos vivido, todas las dimensiones por las que hemos viajado, todos los aprendizajes que hemos tenido…
Todo en un solo momento…
El eterno presente en el que simplemente somos uno con la fuente divina, uno con el Todo.
Y desde aquí, vamos viendo las cosas pasar, transitamos nuestro camino, nos hacemos cargo, vivimos, limpiamos, perdonamos, amamos, enviamos luz, pulsamos nuestra energía hacia el cosmos divino, y sentimos compasión por todolo que ocurre a nuestro alrededor…
Es desde aquí que agradecemos cada instante vivido tanto en esta vida como en todas las anteriores, es desde aquí que agradecemos la entrega que nuestros hermanos humanos han hecho y están haciendo a favor de los grandes cambios planetarios… Es desde aquí desde donde nuestra consciencia fluye plena y no hay nada que pueda distraerla de la verdad más pura y perfecta.
La conexión con el Ser Superior, con la base de todo , con nuestro propio espíritu,
surge desde el silencio, desde el equilibrio, desde la constante caricia angélica, desde el susurro de nuestra sabia y maestra voz guiando nuestro camino…
Surge al entregar la totalidad de nuestra vida sin miedos, entendiendo que todo lo que tenga que ser para nuestro mayor bien, le guste a nuestro ego o no, será lo más perfecto que hemos de vivir, que hemos de transitar…
Y es desde aquí desde donde podemos comprobar la perfección divina que hay en todo y en todas las cosas entendiendo y teniendo una profunda comprensión ante todos y cada uno de los hechos que ocurren tanto en nuestra vida, como alrededor o en el mundo , en este maravilloso planeta Tierra en el cual nos toca vivir.
Y es desde este lugar, el más profundo de mi, del que te estoy escribiendo la nota de este mes…
Solo para invitarte a buscar este lugar que yo ya encontré, para invitarte a sentir este estado de expansión que yo siento, para poder entender como es la vida en realidad y poder seguir adelante frente a los grandes desafíos que se te presentan para poder crecer”.
Todo cambia tan rápido, que el aleteo de un pequeño colibrí cabe en el tiempo vertiginoso que la humanidad está viviendo… ráfagas constantes de movimiento supremo…
Y allí estamos los seres humanos, vivenciando lo que está, lo que fue y lo que será… Vibrando nuestra vida en un eterno ahora que se multiplica en infinitas dimensiones y tiempos, bailando al compás de las energías que el cosmos propone, en una danza sin igual multiplicando allí todas las vidas en las que hemos vivido, todas las dimensiones por las que hemos viajado, todos los aprendizajes que hemos tenido…
Todo en un solo momento…
El eterno presente en el que simplemente somos uno con la fuente divina, uno con el Todo.
Y desde aquí, vamos viendo las cosas pasar, transitamos nuestro camino, nos hacemos cargo, vivimos, limpiamos, perdonamos, amamos, enviamos luz, pulsamos nuestra energía hacia el cosmos divino, y sentimos compasión por todolo que ocurre a nuestro alrededor…
Es desde aquí que agradecemos cada instante vivido tanto en esta vida como en todas las anteriores, es desde aquí que agradecemos la entrega que nuestros hermanos humanos han hecho y están haciendo a favor de los grandes cambios planetarios… Es desde aquí desde donde nuestra consciencia fluye plena y no hay nada que pueda distraerla de la verdad más pura y perfecta.
La conexión con el Ser Superior, con la base de todo , con nuestro propio espíritu,
surge desde el silencio, desde el equilibrio, desde la constante caricia angélica, desde el susurro de nuestra sabia y maestra voz guiando nuestro camino…
Surge al entregar la totalidad de nuestra vida sin miedos, entendiendo que todo lo que tenga que ser para nuestro mayor bien, le guste a nuestro ego o no, será lo más perfecto que hemos de vivir, que hemos de transitar…
Y es desde aquí desde donde podemos comprobar la perfección divina que hay en todo y en todas las cosas entendiendo y teniendo una profunda comprensión ante todos y cada uno de los hechos que ocurren tanto en nuestra vida, como alrededor o en el mundo , en este maravilloso planeta Tierra en el cual nos toca vivir.
Y es desde este lugar, el más profundo de mi, del que te estoy escribiendo la nota de este mes…
Solo para invitarte a buscar este lugar que yo ya encontré, para invitarte a sentir este estado de expansión que yo siento, para poder entender como es la vida en realidad y poder seguir adelante frente a los grandes desafíos que se te presentan para poder crecer”.
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