sábado, 25 de junio de 2011

TAPA Nº 79

EL MARAVILLOSO DESPERTAR DE LA CONSCIENCIA Por Sergio Lipp

RESCATANDO LA SABIDURÍA    (Nº 79)

En este mundo de hoy, todavía arrastramos muchas confusiones.
Una de ellas es confundir conocimiento con sabiduría. Para el ser humano, la confiabilidad y el respeto, pasa casi exclusivamente por quien ha acopiado títulos, fama y reconocimiento profesional. Por el solo hecho de recibirse, un profesional puede ejercer su profesión según la sociedad en que vivimos. Pero la pregunta que uno debería hacerse en este caso es: ¿eso le da sabiduría?.
En la historia de la humanidad hay innumerables personas que han demostrado y demuestran su sabiduría sin siquiera haber leído algo sobre el tema al cual se han dedicado. No estoy diciendo acá que el conocimiento no sea importante, por supuesto que lo es, pero en realidad poco tiene que ver con la sabiduría, ya que esta implica mucho más. Desde principios del siglo IXX se jerarquizaron los distintos estudios y los títulos, y con ellos, también se fueron olvidando cada vez más de la verdadera sabiduría.
En realidad la sabiduría se compone del conocimiento como una parte indispensable, pero si no le agregamos experiencia, discernimiento, intuición, percepción y muchos otros elementos que no se enseñan, nos quedaremos solamente con personas experimentadas con gran acopio de información, que ante las infinitas posibilidades que se le presentan hacen una especie de “múltiple choice” y colocan la cruz donde aprendieron que era la respuesta correcta.
La sabiduría es mucho más, saber es dar la respuesta exacta, no optar entre las múltiples variantes; es hacer lo que hay que hacer en cada caso, es ir mucho más profundo de lo que se puede aprender en forma externa. El mayor ejemplo lo tenemos con los niños más pequeños que saben un sinnúmero de cosas sin que en verdad, humanamente hallamos podido enseñarles algo.
¿Y la naturaleza?¿alguien le enseña a una semilla brotar y transformarse en un árbol? ¿cómo sabe una hembra de cualquier especie que exista como parir a sus cachorros?
La sabiduría es un don, al cual se lo puede ayudar con muchos elementos externos (estudiar por ejemplo), pero si ello nos haría sabios, en este mundo todos seríamos sabios y no es así.
Hace unos años unos amigos del sur me contaron que en algún lugar cercano a la Cordillera de los Andes, había un señor, como tantos otros que nacen y viven en contacto con su medio natural, al cual recurrían desde lugares lejanos para que él acomodara mágicamente los huesos, su habilidad era innata y solucionaba todos los problemas óseos tanto de personas como de animales sin haber estudiado nunca, es más creo que era analfabeto. Un día, una comisión de médicos y veterinarios lo denunció por “mala práxis” y fue citado a una audiencia. Cuentan que el asistió con una gallina en perfecto estado y los desafió a hacer lo mismo que él podía hacer. Dicen que tomó la gallina y comenzó a desarticularla por completo moviendo cada articulación y hueso que ella tenía. Todos miraban absortos como la gallina era transformada en otra cosa y, luego de mostrar como había quedado, simplemente, y como si fuera un transformer de los chicos, la volvió a armar dejándola nuevamente en perfecto estado... Sin que nadie pudiera comprender.
Algún día rescataremos la verdadera sabiduría y esta prevalecerá en todo.



APRENDIENDO A VIVIR EN UN NUEVO MUNDO Por Ruth Ross

BAILANDO AL COMPÁS DE LAS ENERGÍAS (Nº 79)

Normalmente me ocurre que cuando tengo que escribir mi columna, siempre la dejo casi hasta último momento... Siento que quiero escribir de lo último que estoy vivenciando ya que los tiempos corren tan rápido que pronto todo lo vivido entra a  quedar archivado en la caja de recuerdos que pertenece al pasado...
En esta oportunidad, lo que ocurrió fue que ya en el límite de llevar nuestra revista a la imprenta, aún mi mente no tenía nada que decir... Más de pronto, entregué el mando a mi Ser Superior y simplemente surgió lo que leerás a continuación:






“Nunca como en estos tiempos siento que estoy totalmente yo, fluyendo desde lo más profundo de mi ser, viviendo y vibrando y sintiendo hacia donde las energías cósmicas van llevando mi energía para crecer, para evolucionar…
Todo cambia tan rápido, que el aleteo de un pequeño colibrí cabe en el tiempo vertiginoso que la humanidad está viviendo… ráfagas constantes de movimiento supremo…
Y allí estamos los seres humanos, vivenciando lo que está, lo que fue y lo que será… Vibrando nuestra vida en un eterno ahora que se multiplica en infinitas dimensiones y tiempos, bailando al compás de las energías que el cosmos propone, en una danza sin igual multiplicando allí todas las vidas en las que hemos vivido, todas las dimensiones por las que hemos viajado, todos los aprendizajes que hemos tenido…
Todo en un solo momento…
El eterno presente en el que simplemente somos uno con la fuente divina, uno con el Todo.
Y desde aquí, vamos viendo las cosas pasar, transitamos nuestro camino, nos hacemos cargo, vivimos, limpiamos, perdonamos, amamos, enviamos luz, pulsamos nuestra energía hacia el cosmos divino, y sentimos compasión por todolo que ocurre a nuestro alrededor…
Es desde aquí que agradecemos cada instante vivido tanto en esta vida como en todas las anteriores, es desde aquí que agradecemos la entrega que nuestros hermanos humanos han hecho y están haciendo a favor de los grandes cambios planetarios… Es desde aquí desde donde nuestra consciencia fluye plena y no hay nada que pueda distraerla de la verdad más pura y perfecta.
La conexión con el Ser Superior, con la base de todo , con nuestro propio espíritu,
surge desde el silencio, desde el equilibrio, desde la constante caricia angélica, desde el susurro de nuestra sabia y maestra voz guiando nuestro camino…
Surge al entregar la totalidad de nuestra vida sin miedos, entendiendo que todo lo que tenga que ser para nuestro mayor bien, le guste a nuestro ego o no, será lo más perfecto que hemos de vivir, que hemos de transitar…
Y es desde aquí desde donde podemos comprobar la perfección divina que hay en todo y en todas las cosas entendiendo y teniendo una profunda comprensión ante todos y cada uno de los hechos que ocurren tanto en nuestra vida, como alrededor o en el mundo , en este maravilloso planeta Tierra en el cual nos toca vivir.
Y es desde este lugar, el más profundo de mi, del que te estoy escribiendo la nota de este mes…
Solo para invitarte a buscar este lugar que yo ya encontré, para invitarte a sentir este estado de expansión que yo siento, para poder entender como es la vida en realidad y poder seguir adelante frente a los grandes desafíos que se te presentan para poder crecer”.

MANUAL DE CONSERVAR CAMINOS Por Paulo Coelho (Nº 79)



1] Al principio del  camino hay una encrucijada. Allí puedes pararte a pensar en la dirección que vas a tomar. Pero no te quedes demasiado tiempo, o nunca saldrás de ese lugar. Hazte la clásica pregunta de Castaneda: ¿cuál de estos caminos tiene un corazón? Reflexiona lo necesario sobre las opciones que tienes delante, pero una vez que  des el primer paso, olvídate definitivamente de la encrucijada,  pues en caso contrario nunca dejarás de torturarte con la inútil  pregunta: "¿El camino que elegí era el correcto?" Si prestaste oídos a tu corazón antes de ponerte en movimiento, escogiste sin duda el buen camino.
2] El camino no dura para siempre. Es una bendición recorrerlo durante algún tiempo, pero un día terminará,  y por eso debes estar siempre listo para despedirte en cualquier punto. Por mucho que te deslumbren determinados paisajes, o te  asusten ciertos trechos donde hay que esforzarse especialmente para seguir en pie, no te aferres a nada. Ni a los momentos de euforia, ni a los interminables días en los que todo parece  difícil, y el progreso es lento. Más tarde o más temprano llegará un ángel, y tu jornada habrá llegado a su término. No lo olvides.
 3] Honra tu camino. Fue tu elección, fue decisión tuya, y en la  misma medida en que tú respetas el suelo que pisas, este mismo suelo respetará tus pies. Haz siempre lo más adecuado para  conservar y mantener tu camino, y él hará lo mismo por ti.
 4] Equípate bien. Lleva un rastrillo, una pala, una navaja. Entiende que para las hojas secas las navajas son inútiles, y que para la hierbas muy enraizadas los rastrillos son inútiles. Conoce siempre qué herramienta hay que emplear en cada momento. Y cuida de ellas, porque son tus mayores aliadas.
5] El camino va hacia delante y hacia atrás. A veces es necesario volver porque se perdió algo, o porque un mensaje que debía haber sido entregado se quedó olvidado  en un bolsillo. Un camino bien cuidado permite que puedas volver atrás sin grandes problemas.
6] Cuida del camino antes de cuidar  de lo que está a su alrededor: atención y concentración son fundamentales. No dejes que las hojas secas del borde del camino te distraigan, ni que la manera como los otros cuidan sus propios caminos desvíe tu atención. Usa la energía para cuidar y conservar  el suelo que recibe tus pasos.
7] Ten paciencia. A veces es necesario repetir las mismas tareas, como arrancar las malas hierbas o cubrir los agujeros que surgieron tras una lluvia inesperada. Que esto no te enfurezca, pues forma parte del viaje. A pesar del cansancio, y a pesar de las tareas repetitivas, ten paciencia.
8] Los caminos se cruzan: las personas pueden explicar el tiempo que hace. Escucha los consejos, pero toma después tus propias decisiones. Tú eres el único responsable del camino que te  fue confiado.
9] La naturaleza sigue sus propias reglas: por lo  tanto, tienes que estar preparado para los súbitos cambios del  otoño, para el hielo resbaladizo del invierno, para las tentaciones de las flores en primavera, y para la sed y las lluvias del verano. En cada estación, aprovecha lo mejor que te  ofrezca, y no te quejes de sus 
particularidades.
10] Haz de tu camino un espejo de ti mismo: no te dejes influir en absoluto por  la manera como los demás cuidan de sus caminos. Tú tienes un alma que escuchar, y los pájaros transmitirán lo que tu alma quiere decir. Que tus historias sean bellas y agraden a todo lo que tienes entorno. Sobre todo, que las historias que cuente tu alma durante la jornada se reflejen en cada segundo del recorrido.
11] Ama tu camino: sin este principio, nada tiene sentido.



TEMAS: EL PERDÓN Y SUS EFECTOS CURATIVOS Por S. Perez Barnes (Nº 79)

El perdón es uno de los actos más nobles que puede consumar una persona, aunque como recurso curativo ha sido subutilizado. Se ha demostrado científicamente que perdonar resulta una eficaz medicina, por ser una especie de bisturí simbólico que corta el cordón umbilical que nos une al dolor, lo nutre y lo conserva. Su efecto positivo en la salud física y espiritual mejora nuestra calidad de vida en sentido general.
Pero, perdonar no es una tarea fácil, porque demanda fortaleza y valentía de la persona que se siente ofendida. Contrariamente a lo que muchos piensan, olvidar un agravio es un acto de fortaleza, no de debilidad; porque involucra una gran dosis de voluntad para superar la parte animal del ser humano y vencer el impulso de la venganza.
El rencor daña la salud: El rencor es un mal sentimiento, pues cuando recordamos una ofensa o pensamos en la persona o circunstancia que la provocó experimentamos sensaciones molestas: frustración, dolor, ira, impotencia y ansiedad. Esa carga tóxica anega nuestra mente, se instala en nuestro organismo y nos provoca angustia e infelicidad.
Se ha comprobado que el enfado, el encono y el resentimiento son emociones que nos conectan directamente con la hipertensión arterial y otras enfermedades; además de producirnos molestias como dolores de cabeza, indigestión, tensión muscular y calambres. Pero ninguna de las incomodidades físicas que producen el odio y el rencor son comparables con el perjuicio que nos provocan en el aspecto psicológico: apagan el espíritu y nos desvalijan de energía positiva.
¿Qué dicen los científicos?: En la mayoría de los casos, las ofensas producen sentimientos de coraje, de dolor y de resentimiento y en muchas ocasiones el deseo de vengarse del causante del agravio, ultraje o humillación y de cobrar "ojo por ojo" y "diente por diente".
La persona que se niega a perdonar y fomenta el rencor sigue siendo víctima de quien le lastimó en el pasado y aunque mucho se ha hablado del "dulce sabor de la venganza" está comprobado que saber perdonar ofrece mucho más ventajas - a largo plazo- que cobrar una ofensa.
Los resultados de algunas investigaciones científicas han demostrado que las víctimas que perdonan a sus agresores experimentan una mejoría física y psicológica mayor que aquellas que no lo hacen. Quien se rehúsa a perdonar conserva en sus adentros una carga de sentimientos negativos y esto provoca que el acto de la agresión se prolongue más en el tiempo.
Pero no son solos las sectas religiosas las que proclaman los beneficios del perdón; sino que la psicología también sostiene que el rencor, el coraje y el deseo de venganza dañan el cuerpo y el alma, porque provocan y crean emociones negativas en el cerebro que impiden el funcionamiento sereno y equilibrado de una persona.
Según las últimas investigaciones científicas, cuando el estado de ánimo se mantiene deseando una revancha o represalia, el cerebro y el cuerpo humano promueven toxinas que actúan sobre el organismo y afectan los sistemas cardiovascular, digestivo y nervioso.
El doctor Frederick Luskin, profesor de la Escuela de Medicina de la Universidad de Stanford y fundador del Stanford Forgiveness Project (institución que estudia los efectos del perdón en el ser humano) asegura que perdonar nos libera para vivir a plenitud y con salud de mente, cuerpo y espíritu.


Según los estudios de Luskin (quien también es autor de la obra "Perdona para siempre") cuando una persona condona una ofensa eleva su vitalidad, su apetito, sus patrones de sueño y su energía. Todo lo que disminuye la ira, el dolor y la depresión, puede reducir también la presión arterial y hacer a las personas más optimistas, energéticas y vitales.
Beneficios del perdón: Los investigadores del tema aseguran que al perdonar se obtienen los siguientes beneficios:- Disminución de los niveles de ira y hostilidad.- Aumento de los sentimientos de amor.- Mejor habilidad para controlar la ira.- Incremento en la capacidad de confiar en otros.- Liberación de los sentimientos asociados a eventos del pasado.- Ayuda para evitar la repetición de ciertos de patrones negativos.- Mejoría significativa en los desórdenes de índole psicológico y de la salud en sentido general.- Beneficia tanto a quien lo otorga como a quien lo recibe.- Fortalece y solidifica las relaciones.
¿Por qué es tan difícil perdonar?: Perdonar es gran un desafío, por el valor que concede nuestra cultura al YO y al EGO. Se nos hace ver que perdonar es un símbolo de debilidad. Pero no es cierto, porque olvidar una ofensa, ultraje, escarnio, injuria, insulto o maltrato es un acto valiente que lleva implícito una gran integridad.
Si bien perdonar es un acto que resulta tan positivo y terapéutico muchas personas se niegan a hacerlo por varias razones, entre ellas:
- Piensan que esta actitud es una manera de demostrar que "tienen la razón"
- Consideran que es una forma de controlar la situación o de mantener cierta ilusión de control.- Lo utilizan como un medio para evitar la intimidad. - Tratan con eso de eludir sentimientos más profundos de tristeza, desesperación, dolor, abandono y rechazo.- Estiman que es una forma de hacerse escuchar, castigar o de desquite.- Utilizan esta actitud como para insistir en que el problema es suyo, no de otra persona.- Entienden que actuando así logran que la vida continúe tal como está y evaden la claridad que podría proporcionar un cambio al cual temen.
¡Fuera el rencor!: Caroline Myss, autora del best seller "Anatomía del espíritu", afirma que mantener vivo el rencor es como si te hubieran hecho una herida física y a cada instante la abrieras para sentir lo terrible y dolorosa que es.
El psicólogo norteamericano Michael E. McCullough y su grupo de colaboradores estudiaron la personalidad de los vengativos, los procesos y aptitudes que requiere el perdonar y los efectos saludables que de ahí se derivan.  Concluyeron también en que perdonar puede optimar la calidad de vida, la presión arterial, el sistema inmune y prevenir la depresión, la ansiedad.
Los textos sagrados de distintas religiones, como el budismo, el hinduismo y el cristianismo, aconsejan la absolución y la gracia del perdón ante las ofensas sufridas.
De manera, que en la dimensión de nuestra vida como creyentes es aconsejable que sepamos perdonar para así obtener la gracia divina.
El perdón nos ayuda a reducir el resentimiento, el enojo y  la irritación; sentimientos que desarrollan en la persona un sentido de culpa, zozobra e agitación.
El rencor, el coraje y el deseo de venganza dañan el cuerpo y el alma, porque provocan emociones negativas en el cerebro e impiden un funcionamiento sereno y equilibrado.
¡Perdonemos! porque el perdón es un instrumento de reconstitución y encuentro y a través de él no solo vamos a favorecer nuestra salud física sino también para calmar nuestro espíritu, lograr la paz interior y la gracia divina.
 

EL PODER DE LA EDUCACIÓN (Nº 79)

Se cuenta que el senador Licurgo fue invitado a dar una exposición sobre el poder de la educación, y para darla el pidió seis meses de plazo. Causó cierta extrañeza, porque él tenía la capacidad de exponer en cualquier momento.
Después de los seis meses Licurgo apareció en una asamblea de ciudadanos donde se colocó en la tribuna y empezó a hablar; en ese instante hizo pasar a los criados, quienes traían consigo dos jaulas en las cuales, una contenía a dos perros y la otra,dos liebres. En ese momento dió la orden a los criados para que soltaran a una liebre y a un perro, cuando la liebre salió a correr en ese mismo instante salió el perro, que la atrapó y la devoró rápidamente... ante el estupor y el horror del auditorio. Ante el desconcierto del público, parecía que la escena  volvería  a repetirse cuando liberaron a la otra liebre y al segundo perro y  este salió a perseguir a la  liebre,pero lo que sucedió fue que  la atrapó y en vez de devorarla la empezó a acariciar suavemente...  En ese instante Licurgo habló y dijo: ustedes mismos acaban de ver una demostración de lo que puede hacer la educación, porque tanto las 2 liebres fueron criadas por la misma madre, como los dos perros lo fueron... Los mismos cuidados, la diferencia es que un perro y una liebre se mantuvieron en su estado salvaje, mientras que la otras dos fueron criados por mi, aquí la única diferencia es la educación, porque con  la educación puedes transformar la vida y el mundo.

viernes, 24 de junio de 2011

LO MEJOR DE "MENSAJEROS DE LUZ"

 ATENCIÓN:
El material que sigue a continuación es una pequeña selección de lo más destacado que hemos publicado hasta el momento.


LAS PARÁBOLAS DE KRYON        BERNIE EL PAJARITO      Por Lee Carroll  
(De los Nº 1 y 2)

Nos gustaría contarles la historia sobre Bernie, un pájaro que era el pájaro que tenía miedo de volar. Queremos contarles el cuento de cómo ocurrió, porque es una historia maravillosa, contada una y otra vez  
 en la tierra de los pájaros. Todos los pájaros recuerdan a Bernie, el pájaro que tenía miedo de volar.

Bernie creció en un nido extremadamente alto. A lo mejor ustedes conocen cómo se les enseña a volar a los pájaros. Es algo espectacular, pero también da un poco de miedo, porque Mamá y Papá pájaros, cuando los hijitos pájaro están listos, ¡los empujan con suavidad fuera del nido cuando no miran!  ¿Lo sabían? Los pájaros caen, naturalmente, pero pronto se dan cuenta de saben de alguna forma que tienen que extender las alas, comenzar a batirlas y que al hacerlo, de pronto el viento los elevará y ¡allá van hacia arriba! Es bastante difícil que se caigan luego de desplegar las alas para volar, pero Mamá y Papá pajaritos no les pueden enseñar a volar en el nido. ¡Piénsenlo! ¡No se vuela mucho en un nido pequeño!
Bueno, Bernie no quería tener nada que ver con este proceso. Bernie vio cuando empujaron a su hermana fuera del nido una mañana temprano, la vio caer y caer y caer y caer. En el último segundo posible, su hermana extendió las alas y la batió como loca. ¡Y finalmente voló! Pero a Bernie le pareció que casi se había estrellado en el suelo antes de saber qué hacer y a Bernie le dio miedo. ¡El no quería tener nada que ver con volar! Bernie dijo: "No hay motivo para que tenga que hacer esto de volar. Hay algo que está mal en todo el sistema.”“Bernie convenció a su hermano Bobbie de que todo el asunto de volar era estúpido. Bobbie no quiso saber nada de entrenarse para volar tampoco, así que fue a ver a su mamá para decírselo. Bobbie le anunció que no quería volar porque tenía miedo y que en realidad no lo necesitaba, ya que el nido era genial y él se quería quedar allí. La Mamá lo miró un largo rato ¡y de golpe lo empujó fuera del nido!  Bobbie cayó y cayó y justo al final desplegó las alas y las batió y las batió y subió.
Bernie vio todo esto. Era el más joven, porque había nacido por lo menos dos minutos después de todos los demás, y sabía que era el próximo. Pensó para sí: No me importa si mi hermana y hermano pasaron por esto. Nadie me va a empujar fuera de este nido porque yo no tengo por qué volar. ¡Esto no es para mí!  Bernie tenía que idear un plan.
Una noche, mientras todos estaban durmiendo, Bernie encontró un cordel. Era algo que su Papá había traído al nido para que ayudase a sostenerlo. A veces, cuando se construye un nido, se combinan toda clase de cosas para hacer que sea más fuerte, y había un cordel enterrado dentro de los palitos y paja que formaban el nido. Bernie decidió atar una punta del cordel a su pata y la otra punta a la parte estable del nido para que si su mamá lo empujaba afuera cuando él no se lo esperaba, sólo cayese unas nueve pulgadas y se salvase de la caída.¡Era un buen plan!El problema era que Bernie no había ido a ningún campamento de exploradores, ¡así que en realidad no sabía cómo hacer nudos de pájaro! Sin embargo, lo hizo lo mejor que pudo, hizo un nudo que pensó que funcionaría y lo escondió cuidadosamente, manteniéndose siempre lejos de su mamá cuando ella estaba por ahí. Como había previsto, a la noche siguiente, cuando estaba dormido, ¡su mamá lo arrojó del nido ¡Funcionó! Cayó y el cordel aguantó. Ahí estaba Bernie, colgando nueve pulgadas por debajo en el aire. Estaba oscuro y la Mamá, pensando que Bernie estaba abajo, batiendo las alas y aprendiendo a volar, se volvió a dormir. Bernie se quedó colgado ahí en silencio, pensando cuán inteligente había sido. Trepó por el cordel con el pico y  se volvió a acostar en su lugar calentito. Estaba muy feliz de no haber tenido que caerse y volar como su hermana y hermano. Y se durmió.
A la mañana siguiente, cuando la mamá se despertó, vio a Bernie ahí en el nido, con cordel y todo, y le dijo: "¡Bernie! ¿Qué estás haciendo aquí?" Ella (con el pico) señaló el cordel que Bernie había olvidado retirar de su pata. Estaba muy preocupada. "¡Me parece que es hora de que Papi se haga cargo!", exclamó. "Él va a hablar contigo sobre todo este asunto."
Bernie pensó para sí: ¡Qué idiota fui! ¡Me olvidé de sacarme el cordel! Ahora Papi se va a  entrometer. ¡ufa!
Por cierto, el Papá volvió al nido justo a tiempo. Era un pájaro muy grande con un montón de plumas. Bernie le tenía un poco de miedo a su padre por ser tan grandote. Pero Papá era un padre amoroso y le preguntó a Bernie: "Bernie, ¿qué pasa? Todos los pájaros vuelan. Mira aquí alrededor. Todos están volando. Es una cosa de pájaros ¡y tienes que aprender! ¿Por qué no quieres volar? ¿Por qué?”
Bernie lo pensó un momento. "Tengo miedo, Papi.”
¿Por qué tienes miedo?" , le preguntó el padre a Bernie. "Mira a tu hermana, a tu hermano, a mí, a tu mamá... todos nosotros volamos. Mira alrededor. Tus amigos vuelan... los pájaros vuelan, Bernie. Tú eres un pájaro.“
”Tengo miedo,Papi, ¡porque no hay nada allí! Dices que el aire nos va a sostener las alas. Es invisible. Y casi no funciona tampoco. ¿Viste a mi hermano y a mi hermana cuando se cayeron? ¡Casi no lo logran!
El padre pensó por un momento. "Aunque no puedas ver el aire, Bernie, él se pondrá bajo tus alas. Todo lo que tienes que hacer es extender las alas todo el camino hacia abajo y el aire te sostendrá arriba. Así es como volamos todos. Es invisible, pero está ahí.
" Eso es magia nada más, " dijo Bernie, " el aire no se puede ver. No me puedes decir que hay aire porque no lo puedes ver. No está ahí. Quizá la magia  funcione para ti y mamá y mi hermano y mi hermana, pero yo tengo que verlo antes de creerlo. El aire es invisible. ¿Cómo sé que no me engañan? Yo no sé cómo vuelan ustedes, pero no hay aire porque yo no lo puedo ver.”
Bernie hizo una pausa y luego continuó: "Papi, ya lo resolví. Mira, ¿para qué tengo que volar? Me gustaría comenzar una nueva raza de pájaros llamada Pájaro Caminador.   "¿Por qué tengo que ser como los demás? Bajaré caminando por el árbol, encontraré un gusano y luego subiré caminando por el árbol. Tendré una linda vida. Encontraré una esposa Pájaro Caminador en alguna parte. Tendremos hijos Pájaro Caminador. Nacerá una nueva raza. Algún día mirarán hacia  atrás y dirán: "Este fue el comienzo de la gran raza llamada Pájaro Caminador."
El papá de Bernie lo miró por mucho tiempo y murmuró para sus adentros: "¿Pájaro Caminador?" Puso los ojos en blanco. "Bien Bernie, creo que es hora de que te vea Sigg".
"¿Quién es Sigg?", preguntó Bernie vacilante.
 "Bueno, es el médico de la bandada, el doctor del cerebro."   "Vamos a tener que traer a Sigg para que te vea. Pero, Bernie, cuando el pájaro doctor del cerebro venga, como es muy   sensible, no te equivoques y lo llames doctor cerebro de pájaro*.   "Asegúrate de llamarlo pájaro doctor del cerebro. Ningún doctor quiere que le digan doctor cerebro de pájaro”.
"Papá, no importa lo que me diga el Dr. Sigg. Nadie puede convencerme de que el aire es real. No puedo verlo.”
Entonces ocurrió. Esa noche, tarde, mientras Bernie dormía, su madre se le acercó silenciosamente y lentamente empezó a roer el cordel que todavía usaba para estar a salvo. ¡Luego lo arrojo  fuera del nido! Las cosas ocurrieron muy rápido. Él cayó y cayó ¡y fue una experiencia horrible! Estaba muy asustado. Estaba helado de miedo. Miró pasar la corteza del árbol a toda velocidad y vio que el suelo se le venía encima. Pensó para sí: "Tengo que extender las alas, pero no creo en el aire. No puedo creer en él porque no es real; no lo puedo ver. ¡No puedo hacerlo!"
Por supuesto, no extendió sus alas. Iba directo al suelo y supo que primero clavaría el pico y  terminaría como un palo en el suelo... ¡con las piernas estiradas en el aire! Iba a terminar petrificado en el suelo, clavando el pico. ¡Nadie podría sacarlo y quedaría como una estatua de pájaro! ¡Qué pesadilla fue ésa! Jadeo, jadeo..
Por la mañana, Bernie se despertó como de costumbre. Como era de esperarse, estaba el pájaro doctor del cerebro. Sigg había llegado a horario."Buenos días, Bernie", dijo Sigg.
"Buenos días, Sr. Cerebro de Pájaro Doctor

" Es Pájaro Doctor del Cerebro" , dijo Sigg. "No lo olvides, hijo.”
"Muy bien, Dr. Cerebro de Pájaro”
."¡Bernie!", exclamó el médico.
“Lo siento, lo siento", dijo Bernie... pero no lo sentía nada. 
"Bernie, ¿a qué le tienes miedo?", le preguntó sinceramente el médico.
Bernie comenzó su cantinela de nuevo. "No puedo creer en el aire. Tampoco lo puedo ver. Sé que todos ustedes están volando... flap, flap, flap. ...."  Bernie estaba burlándose del vuelo. "¡Solo que eso no es bueno para mí porque yo tengo que verlo!  Sr. Doctor Cerebro de Pájaro... señor."
Sigg le frunció el ceño a Bernie nuevamente ante su deliberada falla al hablar. Bernie se estaba divirtiendo. Él sabía que al Dr. Sigg no le gustaba que lo llamasen Doctor Cerebro de Pájaro, sin embargo, cada vez que se dirigía a él, le decía "Doctor Cerebro de Pájaro, señor." .  Eso hacía que sonase mejor.
Sigg le dijo a Bernie: "Bernie, tienes miedo porque no puedes ver el aire. Pero ¿a qué le temes realmente?"
"Bueno, Doctor Cerebro de Pájaro, señor. Tengo miedo de caerme y matarme en el suelo, lo que parece  sucede muy rápido cuando se caen los pájaros de sus nidos. ¡Tengo miedo!" Bernie pensó que era una pregunta estúpida y la respondió un poco estúpidamente también.
"¿Exactamente, qué es lo que hace que un pájaro se caiga?", preguntó Sigg a su joven alumno.
"Bueno, eeh, supongo que es por la gravedad, " dijo Bernie.
"Hmmm. La Gravedad." Sigg hizo una pausa. " Sabes, Bernie, uno no puede ver a la gravedad realmente, ¿no es cierto?"
"Bernie pensó un instante. "Bueno, no. No puedo ver la gravedad."
"¿Pero crees en la gravedad, Bernie?" Muéstrame la gravedad."
Bernie pensó, luego habló. "Bueno, no puedo mostrarle la gravedad. Si salto del nido, me caeré y me mataré.  Esa es la gravedad."  Bernie estaba orgulloso de haber contestado esa pregunta difícil.
"¡Eso es así, exactamente!", dijo el doctor. "Puedes probar que existe en cuanto saltas del nido. Bernie, también puedes probar que al aire existe cuando saltas del nido porque está ahí igual que la gravedad. No puedes verlo, pero realmente está ahí."
A Bernie no le gustó el giro que estaba tomando la conversación. Por otra parte, Sigg terminó la sesión de orientación y luego se fue... tomando vuelo mientras lo hacía. Pero en lugar de brincar hacia delante y salir volando, Sigg le gritó a Bernie mientras saltaba fuera del nido aparentando caer en picada.
"¡La gravedad, Bernie!", gritó Sigg al caer hacia abajo en picada. "¡Aire, Bernie!", dijo Sigg al enderezarse con las alas totalmente extendidas. Luego se alejó volando suavemente. Se podía escuchar al Doctor Cerebro de Pájaro cantando mientras se alejaba... "Ambos son invisibles... ambos son reales."
Bernie se quedó quieto por un largo rato. Pensó y pensó. Finalmente, dijo: "Saben, el pájaro, doctor del cerebro tiene razón. Sólo porque no puedo verlo realmente no significa que no esté ahí. La gravedad siempre está  allí. Quizá el aire también. En realidad, es a eso a lo que le tengo miedo. No lo sabré con certeza hasta que lo intente".
"Sigg, el pájaro doctor del cerebro, le había indicado a Bernie que era interesante que hubiese algo que uno no pudiese ver, como la gravedad, pero que uno supiese que estaba ahí, ya que uno podía morir a consecuencia de la caída. Pero había señalado que Bernie no podía creer en algo que era maravilloso como volar usando aire invisible. ¡Bernie comprendió que
en realidad le tenía miedo a la gravedad! Quizá el aire invisible fuese algo parecido a la gravedad invisible, pero ¿lo salvaría? Bernie decidió que volaría al día siguiente. Sería valiente y se lo contó a todos los pájaros del bosque y de los otros nidos. Les dijo a todos los pajaritos chicos que estaban mirando: "¡Voy a hacerlo!"
Al día siguiente, Bernie se paró en el borde del nido. Muchos se reunieron, ya que toda la población de los nidos conocía el problema de Bernie. Parecía que cada vez que el pájaro doctor del cerebro visitaba a algún pájaro, todo el grupo lo sabía. Esa es una historia para otra oportunidad. Bernie se irguió. Otra vez les anunció a todos que era tiempo de confiar en esa cosa invisible llamada ¡AIRE! Habló durante un largo tiempo sobre la confianza y las cosas invisibles y luego, con gran coraje y ceremonia, ¡se lanzó al aire tenue y comenzó la zambullida desde el nido!  De inmediato, Bernie se encontró bamboleándose a nueve pulgadas del nido. ¡Se había olvidado de desatarse el cordel!  Bernie estaba muy avergonzado y humillado. ¡Todo el bosque se estaba riendo! Hasta los que no eran pájaros se estaban riendo. ¡Los ratones y las ardillas también!
Podía escuchar al bosque resonando con las palabras: "¡El Pájaro caminador... el gran pájaro caminador!" Entonces Bernie supo que todo lo que había dicho se había difundido por todas partes. Tenía que arreglarlo.
Volvió a subir por el cordel, lo cortó, aspiró de nuevo esa cosa invisible llamada aire y miró alrededor. El bosque estaba quieto nuevamente. Como saben, los pájaros bebés no hacen eso por si  mismos. Lo normal es que sean sorprendidos mientras duermen y arrojados fuera cuando no se lo esperan. Nunca hacen eso por sí mismos. De alguna manera, los otros pájaros sabían que estaban viendo algo distinto. De alguna forma los adultos recordaron que era como la primera vez. Bernie, el volador renuente, fundador de la nueva raza llamada "Pájaro Caminador" estaba por volar por sí mismo fuera del nido... esta vez sin el cordel.
Y se fue abajo. El miedo se apoderó de Bernie mientras caía como plomada hacia el suelo. Este no era un sueño. ¡Esta vez era real!  Mientras Bernie miraba cómo pasaba volando a su lado la corteza del árbol y el suelo se le venía encima a toda velocidad, escuchó una voz interna diciendo: ¡Las alas! ¡Extiende las alas!”¡Estoy asustado! ¡Tengo miedo!", gritó Bernie mentalmente. Luego, finalmente, tal como habían hecho su hermana y su hermano, en el último minuto desplegó esas alitas cortas y regordetas que nunca  se habían usado y comenzó a agitarlas. Por cierto, ese sistema invisible de sostén llamado aire se encargó de lo demás. La magia del vuelo que había sido buena para su madre y padre y su hermana y hermano se apoderó de él. ¡Sintió la elevación y allá fue, hacia arriba!
Bernie no podía tener suficiente. Voló el día entero. Voló y voló. Voló lo más alto que pudo hasta que se le cansaron las alas y entonces celebró  esa cosa que no veía y que todos llamaban AIRE. Se deslizó alrededor de los árboles y gritó: "¡Mire, estoy  volando!" ¡Como si ningún otro pájaro hubiese volado antes! Todos ellos aplaudieron a Bernie, no porque estuviese volando, sino por el coraje del pájaro que lo había hecho por sí mismo.



CONCLUSIÓN FINAL DE ESTA APASIONANTE HISTORIA
Es una historia simple, ¿no es cierto? Es gracioso pensar en Bernie y su confianza en lo invisible. Ahora les vamos a decir lo que significa esto para todos ustedes. Algunos ya lo saben, ¿no es verdad? hay un ángel con ustedes ahora mismo. Hay un ángel que nació con ustedes y ustedes le pueden hablar cuando quieran. Es un ángel muy simpático y los ama. Tiene la mente de un niño e incluso sabe cómo piensan. Es un ángel al que le encanta jugar con los juguetes con los que juegan o jugaron  ustedes y que crecerá con ustedes a medida que crezcan. Es un ángel que siempre está disponible y puede ayudarlos en todo momento.
Ahora bien, alguno de ustedes puede decir: "¡Yo no veo ningún ángel!" Es porque es invisible, tal como el aire era invisible para Bernie. Podemos agregar que este ángel invisible los elevará, incluso cuando estén en problemas, incluso cuando estén apenados y las cosas no estén yendo bien. Este es el ángel que los sostiene con una energía invisible cuando están cayendo en la oscuridad al tener miedo. Queremos que recuerden esto porque este ángel niño estará con ustedes toda la vida. Es hermoso. Es invisible, pero al igual que Bernie descubrió, es muy, muy real.                                                                                                  Kryon


EL BAMBÚ JAPONÉS  (Del Nº 35)
 

No hay que ser agricultor para saber que una buena cosecha requiere de buena semilla, buen abono y riego constante.  También es obvio que quien cultiva la tierra no se impaciente frente a la semilla sembrada y grita con todas sus fuerzas: “¡Crece, maldita seas!”
Hay algo muy curioso que sucede con el bambú japonés y que lo transforma en no apto para impacientes: Siembras la semilla, la abonas, y te ocupas de regarla constantemente.  Durante los primeros meses no sucede nada apreciable.  En realidad no pasa nada con la semilla durante los primeros siete años, a tal punto que un cultivador inexperto estaría convencido de haber comprado semillas infértiles.
Sin embargo, durante el séptimo año, en un período de solo seis semanas la planta de bambú crece ¡más de 30 metros! ¿Tardó solo seis semanas en crecer?. No.  La verdad es que se tomo siete años y seis semanas en desarrollarse.  Durante los primeros siete años de aparente inactividad, este bambú estaba generando un complejo sistema de raíces que le permitirían sostener el crecimiento que iba a tener después de siete años.
 

Sin embargo, en la vida cotidiana , muchas personas tratan de encontrar soluciones rápidas, triunfos apresurados sin entender que el éxito es simplemente resultado del crecimiento interno y que este requiere tiempo.
Quizás por la misma impaciencia, muchos de aquellos que aspiran a resultados en corto plazo, abandonan súbitamente justo cuando ya estaban a punto de conquistar la meta.
Es tarea difícil convencer al impaciente que solo llegan al éxito aquellos que luchan en forma perseverante y saben esperar el momento adecuado.  De igual manera es necesario entender que en muchas ocasiones estaremos frente a situaciones en las que creeremos que nada está sucediendo.  Y esto puede ser extremadamente frustrante.  En esos 
momentos (que todos tenemos), hay que recordar el ciclo de maduración del bambú japonés, y aceptar que - en tanto no bajemos los brazos -,  ni abandonemos por no
“ver” el resultado que esperamos, está sucediendo algo dentro nuestro: ESTAMOS CRECIENDO, MADURANDO. 


NO TE RINDAS    por M. Benedetti    (Del Nº 24)
             
No te rindas, aún estás a tiempo
      de alcanzar y comenzar de nuevo.
      Aceptar tus sombras.
      Enterrar tus miedos.
      Liberar el lastre.
      Retomar el vuelo.
      No te rindas,  que la vida es eso.
      Continuar el viaje.
      Perseguir tus sueños.
      Destrabar el tiempo.
      Correr los escombros y destapar el cielo.
      No te rindas, por favor no cedas.
      Aunque el frío queme.
      Aunque el miedo muerda.
      Aunque el sol se esconda.y se calle el viento.
      Aún hay fuego en tu alma.
       Aún hay vida en tus sueños.
      Porque la vida es tuya y tuyo también el deseo.
      Porque lo has querido y porque te quiero.
      Porque existe el vino y el amor, es cierto.
      Porque no hay heridas que no cure el tiempo.      
 Abrir las puertas.
      Quitar los cerrojos.     
 Abandonar las murallas que te protegieron.
      Vivir la vida y aceptar el reto.
      Recuperar la risa.
      Ensayar un canto.
      Bajar la guardia y extender las manos.     
 Desplegar las alas.
      E intentar de nuevo.
      Celebrar la vida y retomar los cielos.
      No te rindas, por favor no cedas.
      Aunque el frío queme.
      Aunque el miedo muerda.
      Aunque el sol se ponga y se calle  el viento.
      Aún hay fuego en tu alma.
      Aún hay vida en tus sueños.
      Porque cada día es un comienzo nuevo.
      Porque esta es la hora y el mejor momento.
      Porque no estás solo, porque yo te quiero.


 AL GRAN ESPÍRITU  (Del Nº 71)

Oh, Gran Espíritu, cuya voz oigo a través del viento y cuyo soplo da vida a todas las cosas, escúchame.

 
Voy hacia ti como uno más de tus numerosos hijos; soy débil... Soy pequeño... Necesito tu sabiduría y tu fuerza. Permíteme caminar entre la belleza y haz que mis ojos perciban siempre las púrpuras y encendidas puestas del sol. Haz que mis manos respeten las cosas que has creado y da agudeza a mis oídos para que puedan oir tu voz. Hazme sabio, de modo que pueda comprender cuanto has enseñado a mi pueblo y las lecciones que has escondido en cada hoja y en cada roca. Te pido fuerza y sabiduría, no para ser superior a mis hermanos, sino para ser capaz de combatir a mi mayor enemigo, yo mismo.
Haz que este siempre preparado para presentarme ante tí con las manos limpias y la mirada alta. De manera que, cuando mi vida se extinga como se extingue una puesta de sol, mi espíritu pueda acudir a ti sin nada de que avergonzarme.                       Plegaria Ojibwa Sioux


COMO NACE UN PARADIGMA        (SOMOS MONOS)        (Del Nº 53)

 
Un grupo de científicos colocó cinco monos en una jaula, en el centro de la misma colocaron una escalera y, sobre ella, un montón de plátanos. Cuando un mono subía la escalera para agarrar las bananas, los científicos lanzaban un chorro de agua fría sobre los que quedaban en el suelo.
Después de algún tiempo, cuando un mono iba a subir la escalera, los otros no paraban de golpearle ¡¡¡
Pasado algún tiempo más, ningún mono subía la escalera, a pesar de la tentación de los plátanos. (no son tontos....) Entonces, los científicos sustituyeron uno de los monos.
La primera cosa que hizo fue subir la escalera, siendo rápidamente bajado por los otros monos, quienes le dieron una tremenda paliza. Después de algunas palizas, el nuevo integrante del grupo ya no subió más la escalera (aunque nunca supo porque le pegaban).
Un segundo mono fue sustituido, y ocurrió lo mismo. El primer sustituto participó con entusiasmo de la paliza al novato. Un tercero fue cambiado, y se repitió el hecho, lo volvieron a golpear. El cuarto y, finalmente, el último de los veteranos fue sustituido. Los científicos quedaron, entonces, con un grupo de cinco monos que, aún cuando nunca recibieron un baño de agua fría, continuaban golpeando a aquel que intentase llegar a las bananas.
Si fuese posible preguntar a algunos de ellos por qué le pegaban a quien intentase subir la escalera, con certeza la respuesta sería: No sé, las cosas ¡siempre se han hecho así! ¿TE SUENA CONOCIDO?